Aristóteles y Dante ||Historias Random||

5.- Noche de fiesta. |Parte 1|

¡Hola gente bonita de Wattpad! Mil perdones por estar desaparecida, pero me han pasado un montón de cosas y a parte lidiar con la inspiración está más cañón, pero ya tendré más contenido, los quiero ¡Gracias por leerme!

En el siguiente AU. Será que Dante y Ari asisten a la misma escuela, con la diferencia de que Gina y Susie son las amigas de Dante, que es un chico conocido por ser el artista, mientras que Ari es el "popular" pero de una manera no tan cliché ¿Okey?. Ahí va...

Por cierto, esta historia tendrá algo nuevo, un poco de interacción al desnudo entre ellos (Petición de un lector y mi salida de la zona de confort)

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Yo lo seguía observando sin creer que fuese posible todo esto, lograr salir con él. Es encantador, no lo puedo negar, pero aún me quedan tantas dudas sobre lo que se hace dentro de una relación.

Hace unas semanas llegaron dos personas nuevas, un chico y una chica, que por cierto son simpáticos. El chico a cada que podía se le acercaba a Ari, por ello no paraba de cuestionarme si yo soy lo suficientemente bueno para no ser reemplazado por una estúpida cara bonita, odio mi inseguridad, a pesar de Ari siempre me deja recalcado que él me quiere muchísimo.

Ayer en la tarde salimos a pasear, y como siempre, me la pasé bastante pensativo, cosa que él enseguida se dio cuenta.

—¿Todo está bien? —Me tomó de la mano —. Andas muy callado.

—Es que —Lo pensé —. Me siento fatal, ayer me golpeé muy fuerte la rodilla mientras estaba pintando algo en mi pared, fue doloroso —Mentí.

Él sonrió y me abrazó.

—¿Eso es todo? —Me miró con una expresión tan... no sé, sabía que él intentaría sacarme más, pero no podría.

—Sí —Sonreí —. ¿Por qué no mejor me das un beso?

Se acercó a mí y me dio un beso de piquito.

—Te quiero de a montón Dante —Sonrió nuevamente, su sonrisa me irradia felicidad y sinceridad —. Mañana será la fiesta de la que te platiqué, en mi casa a las 8 —Me miró con picardía —. Aunque en realidad será a las 10, pero yo te quiero conmigo más tiempo.

Me sonrojé.

—Así será Mendoza —Afirmé, luego seguimos caminando agarrados de la mano.

Y hoy... lo he evitado a toda costa.

¿Por qué? Resulta que el chico ese, se la ha pasado hablando con él todo el tiempo, se metió a charlar en su grupo de amigos y parecen pasarla bien. Incluso mi inseguridad iba de maravilla, hasta que Gina apareció.

—Ejem —Toció falsamente —. Parece que alguien está evitando a su chico.

—Tal vez —Mascullé.

—¿Por qué? ¿Qué sucedió está vez? —Insistió.

—Mírame —Dije —. Esto me va a matar.

—¿Tu sudadera? —Señaló mi estómago .

—No —Dije serio.

—¿Entonces? —No parecía captar mi señal.

—¡Estos celos, me hacen daño, me enloquecen! —Dije, hasta que recordé que es el fragmento de una canción mexicana—. Te juro que mi autoestima ha bajado dos líneas.

—Ah —Se sentó junto a mí —. Mira, ese idiota te quiere lo suficiente para que dejes el drama ¿Okey? Ahora, deberías estar ahí con él y no ese chico.