-Listos, disparen-les di la orden de disparar-muy bien aquí se queda el entrenamiento mañana lo tendremos más temprano.
-Por supuesto, ______.
Todos salieron del campo de entrenamiento y entro Jacqueline.
-Hola, _____.
-Hola, Jacqueline.
-¿Cansado otra vez el entrenamiento?
-No tanto saben disparar mejor que el mes pasado.
-Okay, ¿te puedo hacer una pregunta?
-Ya la estás haciendo, ¿qué pasa?
-¿Tú crees que papá y mamá regresen?
-Jacqueline, me has hecho esa pregunta una y otra y otra vez, y siempre te doy la misma respuesta.
-Sólo quiero saber. ¿Tú crees que el gobernador los mando a matar?
-Mira, te contare algo, pero no le digas a nadie, ¿entendido?
-Entendido.
-El Gobernador es un idiota, que ha violado a muchas mujeres pero es la culpa de quienes lo provocan, mi padre lo enfrentó, y pues ahora míranos luchamos contra él…
-Hola, _____.
-Hola, Katy ¿Qué pasa?
-Llegaron visitantes…
-Vamos rápido.
Fuimos corriendo a la oficina donde se encontraban los visitantes, amarrados, antes de morir, si es que traen un aparato del gobierno.
-¿Quiénes son?-pregunto sin preocupación.
-Una familia que llego de repente a la ciudad.
-¿Saben lo peligroso que es pasar por las calles de por aquí?
-No-responden.
-¿Quiero tu nombre y tu edad, niño?
-Me llamo Alan Navarro y tengo 19.
-Puede que él nos sirva
-¿Qué nos van a hacer?
-Miren, nosotros buscamos reclutas, pero no les contare, le aremos una revisión rápida.
Joyce los reviso rápido y encontró muchas cosas con las iniciales del gobernador tome un martillo que tenía cerca.
-Sarah, ve a tirar esto-le doy los aparatos destruidos-. Como le decía estamos en busca de reclutas para pelear contra el gobernador pero como veo si salen de aquí… puede que estén muertos para esta noche.
-Nos unimos como reclutas-dice la mujer rápidamente sin pensar.
-Señora no es tan fácil como cree, tiene que saber disparar, y saber cómo utilizar un cuchillo si romperse una mano o una pierna.
-…
-Yo me uno-dice Alan? Ya ni me acuerdo de su nombre.
-¿Disculpa?
-Yo quiero luchar.
-¿Y morir en el intento?
-Sí.
-Bueno, el…
-Alan.
-Alan se une a nuestra batalla y ellos también denles la ropa adecuada.
Salí de la oficina y me dirigí al centro de nuestra pequeña ciudad.
-Todos fórmense-digo cortante por el altavoz, todos se formaron rápido y trataron de ponerse serios.- Hoy llegaron nuevos reclutas y no saben cómo tomar un arma así que necesito que nos apoyen en esto. Muchas gracias soldados. Un aviso más mañana abra revisión, espero no quedar decepcionada otra vez todos a sus puesto.
Narra Alan.
Nos fuimos de las filas para ver que misión nos toca a mi familia y a mí.
-Hola-me saluda un chico un poco más bajo que yo de pelo negro.
-Hola.
-¿Sabías que es muy peligroso venir a esta ciudad?
-Sí, me repiten una y otra vez-digo con tono fastidiado.
-Pues fue una decisión muy fuerte ya que muchos no sobreviven en esta etapa…
-Jos ya deja de atormentar al nuevo-dice un chico más alto que yo.
-Hola, me llamo Bryan.
-Hola, me llamo Alan.
-Todos saben de ti, en este momento.
-Okay.
-¿Por qué viniste a esta ciudad?
-Vinimos a conocer la nueva casa de mi primo.
-Supongo que no les salió bien.
-Sí. ¿Por qué viven aquí?
-Es en contra del gobernador, dice ______ que ha violado a muchas mujeres, y que también trata de aprovecharse de ella, sus padres hicieron esta revolución.
-Okay.
-Hola-dice un chico pelirrojo.
-Hola.
-Me llamo Alonso. ¿Creo que ya conociste a Bryan y Jos?
-Sí.
-¿Alan?
-¡Freddy!
-Que genial verte de nuevo, primo.
-Te estábamos buscando, bueno ahora vivimos aquí, ya conociste a estos locos.
-Oye-dicen al unísono, lo cual me causo una risita tonta.
-No hubieras venido, es peligroso.
-Ya me lo dijeron muchas veces, mejor ya no platicamos ahora, tengo que buscar a ______.
