Got me feeling like a nothing

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Fue un problema al principio. Su tía, sobretodo. Alegaba las dos primeras semanas que no tenía a nadie que le ayudara a limpiar la alfombra o lavar la ropa. Hoseok se sintió culpable, y luego se sintió culpable por sentirse culpable. ¿Por qué no podía ser un poco egoísta e ignorar a su tía? Faltó dos días a las clases y se disculpó mil veces con Yoongi, jamás le contó la razón, hasta que su propia tía se lo dijo en una cena en casa. Yoongi estaba demasiado molesto y no se preocupó por ocultarlo.

"Hoseok tiene un compromiso conmigo y demás estudiantes y no puede faltar sólo porque usted no tiene a nadie más que le haga de sirviente." El castaño sintió como se atragantaba con su comida. ¿Yoongi en serio había dicho esas palabras? Maldita sea, más vale que supiera sacarlo de ese problema o su tía de plano no lo dejaría salir de ahí nunca más.

"Está bien. Mi tía tiene razón. No puedo dejarla sola de repente." Dijo luego de largos segundos en silencio. Yoongi botó su cuchara en el plato y se cruzó de brazos.

"Y para ti mejor evadir tus responsabilidades." ¡No, Hoseok jamás haría eso, mucho menos a él! "Te espero mañana, puntual." Se puso de pie, Yoongi parecía muy seguro y determinado, Hoseok no sabía de dónde sacó el valor para hablarle así a su tía. Cuando miró a su tío y prima, estos parecían estar conteniendo la risa. "Y si cumples puede que te dé un sueldo para que le pongas un sirviente a esta casa."

La señora se sintió tan avergonzada que no volvió a molestarle nunca más, por lo que Hoseok continuó ayudando con las clases por  dos veranos y dos navidades. La paga no era la mejor, pero él hacía lo que mas le gustaba, y también descubrió que le agradaba enseñar y ver en los rostros de otras personas su felicidad reflejada al aprender algo nuevo, al hacer algo más perfecto, al sentir el baile.

La noche de año nuevo Hoseok regresaba a casa después de haberse pasado el día entero preparando una coreografía con la ayuda de algunos de sus alumnos. Compró su postre favorito para compartirlo con sus tíos y prima, y seguramente Yoongi, que acostumbraba a estar en las reuniones familiares. Durante el camino a casa Hoseok se percató de que su teléfono no tenía pila lo cual le impidió avisar que ya iba de regreso.

Se sentía feliz. El semestre que iniciaba sería el último y estaba orgulloso por haber terminado casi sin ningún inconveniente la universidad. Era una carrera que no le gustaba, pero seguro le serviría de algo.
Cuando llegó a casa no se sorprendió de no encontrar a nadie. Seguro estarían afuera comprando los regalos, no le dio importancia y se dirigió a su habitación para descansar un poco.

Media hora antes de año nuevo Hoseok empezó a preocuparse de verdad. Siendo honestos, él no era el tipo de persona que iba detrás de los demás y no porque pensara que estaba mal, sino todo lo contrario: Hoseok no sabía cómo. ¿Y si era una molestia? ¿Y si interrumpía algo? ¿Qué pasa si arruinaba algún plan? Recibió una llamada más tarde, cuando su teléfono tuvo pila.

"¿Hobi? ¿Sigues en el estudio?" Era Yoongi, por el tono de su voz podía decir que estaba sonriendo. Escuchó la voz de su prima en la llamada.

"Estoy en casa", ¿qué más podía decir? ¿Y por qué sentía que iba a ser regañado?

"¿En casa dices?" Parecía que Yoongi no le prestaba mucha atención. Hoseok afirmó y rodó los ojos al mismo tiempo. "Espera, ¿en casa? ¿Sólo? ¿Qué haces ahí?" Hoseok no respondió. Ni siquiera él sabía, ¿debería estar en otro lugar? "Bebé, ¿no viste mis mensajes?"

¿Bebé? ¿De dónde salió eso? Hoseok dejó escapar su aliento. Se sentía aturdido, pero también se sintió bien ser llamado así.

"No..., mi celular estaba muerto."

"Bueno, ven a mi casa. Te mandé la dirección. Esperaré por ti." ¿Esperar por él? ¿Para qué?

Había pasado mucho tiempo desde que conoció a Yoongi. Su amor por él era enterrado y desenterrado constantemente. Ahora mismo estaba más vivo que nunca y Hoseok sentía que iba a caer muy fuerte en cualquier momento.

Así fue cuando revisó sus mensajes.

Bebé Yoons.
Hobi, ¿cómo va todo?
Es año nuevo más tarde, tal vez debas dejar salir a los chicos temprano.
Y luego ven a mi casa.
[Bebé Yoons compartió una ubicación contigo]

Estoy muy nervioso.
Voy a pedirle a Jisoo que se case conmigo terminando la carrera.
¿Qué opinas?

¿Hobi? ¿No vas a venir?

Hoseok no sabría describir cómo se sintió en aquel momento. ¿Desplazado? Eso le pasó siempre, dolía al principio, ser un niño pequeño y sólo conocer a esas tres personas, creer que cuentas con ellos y nadie más para finalmente ser golpeado por la espalda. ¿Siquiera tenía derecho a cuestionarselo? Aún no tenía una respuesta. Él sólo pensaba que hacer de lado a un niño que cree que eres todo lo correcto en este mundo era algo cruel, y por otra parte, intervenir en el ambiente de una familia que no es tuya también era, en cierta forma, cruel. La única diferencia es que él nunca tuvo elección.

Pero además de eso, Hoseok no sabía cómo sentirse respecto a Yoongi. Es complicado y extraño. Yoongi se metió dentro de su cabeza sin advertencia alguna, Hoseok no tuvo tiempo para detenerlo, y de haberlo sabido tal vez no lo hubiera hecho. Si tenía algo claro es que no podía evitar sentirse así por más que lo intentara. ¿Cómo podría? Yoongi le dio un lugar que Hoseok estuvo buscando por tanto tiempo, él era feliz ahí, no había un lugar mejor en la tierra. ¿Eso no era ya demasiado para caer por alguien?

Aún con todo, era consciente de que no era para él, Yoongi pertenecía con alguien más y así sería siempre. Y Hoseok..., él tal vez estaba destinado a ser libre por siempre, aunque sus pensamientos estuvieran atrapados por alguien ya. Él podría vivir con eso, ¿no? Yoon le llamó bebé pero fue algo del momento y, tenía ese apodo cariñoso con él y a veces se preocupaba por ir a ver cómo estaba todo en el estudio y pasaban tiempo juntos.

Hoseok iba a estar bien. Él estaba seguro de eso, porque había límites y no sería él quien los cruzara. No era ese tipo de persona.

Así que eso era. Yoongi continuaría reinando como el imposible amor de su vida y Hoseok lo soportaría, lo tendría escondido en algún rincón de su mente y tal vez soñaría con ello algunas veces, siempre considerando que jamás sería real.

you'll remember meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora