Asi, sin mas

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Le pidió en los surros que se tenía que ir, que la soltara, que no volvería. 
El se descompuso, sintió que el calor abandonaba su cuerpo. Una extraña sensación se instaló en su pecho, la creía imposible, la creia inexistentes. Tenía miedo a que aquello que se fue con su llegada, regresaría si ella se marchaba de su vida. 

La miró a los ojos buscando una pizca de arrepentimiento. Y la vio, pero igual se marchó

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