* Día 1∅, con orejas de animales *
- Jajaja - Antonia, la pequeña hermana del mexicano se reía de su desgracia -.
- Cállate Sebastiana - le dijo molesto al verse en el espejo con tan ridículas orejas de oso -.
- Ya sabías que nosotros nunca perdemos apuestas - me dijo en un tono burlon -.
- Corrección, los que nunca perdemos apuestas somos papá y yo - la miró de reojo -.
- Si si, lo que digas rey del drama - salio de la casa sin culpa alguna -.
El mexicano soltaba quejas de su aspecto actual, pero el sonido de la puerta llamo su atención, pensaba que la tonta de Antonia había olvidado sus llaves.
Al abrirla vió a Nathaniel escuchando música, intentó cerrar con rapidez la puerta pero lo que para el mexicano era una dulce voz lo detuvo.
- Hola - le saludó con una tierna sonrisa -.
- Ho-hola - comenzó a tartamudear -.
- Oh, que todavía no es Halloween cabeza hueca - le dijo con una sonrisa -.