D O S - La prueba

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Al día siguiente llegamos bien de tiempo, aunque yo estaba que me moría de sueño.

No ayudaba que la primera clase que nos tocara fuera historia.

Me fui a mi sitio (atrás del todo) , cruzé los brazos encima de la mesa y me tumbé sobre ellos.

-Oye, ¿estas bien?- Me preguntó la chica rubia del día anterior con una sonrisa. Hoy llevaba dos coletas.

-Si, si, es solo que estoy un poco cansada.- Respondí devolviendole la sonrisa.

-Aah, bueno entonces te dejo en paz.

-No, no hace falta-. Dije mientras le agarraba del brazo para que no se fuera. Necesitaba hacer amigos.

-Esta bien.- Me dijo y se sentó en la silla de la chica borde.- Me llamo Mei, por cierto.- Su nombre signigicaba belleza, adjetivo el cual la representaba muy bien. Su cara era muy simétrica y sus ojos eran preciosos, parecían hechos de ámbar. Su sonrisa enamoraba y tenía pinta de ser muy maja.

Estuvimos hablando, conociendonos mejor. Me dijo que se había mudado a Miyagi hace poco también, pero ella sí era japonesa. Me preguntó que donde vivía y yo le expliqué la ruta que me llevaba a casa, me dijo que me podía acompañar. Me contó que ella también iba a hacer las pruebas de volley esta tarde <Me cae bien esta chica>.

Entonces la chica borde llegó.

-¿QUÉ ESTAS HACIENDO EN MI SITIO?- Le gritó a Mei

-Lo... Lo siento, yo solo...-Dijo mientras se levantaba cabizbaja y se marchaba.

-Y que sea la última vez-. Le advirtió

-Relájate, es solo un sitio-. Intervine yo.

-Vamos a ver, ¿pero tu quien te has creido? No llevas aqui ni una semana y ya vas de chulita. Aqui mando yo y si tienes algún problema con eso pues te jodes.

-Serás...- Salvada por la campana. La profesora llegó y yo la miré con cara de te voy a matar en cuanto pueda. <Que chica más repelente>.

La clase trancurrió con normalidad, salvo por el hecho de que Hinata no apareció. Terminó la clase y yo me fui ha hablar con Mei y con sus amigos cuando de repente apareció el pelirrojo, despeinado y exhausto.

-Pero que te ha pasado alma de cántaro-. Le pregunté mientras me acercaba a él.

-No me ha sonado el despertador-. Respondió sin aliento. Yo me reí.

-Bueno, no te has perdido nada interesante.- Le dije y me sonrió.

-¿Qué haces hablando con este individuo?- Preguntó Tobio por detrás de mi.

-¿Ya empezamos?- Le dije yo cruzandome de brazos y girandome hacia el.

-Ya sabes que me cae mal.

-Oyee, que te estoy escuchando.- Chilló Hinata con indignación.

-Lo sé

Iban a empezar a discutir cuando llegó nuestra tutora, la profe que me cae mal, la de inglés.

Cada uno se fue a su sitio y empezó la clase. Fué tan aburrida como el resto.

Cuando se acabaron las clases fui al vestuario acompañada de Mei para cambiarnos para las pruebas y para nuestra sorpresa la borde estaba allí. Ella también iba a hacer las pruebas.

-¿No me digais que vosotras también vais a hacer las pruebas de volley?-. Nos preguntó con aires de suficiencia.

-Pues si.- Dije yo con la cabeja bien alta mientras Mei miraba al suelo.

-Os deseo suerte, no podreis contra mi-. Espetó la morena mientras salía del vestuario

-Ya lo veremos.- Dije mientras me aguantaba las ganas de pegarle un puñetazo.- ¿Porqué no le dices nada?- Interrogué a Mei cuando la otra se hubo ido.

-No me gustan las confrontaciones-. Admitió la rubia. Yo lo dejé estar y empezamos a hablar de volley. Resulta que Mei llevaba jugando desde los 5 años y que era colocadora. Yo le expliqué mi historia:

-Yo empecé a jugar hace 3 años pero lo tuve que dejar al 2°año porque me habían puesto en un equipo que no me gustaba nada y desde entonces no he vuelto a jugar.- Expliqué.

Terminamos de vestirnos y fuimos al pabellón en donde nos habían dicho. Allí estaban dos chicos de segundo, según nos había contado otra chica, Yumiko, era alta y tenía el pelo castaño, casi naranja, no era muy guapa pero tenía cierto encanto.. Nos dijo que iban a ayudarnos con nuestras pruebas por que los chicos de su equipo estaban haciendo pruebas a otros chico y no les necesitaban.

-Vengaa, a calentar-. Ordenó Michimiya. Todas, las 6 que habíamos asistido, empezamos a correr. Noté que uno de los chicos no paraba de mirarme, el bajito de pelo en punta con un mechon rubio, yo le miré y ambos sonreimos, Mei me dio un codazo en las costillas y se rió de mi.

-Ya estás ligando-. Murmuró. Yo la empujé y reimos.

Despues de correr hicimos unos estiramientos y acto seguido nos pusimos en parejas a calentar.

Hacía un año que no tocaba siquiera un balón de volley. Cuando cogí uno se me vinieron a la cabeza todos los buenos recuerdos que tuve con mi primer equipo y los malos con el segundo.

-¿Holaa?- Me dijo una voz detrás mia burlonamente, era el chico de antes, era algo más alto que yo, pero porque yo soy bajita de por si.- Te has quedado embobada cuando has cogido el balon.- Se rió.

-Si, lo siento. Esque hace mucho que no juego al volley y me preocupa estar oxidada.- Le contesté con una sonrisa

-Bah seguro que lo haces bien, ¿Cómo te llamas?

-Mitsuki... ¿Y tu eres...?

-Nishinoya, pero tu puedes llamarme Noya, pero solo por ser tu eeh.

-Me siento especial-. Dije de broma y reimos. Era agradable. Le dije que me tenía que ir y fui a donde estaba Mei, que me miro con cara de "te gusta y lo sabes", yo simplemete negué con la cabeza y me reí.

Michimiya nos pidió que empezáramos dándole de dedos.

Lanzé la pelota entrenté de mi. Todo estaba en silencio y a oscuras. Lo único que veía era la pelota y mis manos apunto de darla. Le dí mal, solo le di con la yema de los dedos, pero llegó bien a Mei esta me la devolvió perfecta. Me agaché un poco para darme impulso, esta vez me concentré en la posición de mis manos. Le dí bien pero se me desvió un poco. Mei la alcanzó y me la volvió a mandar perfecta. Está tenía que salir bien. Y salió bien. Las siguientes solo fueron mejores.

5 minutos después tocaba antebrazos. Mi fuerte.

Iba a sacar Mei, me la mando muy bien, cómo no, lo único que tenía que hacer era flexionar piernas, encoger hombros, juntar antebrazos y apuntar.

Me puse en posición. En el momento que la pelota tocó mis antebrazos recordé de cuando en medio de un partido con mi último equipo yo acababa de hacer una salvada tremenda pero que no llegaba al campo y las demás en vez de correr un poco y seguirla sólo se quedaron mirando cómo botaba el balón.

Mientras pensaba en esa escena Mei y yo ya habíamos dado unos cuantos toques.

Ahora tocaba remates, lo cuál no supuso ningún problema.

Cuervo nuevo || Nishinoya Yuu *Sin terminar*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora