Prólogo #2 - Hexen, Liebesbriefe und Höllen

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(La narradora de esta parte es Alex)

*bzz bzz* Mi viejo teléfono móvil empezó a vibrar encima de la mesita. La alarma.

"Ughh" La apagué a desgana y me levanté de la cama. Me restregué los ojos mientras me situaba donde estaba. Mis despertares no son los mejores. Bajé las escaleras para desayunar.

"Nikolas, ¿qué haces?" pregunté a mi hermano al verlo en el salón, tumbado en el sofá.

"Ver dibujos"

"Vale"

Bueno, yo sigo medio dormida pero ya veo que estáis aquí. Yo soy Alex (mi nombre completo es Alexandra Jäger y mi apellido significa cazador en alemán. Eso si, que nadie se atreva a llamarme por mi nombre completo, eso es privilegio único de mi madre cabreada), tengo 17 años, soy de Grünwald y voy al Isar Gymnasium. Físicamente, tengo el pelo negro, liso y largo y los ojos azules grisáceo. Soy una Fiera, juego de delantera, usualmente por la banda izquierda (aunque sea mediocentro ofensivo), y llevo el dorsal 11. Aunque creo que la mayoría de esta información ya la conocéis.

Bien... Supongo que la pregunta que nos concierne es... ¿Que sabéis de las Fieras? ¿Sólo hasta ahí? Vale... Entonces, si ya os sabeis el principio, yo os contaré el final.

Leon: Y luego soy yo el dramático...

Si, no me equivoqué de palabra. He dicho final. Fue un final provisional. O más bien, fue el final de las Fieras que daría mas adelante paso a las Fieras 2.0

Todo empezó hace unos cuatro años, en verano, al año siguiente de vencer a Michi. Podría empezar la historia más atrás, con el día en el que Maxi perdió su tiro y su habla (más de lo normal), el campeonato de fútbol sala en el que un cazatalentos del Bayern se fijó en Fabi y casi lo fichan o cuando Jojo fue adoptado por una familia aún más rica que la de Markus (que ya es decir) y tuvimos que rescatarlo. Pero no voy a hacerlo, porque esos son asuntos menores y lo importante ocurrió más tarde.

Jojo: Aún tengo pesadillas con Marc, ughh
Marlon: Yo no consideraría lo de Fabi asunto menor
Alex: Ni yo, pero no iba a profundizar en el tema. Y asumo que ellos *señala a Leon y Fabi con el dedo* no quieren que lo haga.
Fabi: Efectivamente. Pasó, se solucionó y estamos bien. *Leon asiente* Se acabó.

Fue un verano que si empezó mal, termino aún peor.

Primero la madre de Fabi lo mandó derechito a un campamento durante medio verano tras que hubiese dejado una. Era una filosofía que había calado en nuestros padres. No la de mandarnos a un campamento cuando suspendamos. Si no la de "estudia y aprueba o sufrirás las consecuencias". Traducido como "o estudias y apruebas o no hay fútbol hasta que te salgan canas". Aunque si os soy sincera, a mi tambien me amenazaron con mandarme a un campamento unas cuantas veces. Sin resultados. Y por lo que Fabi me contó de su experiencia, me alegro.

Felix: La clásica amenaza del campamento. Siempre lo mismo y nunca lo cumplen.
Fabi: Casi nunca. He aquí la prueba *se señala a sí mismo*.

Bien, todo esto nos cayó como un jarro de agua fría en la cabeza. Acabábamos de apuntarnos a un torneo de verano cuyo premio, nada más y nada menos, era enfrentarse a la seleccion nacional sub20. Parecía que todo iba a terminar antes de empezar.

Éramos uno menos.

El torneo empezó de forma normal y pasamos las primeras rondas. Hasta que solo nos quedaba un partido: contra el SV 1906.

Las Fieras FC: Ein Mannschaft von MeisternDonde viven las historias. Descúbrelo ahora