Antes de que me vaya...

CAPITULO 3: "Blue Side"

El olor de la mantequilla inundaba el abrigo de Park Jimin, no había olvidado lavarlo, el siempre olía a mantequilla. -¿qué es ese olor a galletas?- balbuceo entre sueños Yoongi provocando una pequeña risita del menor.

-¡Parada del restaurant BiWon!-

Park coloco delicadamente la cabeza del extraño sobre la ventana, se puso de pie y dio las gracias al conductor del autobús, ya que se le había vuelto costumbre avisarle su parada y le agradecía eso profundamente, porque últimamente no hacía más que entretenerse leyendo lo que llevara en mano aquel extraño que dormía tan plácidamente en el autobús.

Yoongi había conseguido al fin una buena letra para su melodía, quería darle las gracias a quien fuera que le había ayudado, <<Escribe sobre tu insomnio>> y bueno, eso había hecho, había escrito de lo mucho que lo afligía por las noches, de cómo no lograba ni entenderse él mismo, y había escrito sobre su amor a la música; habían nacido dos canciones de aquel consejo de quién sabe quién. Ojala pudiera saber quien había sido.

Una parada antes de la suya, despertó por competo, su abrigo olía a mantequilla, ¿por qué diablos él olía a mantequilla? ¿A caso alguien había estado comiendo en el autobús?, olfateo un poco pero desistió al descubrir que era un olor que emanaba de él. Tomo su maletín-mochila y se puso de pie, una chica que venía maquillándose en un asiento cercano al suyo lo miro con una sonrisita burlona –Mujeres- dijo entre dientes, recordándose así mismo que solo necesitaba unos cuantos meses para poder evitar todo sobre personas fastidiosas o bueno, simplemente gente.

Afuera hacia un frio desolador, cubrió su cara hasta los ojos con la bufanda que aun conservaba de la abuela Min y coloco sus guantes negros. Entro al campus y siguió con aquella rutina. Hoy debía revisar ya algunos de los proyectos de los alumnos, realmente hasta ahora no iba muy bien la idea; los alumnos estaban más frustrados que él en las noches anteriores, sobre todo porque a algunos jóvenes se les había ocurrido la genial idea de convertir una pieza musical clásica en Rap misógino y racista. Le gusta el rap, a Min Yoongi realmente le encantaba el rap de su país, pero había algo que odiaba infinitamente de ese ámbito, era el hecho de que muchos raperos simplemente despreciaban la música clásica, y la mayoría eran unos completos machistas que pensaban que ser rapero era vivir siempre en vicios y siendo un tipo rudo y problemático.

-Profesor Min, huele hoy a galletas, ¿nos ha traído galletas?

Miro a su clase con los ojos muy abiertos. Ese olor seguía ahí.

-¡Aigo! Yo... no, realmente no, quizá mi madre ha preparado algunas y yo no me di cuenta...- se excuso.

-Por favor dígale a su madre que nos envié unas cuantas la próxima vez, huele a que fueron unas galletas muy deliciosas- Insistió un pequeño grupo de chicas.

-claro...- olfateo su abrigo y se sintió por un momento en paz, debía recordar que en los últimos días todo había sido muy raro: la nota en su cuaderno, lo acogedor que era dormir en el camino y ahora la mantequilla, pero para Yoongi era algo cómodo y fortalecedor, no sabía cómo había llegado aquel olor hasta él, pero no le molestaba.

Intento convencer a sus alumnos de seguir intentando lograr algo bueno, los motivo cuanto pudo, hasta quedar exhausto de insistir, básicamente todas sus fuerzas (que no eran muchas), se agotaron. Aun asi se sentía tranquilo de haber ayudado un poco a sus alumnos. Recordaba un poco sus épocas en escuela Media.Ojala el hubiera tenido un profesor cuya ambición le dejara un buen recuerdo de aquella época. Es por eso que hoy había insistido tanto, que cada dos dias a la semana él insistía a sus alumnos, nunca se sabe y en su clase había un Min Yoongi, quien sabe y le ayudaba un poco la música, la composición y la disposición de alguien a enseñar la única forma que conocía de comunicarse con otras personas. Y eso, ese para él era importante, de las pocas cosas que le importaban.