Save Me

Capítulo 21 - Dinero

Entro en el interior de la casa y guardo todas mis cosas.

- ¿Que haces? - Adam se queda en el marco de la puerta.

- Algo me da mala espina, quiero ir a ver que pasa, ¿podemos?

- Claro - Adam empieza a guardar también sus cosas y llama a un taxi, mientras él se encuentra en la cocina hablando por teléfono, mi móvil empieza a sonar, el nombre de Sam ocupa toda la pantalla.

- ¿Sí? ¿Sam?

- Tu amiga esta bien, es a ti a quien necesito.

- ¿Qui.. quien eres?

- Escúchame bien pequeña niña, tu padres me debían mucho dinero, y ahora que no tienen vida, serás tu quien me los entregue.

- ¡¿Que les has echo a mis padres?!

- No me interrumpas niña estúpida, tienes una hora para traerme el dinero, de lo contrario... tus amigos pagarán por ello. - La llamada se cuelga y mi teléfono cae de mis manos, seguido de mí que caigo de rodillas en el piso, lo que hace que Adam acuda a mí corriendo.

- Noah, noah, ¿que ocurre?

- A... a llamado... a llamado un hombre - ni siquiera me había percatado de que estava llorando, Adam se sienta al lado de donde me encuentro y acaricia mi espalda para consolarme.

- ¿Que ha pasado Noah? Tranquila.

- Ha llamado un hombre desde el teléfono de Sam, tiene a todos retenidos en la cabaña.

- ¿Te ha dicho el porque?

- Mis padres le deven dinero.

- ¿Te ha dicho algo mas?

- Me ha dado una hora para darle el dinero que le deven, Adam... - Lágrimas brotan de nuevo por mi rostro - mis... mis padres... dice que ha matado a mis padres. - Adam me levanta de donde me encuentro y me abraza contra su pecho.

- Vámonos, algo podremos hacer, llamaré a la directora. - Asiento con la cabeza y ambos salimos corriendo de la casa, en un momento de torpeza caigo al suelo y pocos segundos después, Adam se encuentra a mi lado, me levanta del suelo, en silencio. Mueve la cabeza como diciendo que nos movamos y nos subimos al coche, él conduce, al parecer a alquilado un coche, ambos nos dirigimos rumbo a la cabaña donde todos están encerrados, en peligro, todavía me parece una broma de mal gusto, pero la llamada... la llamada parecía muy real.

Al cabo de más de media hora, por fin llegamos a la cabaña, nada más entrar, nos encontramos una gran sorpresa, todos los muebles de la sala principal se encuentra revueltos, cajones vacíos, cosas por los suelos, sofás destrozados... nos dirigimos a la cocina sin decir nada ninguno de los dos. Doy un vistazo por todos los rincones de la cocina y paro en una esquina donde, el mayordomo se encuentra tumbado en el suelo. Pego un pequeño grito al ver su rostro, al cabo de pocos segundos, Adam se encuentra a mi lado, se arrodilla y mira su pulso, hemos llegado tarde.

Seguimos buscando hasta que mi teléfono vuelve a sonar anunciando que he recibido un nuevo mensaje.

"Sam: Eres lenta pequeña, date prisa o el mayordomo no será el único que muera".

Le enseño el mensaje a Adam, ¿su reacción? salir corriendo, pero esta vez no en silencio, en cada habitación que abre grita el nombre de Samantha, nunca se han llevado bien, me encantaría que lo hicieran, últimamente ninguna de las dos nos llevamos bien entre nosotras y eso quizás deberíamos cambiarlo antes de hacer que ellos dos lo hagan, pero para empezar, antes tengo que sacarla del peligro.

Mientras subo las escaleras, caigo en la cuenta de una cosa, ¡el sótano!, puede que se encuentren allí abajo, busco a Adam y le digo que deberíamos bajar al sótano, que posiblemente estén allí, todas las películas esconden en un sótano oscuro, húmedo y abandonado sus rehenes. Así que, nos dirigimos lentamente sin hacer ruido para tener tiempo para poder salir en el caso de que el hombre, saliera en aquél preciso momento, así nos daría tiempo de subir a la casa y llamar a la policía.

Pocos segundo después ahí estamos, un grito sale de mi garganta nada mas ver a Samantha y mis otras compañeras tiradas en el suelo, una de ellas medio inconsciente con su piernas ensangrentadas, al parecer el muy cabrón ha estado abusando de ella. Al otro lado de la habitación, en una esquina, se encuentran los chicos con las caras destrozadas y ensangrentadas. Me dirijo hacia donde se encuentra Sam e intento quitarle las cuerdas que se encuentran alrededor de sus muñecas. Cuando casi lo consigo, de repente escucho un grito que proviene de Adam, observo por cada rincón del sótano, pero no lo encuentro, de repente, todo se vuelve totalmente negro.