Hoy, el mejor día de la milenaria existencia de Young Ho, el Mark Lee de aquel mundo moriría, los seres divinos no podrían mantenerlo más con vida pero debía reencarnar en otra de sus vidas y ahí es cuando Young Ho hace su espectacular entrada en la vida de el muchacho, aunque no lo quisieran era tan solo el destino y el destino era mucho más grande que todos ellos. Young Ho viste su mejor traje y vuelve a aparecer frente a los ojos de Mark, es tan bello como siempre pero algo estaba mal ¿Dónde estaba la muerte?
- Deberías descansar de una vez, Mark Lee... - susurra pero Mark empieza a desaparecer, una sonrisa ladina se planta en su rostro e intenta acercarse al amor de vida pero entes de que lo lograra desaparece sin dejar rastro ¡Malditos! Se lo llevaron, pero el no dejaría las cosas así, nunca. Young Ho iba a llevarse a Mark como sea porque le pertenecía a él y a nadie más, aquellos seres nunca podrían quitárselo porque gracias a las leyes que se crearon al principio de los tiempos el amor dominaba sobre todo y también el libertinaje por lo que no podían hacer nada en su contra, lo amaba y nadie cambiaría tal hecho.
- La encontraré Young Ho, siempre lo hago - el mencionado se da la vuelta divisando al ser de luz que se encargaba de separarlo de su amado siempre - encontraré la manera de separarlos y lo sabes.
- Ya lo veremos Donghyuck - en un santiamén desaparece de la vista de aquel ángel mientras este suspira cansado, lleva milenios y Young Ho aún no se rinde ¿Amor? Claro que no, Donghyuck sabe que es solo un capricho más de aquel ser abominable y también sabe que no debe dejar que se salga con la suya o sus altos mandos lo castigarán de una manera terrible. Con otro leve suspiro desaparece de aquel lugar que en realidad era la nada y vuelve a la tierra a cuidar de su resguardado, le duele verlo así porque no parece estar dormido, su piel pálida y todos los tubos a los que está conectado no se lo permiten pero Donghyuck no puede llorar, el llanto de un ángel puede ser fatal en cualquier lugar del mundo, una gota de sus lágrimas puede significar la muerte de cientos de personas, con eso en mente se resiste a aquel dolor en su pecho, se resiste al dolor que le causa ver a su resguardado de esa manera pues lo vio crecer en todas sus vidas pero, de todas, esta es la peor es en la que más a sufrido esa pobre alma que no hizo nada peor que ser la obsesión de un desterrado de un ser que no existe ni aquí, ni allá sino en todas partes, un ser que lo acapara todo y consume de a poco vidas y amores.
Pasaron muchos meses más dónde Mark estuvo completamente solo aunque podía escuchar las voces de todos aquellos que lo visitaban sólo deseaba morir, todos son unos hipócritas y el lo sabe ¿Por qué no puede morir de una vez y dejar de sufrir ya? Intentó suicidarse en aquella piscina pero cuando se estaba ahogando el paisaje cambió, ahora era una larga llanura sin nada en kilómetros.
- Mark - alguien llama a su nombre pero no logra ver a nadie en aquel lugar ¿Ahora alucina en sus alucinaciones? - Mark, aquí ¿No me ves? - Donghyuck toma forma humana para tocar el hombro contrario con delicadeza. Mark lo vio en ese momento ¿Quién era?
- ¿Eres mi conciencia? - dice lo primero que se le viene a la mente produciendo una bella sonrisa en el contrario.
- Entonces deberías saberlo tú ¿No lo crees? ¿Por qué preguntarle a tu conciencia si es tuya? - Mark ve el sentido en lo pronunciado por "su conciencia"
- Entonces ¿Cómo te llamas? - Donghyuck sonríe y decide jugar de esa manera con él porque era mucho más difícil hacerle entender todos los misterios de el universo sin condenarlo a la eternidad.
- Soy tu conciencia, deberías ponerme un nombre tú - Mark frunce el ceño.
- Mi conciencia nunca sería tan amable conmigo después de todo le que le he hecho a...te llamaras Haechan - Donghyuck sabe lo que Mark piensa y al parecer se ha dado cuenta pero en su mente es mejor estar acompañado de un ser en el que en realidad no cree que volver a estar solo en esa infinidad.
- Muy bien, Haechan será - ¿Haechan? ¿De dónde sacó tal nombre? Donghyuck estaba curioso pero estaba allí para otra cosa - Mark, no mueras - Mark sonríe de lado y lo mira con cansancio.
- Dame una buena razón para no hacerlo - Donghyuck toma una de las manos del contrario y con un rostro suplicante lo mira a los ojos.
- Estaremos en peligro si lo haces - Mark alza una ceja y bufa.
- ¿Por qué eres mi conciencia?
- No, no soy tu conciencia, - Donghyuck toma la otra mano las aprieta juntas suavemente - lo sabes, sabes lo que soy pero no lo aceptas y si te digo que estamos en peligro es porque lo estamos. Haz sido uno de los resguardados que más he estimado en mi existencia y el único por el cual he intercedido más de dos veces.
- Pero Donghyuck, si me conoces tan bien como dices ¿Por qué no entiendes que mi mayor deseo en la vida es morir? ¿O es que quieres que continúe sufriendo como lo he estado haciendo desde algún tiempo - Donghyuck... ¿ LO LLAMO DONGHYUCK?
- ¿Mi nombre no era Haechan? - Mark lo mira extrañado y asiente. - Pero me llamaste Donghyuck ¿Por qué?
- Ese es tu verdadero nombre ¿O no?
- ¿Cómo lo supiste?
- Lo supe y ya - Mark alza sus hombros demostrando lo poco interesante que le parece tal situación pero para Donghyuck es completamente lo contrario ¿Cómo lo supo? ¿Otro misterio del universo? ¿Un misterio que ni siquiera él conocía? Todo estaba mal con su resguardado, era tan misterioso y sus otras vidas tan extrañas ¿Qué era en realidad? ¿Era realmente un humano común? Lo aparentaba pero en ese mundo Donghyuck debía sospechar de cualquiera, ese mundo no era completamente normal, una realidad extraña, el error, el mundo aborrecido por su propio creador ¿Qué estaba mal? Simplemente todo desde que lo creó.
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Hola, a nadie le importa después de todo pero ando sad haré perdón si esta pende jo todo lo que escribí, no estoy bien mentalmente :cMe despido bbys
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