CAP 6 Que bonita ciudad

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Al día siguiente empezó a sonar el maldito despertador, así que lo apagué con mi mente sin ni si quiera tocarlo. Supongo que esa era la única ventaja de tener ¿super poderes? por llamarlo de alguna forma. Por suerte mi infancia ya pasó y me sacaron de aquel espantoso lugar donde me comían el coco, pero eso es otra historia. Sin duda el laboratorio era lo peor que me había pasado.

Esa mañana había quedado con Leo en el portón del edificio porque él se había ofrecido a enseñarme la ciudad.

Lo pasamos realmente bien, él hizo de guía y me explico algunas calles, plazas y monumentos. Estuvimos paseando toda la mañana y comimos juntos.

Incluso estuvimos juntos parte de la tarde pero me fui para el apartamento pronto porque al día siguiente era mi primer día de universidad y debía tenerlo todo preparado, siempre he sido bastante responsable aunque también soy un poco despistada de vez en cuando.

Un giro inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora