♦Capítulo treinta y nueve♦

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BILL

Era un pequeño ser humano, uno que realmente y a pesar de sus orígenes expresaba ternura, inocencia y pureza, porque cuando naces, sin importar quienes te dieron la vida, estás totalmente limpio, -metafóricamente hablando- eres una hoja en blanco lista para ser manchada con la tinta de la vida a través de los años...

¿Desde cuándo me propongo expresarme así de un bebé? Quizá me estaba cambiando el pasar tanto tiempo con ese chiquillo.

Desde que Nathan había nacido -y luego de una pelea a puño y palabrotas entre la madre y la pelirroja por un nombre de varón adecuado- fue bastante increíble para Mabel, Pine tree y hasta para mí, que para nada pensaba que tener a un pequeño ser tan cerca fuera tan... Eh... No sé ¿adorable? ¿terapéutico hasta cierto punto? Rayos, no le encuentro palabras. En fin... Shooting star no estaba tan alegre y enérgica luego de unas semanas de volver del hospital.

Depresión post-parto, eso se le diagnosticó y no tuvimos que esperar demasiado para que ella nos tratara como... Ah, evitando la mala palabra, nos iba mal, bastante. Para ella era bastante doloroso el no poder cuidar bien de su hijo y menos de no poder hacer casi nada, se molestaba e irritaba muchísimo como para cargar a su bebé en brazos... Y terminé cuidándolo yo.

No es broma, cuando Mabel se dio cuenta de que su condición no sólo le afectaba a ella sino a su hermano también decidió irse con una tía por un tiempo, viajaría a Florida para estar alejada, tomaría sus terapias allá y el tratamiento que se le había indicado. Ella quería llevarse al nene esos dos meses que estaría allí, aunque Dipper me dijo que si Mabel quería llegar allá contando con que su tía cuidara del niño estaba soñando, pues al parecer esa mujer era de las que no tocaría a un recién nacido y mucho menos le cuidaría. Total y para resumir ella se fue y con dolor nos dejó a Nate, aunque sabiendo que Dipper no lo descuidaría.

Ahora, me hallo arropando al pequeño chico de un mes de nacido en la cuna, pensando en lo delicado que él se veía, parecía un muñeco frágil y seguido a eso pensé en que los humanos siempre fueron mi raza favorita, la que más había estudiado con tanto detenimiento, y era que ellos nacían en igual de condiciones y al crecer se moldeaban ellos mismos, como una pieza cerámica, si procedían bien serían exitosos y si no, como un jarrón mal hecho se romperían fácilmente. Eso era ciertamente interesante, ellos si tenían la oportunidad de decidir... A diferencia de nosotros, que vivimos gobernados por las sombras de un pasado del que pronto formaré parte aunque no quiera.

Salí de la habitación y entré en otra, en la de Pine tree. Estaba preocupado, no por mí aunque debería estarlo sino por el castaño, pensando en que aún estaría molesto conmigo por una de las discusiones más fuertes que habíamos tenido en casi el año que llevábamos de relación, pasó anoche antes de que él se fuera a trabajar y luego de que yo volviese de arreglar asuntos con Will sobre cosas que no valen la pena para ser explicadas ahora. Aquella riña fue por una estupidez pero... Cuando yo respondía con ira realmente me recordó ese tiempo donde yo le trataba de peores formas, cuando me deleitaba degradándolo psicológicamente, cuando si me apetecía le lastimaba y su llorar y sumisión forzosa me excitaban... ¡pero no iba a volver a ser así! Me prometí reprimir mi sadismo y locura hasta tal punto de parecer otro, ya no sería igual a cuando él estaba débil y yo me aprovechaba de ello.

Aunque se lo repito a todos nadie me lo cree, pero yo lo amo.

Estando solo me daba tiempo de pensar en mi humanidad, aunque era loco, eso había sido hace muchísimo tiempo, en una dimensión que ya no existía. Y entre recordar y recordar vinieron a mi mente momentos de mi infancia, cuando vivía en una humilde casa con mis hermanos y mi mamá, esa adorable mujer que me dio la vida, pero no tuvimos la oportunidad de que todo fuese miel sobre hojuelas, entre todo lo turbio lo que más nítido y fieramente quemado tenía en mis recuerdos eran los llantos de mamá, con su cabello negro cubriendo sus ojos marrones, rogándole a la muerte por culpa de mi padre, y yo que ya estaba aprendiendo a leer la mente sin decirle a nadie no dormía escuchando sus pensamientos que a gritos pedían clemencia por ella y por nosotros. Phill y Will no se daban cuenta, y cuando lo hicieron los tres nos cerramos al mundo, al cariño y por sobretodo al amor cada quien por varias razones.

¿Si mamá lo hubiese hecho se hubiese salvado? ¿nosotros hicimos bien en volver nuestras antes almas puras, de piedra?

Quizá Will tenía razón, pudiera ser que yo estuviese haciendo mal al quedarme con Dipper, aferrándome a él para darme cuenta de que al final de cuentas él es lo único que me mantiene equilibrado. Pero depender tanto de alguien es un arma de doble filo con la que no quisiera ser apuñalado.

Eran las diez y Dipper había terminado su turno desde hacía muchísimo ya, y no lo culparía por volver lo más tarde que se pudiera, pues si yo fuera él y luego de eso yo también querría alejarme un poco.

No quería mostrarle cuanto dolor guardaba por las cosas que me sucedieron. Hablarle a Pine tree sobre mi pasado más lejano era un contrato firmado con tinta indeleble para perder la confidencialidad de un alma que rompía su coraza de piedra cada vez que él me demostraba que yo le importaba, que me amaba y deseaba tanto como yo a él.

Poco a poco me fui quedando dormido, cansado por tratar con ese bebé de cabellos castaños oscuros y ojos azules, aunque aún era pequeño era bastante difícil no quitarle el ojo de encima. De un momento a otro me dejé llevar por morfeo sin más.

[•••]

Habrían pasado treinta minutos o menos, no lo sé, pero no abrí los ojos al escuchar su voz, se oía ronco y se recostó en la cama junto a mí, sentía su mirada, luego acarició mi cabello y besó mi cien derecha y colocó su frente en mi hombro.

-Perdón... - susurró y se recostó ya totalmente, se abrazó a mi cintura, y cuando se durmió tiempo después yo me volteé y lo abracé igual, sintiendo su respiración calentando mi cuello.

Se acurrucó más, su cuerpo encajaba con el mío perfectamente y yo acariciaba su castaño cabello con suavidad y sonreí.

No Will, no estoy cometiendo ningún error.


Soy la única a la que le gusta escribir tomando té ¿ ahr, me siento medio drogada x'd
-quizá por eso escribo cosas tan lindas y neutras :u-
Bays <3


Of My Property (BillDipp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora