Mándame una foto tuya, BB - Taekook

►Cuatro meses

_Habían pasado casi tres meses desde que había entrado a aquella enorme academia. Cada noche llegaba exhausto a su habitación. Los profesores eran demasiado exigentes, más de lo qué JungKook se había hecho creer antes de unirse. Pero no es que realmente se molestara por ello, ya se estaba acostumbrado a los regaños, de cualquier manera.

Pero había algo extraño allí. Esos casi tres meses transcurrieron de un modo demasiado normal y aburrido, y eso era lo raro, en especial cuando no recibió ni una palabra de ese tal TaeHyung, esperaba algo como qué el chico intentara acercársele y qué le entregara algún tipo de coqueteo barato, pero nada pasó. Debía estar aliviado por eso, pero la verdad es que sus caprichosas hormonas no lo dejaban en paz. Y supo que eso era, sólo un capricho, y de alguna manera se estaba haciendo el difícil actuando como si en realidad no le importara cuando por dentro se encontraba una bomba a punto de estallar.

Diablos, que asco.

Y esos ridículos pensamientos no lo dejaron incluso cuando quiso dormir tranquilamente. Y ahora sólo quería golpear a su cerebro por regresarle tantas estupideces juntas. Pero no podía así que debía aguantarse.

Pero en eso algo golpeó el cristal de la ventana de su habitación sin la suficiente fuerza como para quebrarlo. Y JungKook creyó que sólo sería un pájaro picoteando. Pero no, parecían golpes. Está bien, está bien. JungKook terminó por darse la vuelta por encima del colchón sólo para ver de qué se trataba.

Oh

Era TaeHyung, al otro lado de la ventana. En el pequeño balcón, y dejó de tocar cuando notó qué JungKook lo estaba viendo de reojo con una mueca.

Cerca del balcón había un árbol. ¿Él había escalado hasta allí? ¿por él?

Mierda, que romántico.

Pero muy gay, bro.

Y demasiado de Disney

JungKook terminó por darse por vencido y abrió la ventana a pesar de qué ver a TaeHyung hizo que algo rebotara ahí.

— ¿Qué haces aquí?

—Creí qué te habías olvidado de mí— ¿Por qué pensó eso?

— Sólo vengo de visita.

— ¿Irrumpiendo en mi habitación, en medio de la noche?— JungKook se cruzó de brazos sin realmente dejar entrar al chico.

Pero había algo diferente en él. ¿Acaso se había teñido el pelo de castaño oscuro?

— Se oye bastante sexual sí lo pones de ese modo. Y no te vez muy feliz de verme, al parecer— TaeHyung lo miró extrañado aunque un brillo de diversión rellenó el negro de sus ojos.

Bueno, mal chiste

— Sólo es sueño ¿si? Estos tres meses fueron algo agotadores; sólo me agarraste en mal momento.

JungKook terminó retirándose de la entrada al balcón y terminando de darle la espalda a TaeHyung quién finalmente entró. hacía frío afuera y sintió un gran alivio enrollarlo cuando el cálido ambiente de la habitación lo recibió.

— ¿Entonces eso significa que estás bien con qué te visite?

TaeHyung sonrió de impresión a pesar de lo que contestó JungKook—: En realidad no, acabo de decir que estoy agotado ahora— JungKook se volteó a mirar al contrario, encogiéndose de hombros ante su propio retraso al mandarse al voladero él mismo—. De cualquier manera, ¿a qué viene todo esto?

El chico lo había ignorado por mucho tiempo. Y ahora estaba ahí buscando algo.

¿Pero qué podría ser?

— Sólo pasaba por ahí, y noté que tu ventana se ve desde la mía y pensé en preguntar como estabas.

— ¿Es una broma?— JungKook lo miró con ojos atormentados, y sus labios se fruncieron.

— Está bien, la verdadera razón por la que vine es para advertirte.

— ¿Sobre qué?— JungKook se cruzó de brazos sin dejar su tormentosa mirada.

— ¿Tienes una idea de lo que pasará en cuatro meses?

Y JungKook notó una rara combinación de dolor y alegría tramado en los ojos de TaeHyung. Y aquella cosa se intensificó aún más cuándo negó en respuesta.

— ¿Qué pasará en cuatro meses?—  una de sus cejas fue levantada, estaba intrigado pero el sueño no lo dejaba pensar y su voz se volvía cada vez más somnolienta.

— Sólo te diré qué durante cuatro meses intentaré conquistarte, y serás mío.

Y JungKook liberó una estruendosa carcajada, en cambio. TaeHyung no compartió su humor.

— Estás loco— dialogó entre risas pero lo que recibió de parte de TaeHyung fue una sonrisa confiada.

— Ya veremos lo qué dices en cuatro meses— y se fue por donde vino.

Y JungKook se le quedó mirando a la ventana. Ese chico es muy raro.

Ya por lo menos sabía qué pasaría durante esos dichosos cinco meses. ¿Pero qué iba a pasar después de eso? ¿por qué el dolor y la alegría juntos en los ojos de TaeHyung? ¿y por qué cinco meses si después de eso quedaba más tiempo de clase?

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Hola

Bueno, bai