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Los días pasaban con rapidez, desde mi última discusión con Jungkook habían pasado dos semanas, ahora todo estaba tranquilo, si se podría decir.

Taehyung me abrió la puerta de la casa y me abrazó con fuerza.

—Soy un estúpido, un estúpido muy grande.—dijo mientras escondía su rostro en mi cuello.

—¿Qué pasa?.—pregunté mirándolo.

—Perdone a tú hermano, decidí darle una oportunidad, soy un imbécil.—dijo abrazándome con fuerza.

—¿No que no eras igual que yo?.—pregunté con burla y Tae se separó mirándome con los ojos llorosos.—Deja de sentirte mal, si no quieres estar con el, déjalo.—dije mirándolo.

—Es que si quiero estar con el.—respondió mientras me jalaba al interior de su casa.

—Entonces no te quejes.—dije.

—Pero es que quiero estar con él y a la ves no...no después de todo lo que pasó.—dijo cerrando los ojos.—No somos pareja, lo perdone y le di una oportunidad pero empezaremos de cero.—respondió él y asentí.

Suspiré pesadamente asintiendo con la cabeza.—¿Dónde está Jungkook?

—Es triste que ya no vengas por mí, si no por el.—dijo haciendo un puchero.

—Salimos cada fin de semana, tae.—respondí sonriendo.—Nos vemos todos los días en el colegio ¿Qué más quieres?.

—¡Eres malo!.—dijo besando mi frente.—Jungkook está en su cuarto.

Asentí y subí las escaleras rápidamente, entré en su habitación sin tocar y Jungkook sólo grupo.

—¡Tae, te he dicho muchas veces que golpees antes de entrar!.—dijo levemente molestó.

Se encontraba en su escritorio, revisando unas cosas del colegio, me acerqué a él y lo abracé por la espalda.

—Te extrañe, Kookie.—dije sonriendo y Jungkook giro la silla mirándome fríamente.

—Nos vimos hace dos días, Jimin.—respondió.

—Pero te extraño, ¿Tú a mí no?.—pregunté y el sólo me tomó de la nuca, uniendo nuestros labios en un ansiado beso, el sabor a café de sus labios me embriaga y siento la necesidad de fundirme en sus besos.

—Deberias irte, estoy ocupado.—dijo mientras volvía a lo suyo.—Sabes que no entró nunca a clases y debo esforzarme en los exámenes.

—Estudies o no, te va bien.—respondí.—Tú novio quiere un poco de atención.

—Jimin, no molestes.—dijo irritandose y siguió en lo suyo.

Me mordí el labio inferior y bajé a la cocina. Tal vez se siente mejor si le llevó algo de comer.

Prepare sándwiches, jugo de naranja y lo coloque todo en una bandeja, subí las escaleras y entré al cuarto de Jungkook.

—Más tardes nos vemos.—dijo Jungkook mientras hablaba por teléfono.—Te cuidas.

Entré en la habitación y Jungkook finalizó la llamada.

—Kookie....¿Con quién hablabas?.—pregunté mientras caminaba hacia el.

—Con una amiga.—respondió algo cortante.

—Te traje comida.—dije sonriendo y me acerqué a él.—Desocupa la mesa, amor.

Jungkook no hizo lo que pedí, así que extendí la bandeja hacía el.

—Kook, por favor.—dije llamando su atención, Jungkook soltó un gruñido y siguió de terco.

Me acerqué a él y volvi a extender la bandeja.

—¿¡Porque mierda no entiendes que me dejes tranquilo!?.—gritó enojado.—¡Quiero que te largues ahora mismo!.

—Jungkookie...—mordí mi labio inferior y Jungkook pasó las manos por su cabellera desesperado.

—¡Vete!.—gritó nuevamente.—Y deja de llorar, joder.

Pasé el dorso de mi muñeca por mi rostro limpiando las lágrimas traicioneras que se habían escapado.

—A-aquí te dejó la bandeja.—respondí con tristeza. Dejé la bandeja al lado de su computadora, tomé mis cosas y me dispuse a salir de la habitación.

—Recoje está mierda y vete, no quiero nada tuyo.—dijo molestó y bajé la mirada.—¡Que recojas ésto!.

Tiró la bandeja al suelo y el vaso se rompió, quedando pedacitos por todo el suelo provocando que el jugo se esparciera por todo el suelo manchando la alfombra. Sentí el nudo en mi garganta y las lágrimas volvieron en aparecer.

—¡Qué puta mierda! ¡Ésto es tu puta culpa!.—gritó enojado, tomó una chaqueta de cuero y pasó por mi lado empujandome.—¡No te quiero volver a ver por aquí! ¡Desaparece!

Me deslice contra la pared y Taehyung salió de su habitación corriendo.

—¡Puto cerdo de mierda!.—gritó Taehyung y al momento en que Jungkook salió la puerta principal resonó por toda la casa, tape mi rostro con mis manos y empecé a llorar nuevamente.

Taehyung me tomó entre sus brazos y me cargó hasta su habitación, depositandome con delicadeza en su cama, me quitó los zapatos y me arropó mientras besaba mi frente.

—Esperó que reacciones pronto, eres un desastre por culpa de el.—dijo suspirando pesadamente.

Aquella noche un ángel lloró, sintiendo su corazón romperse una vez más, sintiendo su corazón estrujarse, sus lágrimas se deslizaban por su hermoso rostro sin cesar, el sabía que esa relación era tóxica pero no quería dejarlo, lo amaba tanto que dolía, dolía estar sin el, ¿Qué era un poco de dolor a cambio de amor? Eso es lo que el se repetía siempre en su mente.

Jungkook lo estaba perdiendo lentamente, estaba destruyendo la sonrisa de un ángel, lo estaba ensuciando y sobre todo estaba perdiendo su amor sin que ambos lo supieran.

Muchas dirán ¿Qué onda con la dignidad de Jimin? Y weas así pero bueno :( no todos nos alejamos del daño apenas lo vemos, algunos nos acercamos más cuando no debemos, algunos nos aferramos a recuerdos, algunos vivimos en una fantasía y no aceptamos la realidad.

Lo digo por experiencia propia, yo estaba bien pendeja sufriendo por alguien que no lo valía y después de casi dos años es que reaccione.

Pd: tengan paciencia, hay relaciones tóxicas que duran muchísimo más tiempo, yo sé cómo hago mis cosas.

Jimin reaccionará, eso es seguro.

Tomorrow ✦ Kookmin 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora