Sirius estaba enfurruñado, no quería admitirlo, pero era hora de buscar ayuda, no podía seguir rindiendo en la oficina si apenas dormía, y todo por su estúpido insomnio.
Había sido su hermano quien finalmente lo convenció de buscar ayuda, aunque algo avergonzado decidió ir al psiquiatra para que le diera algunas medicinas, Regulus le explicó que tendría que ser sincero, pues estaba seguro de que había un motivo para que sus crisis insomnes se presentaran.
Ahí estaba el mayor de los Black rumbo a la oficina del amigo de Regulus, no estaba muy confiado en ir al psiquiatra que también tenía un bar BDSM, pero su hermano había sido enfático en que era un excelente médico, información que corroboró en internet, pues Albus Dumbledore tenía excelentes comentarios, incluyendo interesantes artículos publicados en diversas revistas de psiquiatría. Porque, aunque Sirius jamás lo admitiera, a él le encantaba leer de todo, muchas veces se perdía aprendiendo cosas nuevas, pues era muy curioso y un ávido investigador.
Iba bebiendo de su café, quizás ahí estaba el problema de su insomnio, pero se negaba a dejar sus vicios, él no sería nada sin su café, sus cigarros, el sexo ocasional y sus constantes tatuajes en el cuerpo, sus mayores placeres.
Estuvo seguro de que su bebida cayó de la comisura de sus labios, no podía creer que el causante de sus recientes crisis de insomnio estuviera frente a él, de seguro era una ilusión, ya estaba cayendo en la locura, había leído que muchas noches sin dormir podrían provocar aquello, dio un trago largo a su café mientras cerraba los ojos, era obvio que al abrirlos el castaño ya no estaría.
— Amo Black.
— Ese es mi hermano — fue lo primero que respondió Sirius de forma cortante.
— Señor Black.
— Ese es mi padre — bufó haciendo un puchero que Remus encontró sumamente adorable — sólo dime Sirius — terminó con una sonrisa mientras le extendía la mano de forma amable.
Remus de forma torpe tomó el saludo, sintiéndose algo avergonzado ante el heredero de los Black. Rápidamente el rizado le comenzó a conversar, pese a que el normalmente era alguien arisco, sintió una extraña compulsión por generar dialogo con Remus, realmente deseaba escucharlo, saber más de él.
Los minutos pasaban y no había señales del psiquiatra, al parecer su paciente anterior tenía mucho de que hablar, pero Black por primera vez no se sentía exasperado ante la espera, pues estaba realmente interesado en sacarle algunas palabras a Remus, quien poco a poco estaba siendo más animado en conversar.
La puerta se abrió de golpe, dejándose ver a un acalorado Albus mientras Gellert se abrochaba la camisa, para luego acercarse hasta su esposo, tirar de su corbata y dar un cálido beso, prometiéndose verse más tarde. Luego con una sonrisa más que resplandeciente, saludó a sus ya conocidos y se fue del lugar mientras su esposo no le quitaba una vista de enamorado.
— Veo que estabas muy ocupado — soltó Sirius riendo mientras Remus mantenía la mirada baja, para no incomodar. Albus se sonrojó, pero aún así soltó una risita invitando a pasar a su paciente, que era Sirius.
Sirius no se dignó a hablar mucho, pues realmente no quería hablar sobre Remus y tampoco creía que tuviera alguna especie de "traumas parentales" como algunos otros especialistas le habian diagnosticado, simplemente tenía unos padres cabrones que preferiría estuvieran muertos, lamentablemente le gente malvada tiende a vivir más años.
Albus lo escuchaba con atención anotando algunas cosas en su libreta, sabía que había algo más y no le habían pasado desapercibidas las miradas que Sirius le daba a Remus, pero sabía que para que el rizado hablara del tema debían ser amigos y no simplemente psiquiatra-paciente, para eso esperaba estuvieran los amigos de Sirius.
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Nurmengard (Wolfstar y Grindeldore +18) [EN PAUSA INDEFINIDA]
FanfictionNurmengard, un bar BDSM. Remus, un sumiso corrompido. Sirius, un rebelde que le gusta el sexo vainilla. Una necesidad, convertirse en amo por su bienestar. + 18, temática sensible. Wolfstar, Grindeldore, otros.