Nurmengard (Wolfstar y Grindeldore +18) [EN PAUSA INDEFINIDA]

Capítulo 1

— Regulus — Sirius se apretó el puente de la nariz — cuando dije que nos juntáramos a tomar una copa, jamás sugerí una de tus mierdas.

— Pero tampoco dijiste que estaba prohibido — respondió el más joven de los Black riendo mientras le sacaba la lengua.

Sirius no podía creer donde lo había llevado su hermano menor, pero ahí estaba, tomando una jodida copa de whiskey a las rocas en Nurmengard, un jodido bar BDSM, realmente no entendía cómo a Regulus le gustaban esas cosas y sinceramente, no quería saber en qué tanto estaba metido su hermano.

A su lado pasaban hombres y mujeres con escasa ropa, algunos iban simplemente desnudos, ofreciendo risitas coquetas y toques sin vergüenza alguna, Sirius se estaba exasperando, realmente no estaba interesado en ese mundo, hizo una mueca cuando una gran mujer se le ofreció como esclava, negando inmediatamente con la cabeza, porque en primer lugar no quería un esclavo y en segundo, le gustaban los hombres. A su lado, su hermano estaba riendo a carcajada limpia, definitivamente había sido muy buena idea llevar a Sirius a ese lugar, realmente se estaba divirtiendo al ver sus muecas y caras de desconcierto.

— Reg ¿tú haces esto? — por primera vez Sirius se atrevió a preguntar.

— Si, y no tiene nada de malo, simplemente es otra forma de vivir la sexualidad. Así como tú eres homo, yo soy hetero, pero con gusto por el BDSM, soy un dominante — explicó el joven con una amplia sonrisa. Sirius suspiró aliviado, al menos su hermano no tenía algún problema masoquista o algo de ese tipo.

— Ok, no te estoy juzgando — le dio un juguetón golpe en el hombro — sólo que creo que esto no es para mí, aunque no te niego que me llama la atención, me da algo de curiosidad — explicó el mayor bebiendo de un golpe toda su copa.

Siguieron hablando de temas triviales, aunque no podían evitar conversar asuntos de oficina, después de todo los hermanos Black eran los herederos de una de las más grandes empresas internacionales del país. Ambos jóvenes, guapos y exitosos empresarios, objetivo de paparazis, revistas de farándula y cazafortunas.

Sirius estaba bufando, no podía creer que el idiota de su hermano estuviera coqueteando con una linda rubia, terminó tosiendo y derramando su bebida cuando Regulus le dio nalgadas, haciendo que la mujer soltara algunos chillidos lascivos.

— Nos vemos después, amo Black — la mujer le dio un sensual beso en la boca, estuvo a punto de hacerlo con Sirius, pero el rizado logró correr su cara, realmente se sentía en un manicomio, él solo quería estar en un bar normal con una cerveza, nada de excentricidades, estaba más que seguro que la próxima vez él elegiría el lugar, nunca más en la vida le permitiría a su hermano recomendar un bar.

— Deberías buscarte un bonito sumiso, solo prueba una sesión — comenzó a intentar convencerlo Regulus, pero Sirius se negó de forma rotunda, pese a su aspecto rudo, a él le iba más el sexo vainilla y no se avergonzaba de aquello.

Las luces bajaron en intensidad y la música cambio, frente a ellos se abrieron unas cortinas revelando un hermoso escenario, al menos eso había pensado Sirius hasta que un hombre portando apretados pantalones de cuero, traía con dos cadenas como si de perros se tratasen, a una mujer y a un hombre desnudos.

No quería ni pensar en lo que pensaría su madre, estaba segura de que la vieja pensaba que el compuesto y correcto de Regulus no estaría metido en ese tipo de antros, y aquí lo encontraba, con la vista fija en el espectáculo, en ese momento la mujer estaba siendo atada con tiras de seda, no negaba que la escena era bastante bonita, quizás ese tipo de cosas las podría soportar, pero definitivamente desvió la mirada cuando el dominante comenzó a azotar al hombre con el que había subido al escenario, quería huir de ahí, ya no aguantaba más.