C I N C O

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Eran las 6 am y no ne quería levantar de la cama. Estaba tan cómoda...

Me senté en mi cama lentamente y me recogí el pelo en un moño mal hecho. Luego cogí mi móvil y lo primero que hice fue entrar al whatsapp. Tenía bastantes mensajes, la mayoría eran de mis amigos españoles diciendo que me hechaban de menos y el resto era de mis nuevos amigos japoneses.

Ví que Mei me había escrito dicendome que sentía mucho su comportamiento de ayer. También me dijo que no quería ser amiga mía, que no quería sufrir. Yo me disculpé también y le dije que lo entendía.

No me apetecía hablar con nadie más después de leer ese mensaje así que simplemente fui a instagram a ver que había de nuevo y la verdad es que nada interesante. Tampoco respondí los mensajes de ahí.

Dejé el móvil en la mesita de noche que tenía al lado y solté resoplido odiando mi vida.

Salí de la cama muy a regañadientes y fui a lavarme la cara, después bajé a desayunar.

Eran las 6.30 a.m. y nuestro bus salía a las 7.15 así que aún había tiempo.

Cogí una tostada y la unté con chocolate y también me serví una taza de café. Llevé mi comida al comedor y me senté en mi silla. Eché azúcar al café y empecé a removelro mientras pensaba en mis cosas. Me dolía un poco la cabeza así que la apoyé sobre la palma de mi mano. <Perfecto, ahora también le caigo mal a Mei y por mi culpa no está en el equipo, y todo por esa hija de puta. Joo me ha sentado fatal que Mei me dijera eso, cuando empezamos a hablar sentí que íbamos a ser grandes amigas pero veo que me equivocaba...pfff que estrés macho. ¿Y si por una vez hago caso de lo que me dicen y dejo de complicarme la vida? En ese caso perdería todo mi orgullo y no es plan, que solo llevo 2 días. Aunque a la larga será lo mejor... Pero no, yo no soy así, quiero ver hasta donde es capaz de llegar esa señora...>

-Oyeee.- Dijo Tobio agitando la mano enfrente de mi cara-. ¿Estas bien? Llevas como 5 minutos agitando tu café.- Me informó mientras se sentaba enfrente de mi con su desayuno.

-Si, no es nada, es solo que me ha jodido no poder entrar en el equipo.- Le conté mientras quitaba la cucharilla de la taza y la ponía sobre una servilleta.

-Entiendo, se te nota

Resoplé y seguí pensando en mis cosas mientras tomaba mi desayuno.

-¿Por qué no te vienes hoy a entrenar conmigo?- Ofreció mi hermano con cara de preocupación al verme tan triste y pensativa ya que yo suele ser muy alegre y no soy muy de quedarme callada.

-No hace falta, no quiero molestar-. Negué aunque me moría de ganas de decir que sí. Pero no quería que me conocieran como la acoplada.

-¿Qué vas a molestar? Seguro que a los chicos no les importa, ademas son muy majos seguro que te caen bien.

-Bueno si tanto insistes.- Reí y terminé mi desayuno.- Pero solo hoy eh

-Ya veremos jaja

Llevé los platos al fregadero y subí a cambiarme. Eran las 6.45 a.m. Aun quedaba tiempo.

Me puse mi uniforme, preparé la mochila, la bolsa de deporte, cogí mi móvil y bajé al salón a esperar a Tobio.

Me senté en el sofá y volví a entrar al whatsapp. Le expliqué todo lo que había pasado esos días a mi mejor amiga Helena. Luego vi que me habían agregado al grupo de clase y fui añadiendo a la gente, algunos me habían hablado por privado así que les respondí. También me habían hablado algunos de otros cursos <¿Como tienen mi número?>  Solo eran 3 o 4 y todos me dijeron lo mismo, que les parecía maja y que querían llevarse, yo les respondí que vale. Me fijé en que Natsumi me había vuelto a escribir:

Esto es solo el principio

La volví a dejar en visto.
Luego bajó Tobio y pusimos rumbo a clase.

El día fue MUY aburrido. No pasó nada especial. Mei seguía sin hablarme.

En la hora de comer, hacía demasiado calor para salir, así que nos quedamos en clase. Todos se pusieron a comer en grupos. Habían 4: el de Natsumi, uno en el que solo había chicas, otro en el que soló había chicos (entre ellos mi hermano) y el último, el más numeroso, en donde estaba Mei. No me apetecía socializar así que me quedé en mi sitio, atrás del todo. Me comí mi comida y luego me puse a dibujar.

Enoshita pasó por enfrente de mi clase y al verme sola me invitó a irme con él. Más bien me lo ordenó.

Su clase estaba a unas puertas de la mía. Mientras caminábamos le dije que iba a ir con ellos a entrar por la tarde. Este se sorprendió y le dije que no me habían cogido lo cual le dejó mucho más sorprendido.

Cuando entramos a su clase me dí cuenta de lo aburrida que era la mía. Nishinoya y un chico alto y rapado estaban haciendo estupideces. Algunos reían en fuertes carcajadas. Otros dibujan cosas graciosas en la pizarra y el resto (muy pocos) eran los normales.

-¡Mitsuki holaa! - Exclamó Noya al verme.- ¿Cómo tu por aquí?

-Vi que estaba sola en su clase y la he obligado a venir conmigo-. Contestó Enoshita por mi.

-¿Y que hacías sola?- Volvió a preguntar Noya.

-No me apetecía socializar.- Contesté mientras me rascaba un poco la nuca y sonreía. Me fijé en que el chico rapado me estaba mirando fijamente así que le miré con la misma cara para hacerle burla. Este se rió.

-¿Por qué tu cara me resulta tan familiar?-. Me preguntó éste.

-Tal vez el hecho de que sea la hermana de Tobio tenga algo que ver.

Estuvimos hablando y riendo lo que quedaba de tiempo, la verdad es que lo pasé muy bien. Resulta que el chico rapado se llamaba Tanaka y que él también jugaba al volley. También conocí a unas cuantas personas más, todas muy majas.

Sonó el timbre y Noya se ofreció a acompañarme a clase, cosa que no rechacé.

La gente nos miraba raro, pero yo no le dí importancia.

-No me has dicho en que posición jugabas.- Comentó Noya.

-Es complicado a ver, en mi primer año empecé jugando de colocadora pero a finales de temporada el entrenador me cambió a líbero. Luego el segundo año seguí jugando como líbero durante un mes hasta que me cambiaron a rematadora y así jugué unos 4 meses y él último mes antes de dejarlo volví a ser líbero.

-Madre, que complicado.- Rió.

-Ya, bueno gracias por acompañarme.-Dije cuando llegamos a la puerta de mi clase.

-Nada.-Contestó y se despidió con la mano y una sonrisa.

Al entrar vi a Natsumi en mi sitio. Cuando vio que la miraba se levantó y vino hacía mi con cara de odio.

-No aprendes eh, estas cometiendo un grave error, te doy la oportunidad de disculparte ahora.- Ofreció con aires de suficiencia.

-Ni de coña.- Contesté yo y la aparté de mi camino. Esta me siguió y me susurró:

-No digas que no te he avisado. Ya has visto lo que me ha costado quitarte del equipo de volley y hacer que tu amiga te desprecie, y eso no es ni el cuarto de lo que puedo hacer.

Yo me senté en mi sitió y giré mi torso hacia ella sonriendo.

-Estoy impaciente por ver que puedes hacer, ya he lidiado con esto una vez y salí triunfante.- Mentí, nunca me había pasado nada así. En España las cosas se arreglan a puñetazos.- Así que, te deseo suerte.- volví a sonreír, más que antes. Natsumi se fue y por su cara pude deducir que no estaba muy contenta. El resto de clases transcurrieron con normalidad.

-¿Nos vamos?- Preguntó Tobio cuando terminamos la última clase.

-Tú ve yendo, yo le tengo que dar una cosa al profe.- El profesor de historia me había dado una ficha para ver mis conocimientos sobre la materia. Le entregué la ficha y recogí mis cosas lentamente. Era la última en salir, no quería cruzarme con Natsumi ni con las chicas en los vestuarios. Por suerte cuando llegué ya se habían ido.

Cuervo nuevo || Nishinoya Yuu *Sin terminar*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora