Capítulo 2.

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-Ya te dije que no-Hablé repitiendo las palabras que, anteriormente le había dicho a Charlie.

-Pero... ¿Por qué no?-Insistió de nuevo.

-Sabes que ese tipo de lugares no son lo mío.

-Marcel, lo tuyo son los libros y los estudios. No siempre se puede hacer lo mismo. Anda, será divertido.

Y no lo ponía en duda. Sé que la invitación que me ofrecía Charlie era tentativa, pues son Las Vegas. La ciudad que se define por "tentación".

-Lo pensaré.

-¿Y cuándo se supone que será eso? El viaje es para mañana.

-¿Mañana? ¿Por qué la prisa?

-Como se ve que nunca me oyes. Mis padres me dieron la oportunidad de celebrar mi graduación en otro lado que no sea en una discoteca, ¡Y lo mejor de todo es que me dejan llevar a un amigo! ¡Y tú te estás negando!

Nunca he visto a mi amiga tan alterada como ahora, de verdad quería que la acompañara.

-De acuerdo, si es tan importante para ti. Iré. ¿A qué hora pasas por mí, mañana?

-8 am. No quiero encontrar tráfico. ¡Esto será genial! Voy a empezar a empacar, ¡no puedo esperar!- Dijo gritando, alterada. Corrió hasta donde estaba su bolso y chaqueta, colocándoselas. Luego acercándose a mí y depositando un pequeño beso en la comisura de mi boca. Se retiró de la misma algo sonrojada, típico de ella. Lo cual es extraño por su apariencia física, no parece el tipo de chica que haría algo así.

Recogí los vasos que se encontraban en la mesa, producto de lo que le había ofrecido a Charlie. Luego los coloqué en el lavaplatos, los lavaría después; giré sobre mis talones, caminado hasta mi habitación para comenzar a armar la maleta para mis mini vacaciones.

Ashley:

Maldito, estúpido, odioso despertador. 7 am. Hora de ir al gimnasio.

Me levanté con mucha pereza, andando hacia el baño, en el cual me cepillé el cabello y lavé la cara y dientes. Salí de éste para ir al armario, tomé una camisa Adidas de color morado, con unos leggins negros y unas zapatillas de deporte también moradas.

Agarré las llaves, mi celular, mi billetera, una toalla para secarme el sudor y un termo con agua muy fría. Para saciar mí sed después de terminar.

Fui hasta aquel sitio a pie, escuchando música. Al entrar, el aire acondicionado, como siempre, estaba a 18 grados. O sea, estaba tan fresco como afuera.

-Hola, Larry.-Dije saludando al portero, quien se encargaba de anotar a las personas que venían a usar o recibir alguna clase particular.

-Hola, Ashley. ¿Harás lo de siempre?

-Sí, ya conoces mi rutina. Nos vemos en 45 minutos.

Pues sí. La rutina, yo la nombré de esa manera. Porque son 30 minutos de bicicleta estática y 15 minutos de abdominales y sentadillas.

Comencé en el orden anteriormente dicho, cuando la música baja de volumen, indicándome que un nuevo e-mail había llegado. Lo abrí sin mucho interés, ya que estaba enfocada más en los ejercicios que estaba haciendo.

"Felicidades, tú has sido una de las tantas personas seleccionadas para realizar el mini viaje con destino a Las Vegas; por favor, confirma tu partida haciendo clic aquí..."

Eso fue todo lo que alcancé a leer porque empecé a gritar de alegría. Lo había logrado, me iría a celebrar que terminé con ese infierno.

Todas las personas me miraron intrigadas, pero no me importaba. Hasta Larry corrió adentro para ver qué es lo que pasaba. Pero simplemente le hice señas para que supiera que no era nada malo.

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⏰ Última actualización: Jan 06, 2015 ⏰

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Vegas Disaster. →Marcel Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora