¿Quién eres?.

1.

-¿Quién eres?-.

-¿Por qué todos los días me hace la misma pregunta una y otra vez, señorita Frost?-. se acomodó de manera en la que quedó mas cómodo en la silla de metal.

-¿No lo recuerdas verdad?.-

-Yo soy  Peter, Peter Benjamín Parker.- soltó una risa nerviosa.-¿Enserio creen que sería capaz de olvidar mi nombre?-.

- Es una posible consecuencia de los medicamentos que te han suministrado, desde que el doctor dio la orden debido a la falta de un progreso.- de el blanco blazer perfectamente planchado sacó una pluma. No era cualquier pluma, o cualquier bóligrafo que hubiera visto en su vida. Detalles de diamante, metal y oro; el día que se atrevió a preguntar conoció que fue un regalo de el doctor Lehnsherr.

-Bien Peter, empezamos con las preguntas.- sonrió de manera ladina- ¿Tienes algún modelo a seguir?-.

-Spiderman siempre ha sido algo como mi héroe de la infancia, recuerdo crecer mirando sus caricaturas, leer cómics, aspirar al hecho de llegar a ser un ícono.-

-¿Cómo te describirías a ti mismo?-.

-Pues...siempre he sido ¿especial?, no sabría como describírtelo; no un chico especial de la buena manera, sin super poderes. Un chico fastidioso, sí, eso.-

-¿Por qué fastidioso?- El joven ignoró la pregunta.

- Desde pequeño supe que era diferente, incluso cuando mis padres estaban con vida. El insomnio y miles de pensamientos constantes llegan una y otra vez a mi atormentado cerebro; he tenido que tomar pastillas para dormir a gusto, abandonar este roto mundo para partir a uno mejor aunque sea por algunas horas, creo que se llama Melato..- Antes de que el castaño pudiera responder fue interrumpido.

-Melatonina, ¿cierto?.-

-Sí.- Posó su mirada en el blanco techo con algunos detalles y visagras de metal.

-Dormir es difícil no importa que, es como relacionarse con las otras personas de nuestro entorno.- miró directamente al lente de la cámara que filmaba su testimonio en esa blanca y fría habitación.

-Como con las pastillas, mi escape de la realidad es el humor. Mis chistes apestan, estoy mas que consciente de eso.- soltó una pequeña risa para suspirar luego.- Después de todo que me queda si no puedo hacer reír a los demás, llamar la atención. Sentir algo aunque sea por un segundo.-

-¿ya le has expresado esto antes a alguien?.-

-No, la verdad no.- empezó a jugar con las llenas de sus dedos.- asiento que sería una carga, además de ser más molesto para mis amigos. Ellos no me entenderían solo estarían como: "uff, vaya bicho raro".- esos bellos ojos chocolate se tornaron cristalinos por las lágrimas que atenazaban por escapar del lagrimal del joven.- Aunque..-

-¿Aunque?-. La rubia mujer enarcó una ceja para dejar de escribir en su libreta.

-Tengo un amigo, el es "amable" cuando me quedo solo es mi única y constante compañía. Hemos hablado de muchas cosas profundas, como lo que le he contado pero nada demasiado trascendental.-

-Dime Peter...¿Cómo se llama tu amigo?.-

-Wade, Wade Wilson.-

-¿Podrías decirme como son tus otros amigos?-.

-La verdad no se si podría llamarlos mis "amigos".-

-¿Y eso a que se debe, cariño?- anotó en su libreta, con una letra inleíble que solo ella misma podría entender; Peter juraba que la mujer escribía en hebreo o así lo había pensado un par de veces.- ¿Otra vez con el hebreo?, Peter debes concentrarte.-

¿Acaso la mujer tenía la capacidad de leer mentes?, no, ¡Concéntrate Parker!.

-¿Peter me estas escuchando?-.

-¿Ah? Sí, por supuesto-.

-¿Por qué no puedes llamarlos tus amigos?-. Volvió a preguntar con ese tono, una mezcla de frialdad y ternura.

- He leído según los libros que me habeís proporcionado que los amigos son esas personas a las que les importas y están ahí para ti, para apoyarte.- otra vez regresaron esos ojos cristalizados, rotos como la muestra de su alma.- Un día me invitaron a una "fiesta", nos sentamos alrededor de una cálida fogata en una fría noche de otoño.- se abrazó a si mismo en búsqueda de conforte.- Todos hablaron acerca de sus problemas y cuando fue mi turno simplemente me ignoraron, empezaron a hablar entre ellos como si yo no importara. Como si yo no existiera.-

-¿Y Wilson?-.

-En ese entonces no le conocía, ni si quiera vivía en este estado.-

-¿Sabes que día es hoy?-.

- Es el 13 de septiembre de 1962.-

La mujer posó esta vez su mirada en la libreta fijamente para luego mirar al chico a los ojos. Una mirada penetrante, entrañable que transmitía lastima y preocupación. Quizás los ojos azul celeste de esa blanquecina mujer transmitían mas emociones que todo su ser mismo, quizás mas que la pareja de el alto doctor alemán.

-Peter creo que es todo por hoy.- guardo otra vez el bello bolígrafo en el bolsillo de su blazer y su libreta.- Peter hoy es 13 de septiembre del año 2019.- le regalo otra de sus miradas.- Puedes retirarte.

La despampanante rubia salió de aquel frió y blanco cuarto para dirigirse a lo que parecía una oficina.

Peter estaba inmóvil en su silla, expectante por algo.Sumergido en sus pensamientos, desea recordar más acerca de quien fue.

Solo consideré publicar esto una vez pero lo dejé de lado  durante meses, me ha gustado los capítulos que llevaba así que en mis arrebatos de subir mis borradores pues salió a la luz.