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Capítulo 04 - El primer día

Primer día en el internado, mi objetivo hoy es ir al despacho de la directora para hablar de mi horario, para ello, necesito conseguir llegar al comedor para poder desayunar y así estar repleta de energía para superar este dia, por lo que necesito despertar a mi compañera de habitación, Samantha, para que me lleve al comedor ya que no recuerdo el camino.

Me levanto y me dirijo hacia donde se encuentra durmiendo ella, la verdad, es bastante desordenada, si no fuera porque se ve donde esta su cabeza durmiendo, no sabría decir si ha dormido aquí, su cama es un auténtico desastre repleto de ropa.

- Samantha... Samantha... Necesito ir a desayunar que tengo que hablar con la directora temprano, llévame por favor...

- ¿Qué hora es? Dame 5 minutos por favor...

Después de 15 minutos ya estamos en el comedor, entramos y otra vez lo mismo de ayer, todo el mundo nos mira, ¿tengo monos en la cara?.

Son las 8 de la mañana y hay mucha gente, quizás menos de la que había anoche en la cena, pero es mucha. Nos ponemos en la cola y pasa un chico algo distraído con una bandeja en mano, de repente tropieza y todo lo que llevaba en ella cae encima de mi armando un estropicio bastante grande, y yo que me había puesto mi modelito favorito.

- Perdona, iba distraído, te pagaré una camiseta nueva si quieres, soy un desastre.

- No es necesario tranquilo, se lava y listo - le sonrío - vamos, espero que se vaya porque si no... Es mi camiseta favorita.

- Lo siento, de verdad,

- Deja de disculparte, en serio, no pasa nada.

- Me llamo Adam, vivo en la residencia de los chicos, obviamente - mira por todos lados, esta algo nervioso - joder, que tonto soy, em... - Saca un papel de su bolsillo y me lo tiende - Habitación 235, pasate si no sale esa mancha tan fea de tu camiseta, lo siento, de verdad.

- Soy Noah, no te preocupes, saldrá y si no, solo tengo que hacerme otra.

- ¿La has hecho tu? Esta genial.

- Gracias.

Adam sale del comedor y nosotras nos incorporamos en la fila, 2 minutos más tarde nos toca pedir, mi desayuno de hoy consistirá en unos cereales con frutas rojas y un vaso de leche con colacao, tengo que decir que mi madre ha intentado un montón de veces cambiar mi colacao por un café pero nunca lo ha logrado, nadie me lo podrá quitar jamás.

Dejo a Samantha en la cola y me dirijo a una de las mesas donde no hay nadie, esta al final del comedor, un comedor bastante grande a decir verdad, creo que ha mi compañera le va a costar saber donde estoy. Pasan pocos minutos hasta que ella aparece, se sienta a mi lado y empieza a desayunar, hay silencio, como siempre, hasta que empieza a hablar.

- Oye Noah, no hace falta que me llames Samantha, puedes llamarme Sam, te será más fácil y rápido de nombrar, además de que es así como me conoce todo el internado.

No le contesto, le sonrío y asiento. He terminado mi desayuno y me dispongo a levantarme para dejar la bandeja, pero, me pongo a mirar el comedor y ahora mismo, no recuerdo hacia donde debo ir, esto es realmente grande, necesito a Samantha para que me guíe. Odio todo esto, nunca me ha gustado depender de alguien para hacer algo, pero me siento tan perdida aquí...

Vuelvo a sentarme en la mesa y me cruzo de brazos, ahora mismo, estoy indignada, ¡muy indignada!

- Noah, ¿qué pasa?

- Eh, nada, es que... Tengo que ir al despacho de la directora pero no se salir de aquí, y tampoco sé dónde se encuentra su despacho ni el camino, esto es indignante.

- No te preocupes mujer, ahora mismo te llevo, ¿para que están las amigas o compañeras de cuarto?

No le respondo, le doy una sonrisa falsa de las mías, de esas que son creíbles y tanto he usado en mi vida, y entonces nos levantamos, dejamos las bandejas en su sitio y salimos del comedor, recorremos un largo recorrido hasta que por fin llegamos al despacho de la Dr. Wyne.

- Aquí es, ¿sabrás volver? Si quieres, te puedo venir a buscar.

- No hace falta, gracias, si no encuentro el camino ya preguntare o le pediré a la directora que me lleve.

Sam se va y llamo a la puerta del despacho.

- ¿Directora Wyne? Soy Noah Davis.

- Pasa Noah - Entro al despacho, es muy acogedor.

- Vengo a hablar de mi horario.

- Pasa - hace un gesto hacia una de las sillas - siéntate ¿Que te ha pasado?

- em... Ah, un chico, Adam creo que dijo que se llamaba, tropezó y cayó su bandeja en mi camiseta, no he tenido tiempo de cambiarme - Oh, mierda, no me acordaba.

- Esta bien, ¿Que te parece el campus? Acogedor ¿verdad? ¿Y la residencia? ¿Se portan todos bien contigo? ¿Vas haciendo amigos?

- El campus es genial y en la residencia estoy muy agusto, las chicas son geniales, aunque no he hablado con ninguna salvo con Samantha, es muy buena conmigo, me esta ayudando mucho, no se donde estan las cosas y ella me las va enseñando, creo que tardaré un tiempo en poder moverme por mi sola por aquí.

- Me alegro, bien, mira, este es tu horario, tendrás 3 horas diárias nada más, como ya te habrán contado tus padres, te hemos convalidado las asignaturas que ya tenias aprobadas en el anterior instituto.

- Genial, gracias directora. - Me levanto de la silla y me dirijo hacia la puerta.

- Ah, Noah, hay que hacer un seguimiento de como te van las cosas en el internado, deberías enviar un e-mail a tus padres diário para que puedan enterarse de cómo lo llevas.

- Esta bien, lo haré.

Salgo del despacho, ahora me toca volver a la residencia sin perderme, esto va a ser complicado, caminos unos 15 minutos algo perdida, he llegado a una residencia, pero no se cual es, creo que estoy muy perdida, entro dentro para preguntar hacia donde debo ir y, entonces, me doy cuenta de que es una residencia idéntica a la mía, pero invertida, lo que en la mía estaba en la derecha, en esta está en la izquierda.

Me dirijo hacia lo que sería la recepción y pregunto a un profesor.

- Hola, perdona, ¿la residencia de las chicas? Soy nueva y voy muy perdida. - Es un chico moreno, alto y de ojos marrones.

- Hola, claro, mira, para ir a la residencia de las chicas tienes que ir donde esta el despacho de la directora Wyne y entonces ir hacia la derecha, ¿entiendes?

- Buf, ni siquiera se como llegar al despacho. - si, estoy más perdida que antes, voy a tener que hacerme un mapa o algo si no quiero volver a perderme.

- Vale, espera, a ver... ¡Adam! ¿Puedes acompañar a esta chica a su residencia? - ¿Adam? ¿será el chico de antes?, me giro y efectivamente, es él.