Cᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 11

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❝ᴄʀᴇᴇʀ❞

-aquí estoy Hamilton – dice el rubio al mismo tiempo que entra en la habitación de Hamilton

-perfecto, entonces vámonos

- ¿A dónde?

-tu solo confía y sígueme

Pide antes de salir de la habitación y comenzar a caminar fuera del campamento siendo seguido por el rubio, ambos suben a un carruaje que estaba cerca

- ¿A dónde vamos Alexander? – pregunta Laurens una vez que el carruaje se ha puesto en marcha

-solo espera Laurens –responde sin poder ocultar una pequeña sonrisa emocionada- espero que te guste el lugar al que vamos

-si – dice Laurens sin muchos ánimos haciendo al pecoso suspirar

Durante el trayecto ambos permanecen en silencio mirando por la ventana hasta que Laurens finalmente se cansa

-Alexander, ¿podrías decirme adónde vamos?

-al edificio en donde me viste hace algunos días – responde con tranquilidad sin apartar la mirada de la ventana.

Minutos más tarde llegan al dichoso edificio, Hamilton baja del carruaje con tranquilidad mientras Laurens no dejaba de mirar a su alrededor, al entrar en el lugar son recibidos por guardias ingleses

-esto es extraño – murmura al mismo tiempo que mira a los guardias detrás de el

-terminas acostumbrándote – responde con tranquilidad sin dejar de caminar hacia aquella sala en la que se encontraba la dichosa máquina del tiempo, una vez que llegan Alexander camina hasta el aparato para comenzar a configurar la fecha

- ¿esto es seguro? - cuestiona con algo de temor

-tranquilo, es seguro ya lo he hecho infinidad de veces... ¿alguna vez visitaste la edad media? Es una época espantosa créeme- murmura sin apartar la vista del aparato- listo, ven aquí John

-sí, claro – dice al mismo tiempo que se acerca al pelirrojo quien toma su mano y pone en marcha la maquina haciéndolos desaparecer a ambos del lugar

━━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━━

El rubio abre los ojos sintiéndose ligeramente mareado, intenta caminar, pero cae al hacerlo a causa del mareo, puede escuchar la risa del pelirrojo y no duda ni un segundo en dirigirle una mirada molesta

-lo siento – murmura Hamilton al mismo tiempo que ayuda a Laurens a ponerse de pie- ven conmigo, tengo que darte ropa apropiada, avise a Eliza hace unos días de que era muy probable que esto pasara así que posiblemente consiguió algo para ti –dice sonriendo un poco – y dice que sigo siendo un niño

- ¿ropa adecuada? – cuestiona el rubio con confusión mirando su propia vestimenta- ¿Qué tiene de malo esta?

-bueno no es muy común vestirse de esta manera, a menos que quieras llamar la atención y recibir miradas confundías- dice con una pequeña sonrisa antes de acercarse a la ventana más cercana, abre las cortinas para mostrarle al ojiazul la ciudad- bienvenido a Nueva york en el siglo veintiuno señor Laurens

Dice al mismo tiempo que admira la mirada sorprendida del más alto, quien no se había percatado hasta este momento que repentinamente ahora era de día

-esto... ¿entonces es verdad? Todo lo que me dijiste

-es verdad, si

El rubio sonríe un poco, está por decir algo cuando escucha un extraño sonido, voltea alarmado con la intención de averiguar que era aquel sonido cuando ve al pelirrojo suspirar

El Viajero Del Tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora