capitulo 4

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Alexander (Keanu) estacionó el auto y la miró con una sonrisa más sincera
-Puedes hacerme una última pregunta antes de entrar-
-¿vives solo?-
-Tengo un apartamento cerca del centro y si, vivo solo-
Salieron del auto, y Luanna se encaminó a la puerta
-No te odio- fue lo único que dijo antes de entrar -¡Llegamos!-
Marcus los recibió con una sonrisa y la mesa lista para comer, todos se sentaron

**Después de comer
-¿Irias al cine conmigo?-
-Quiza-  dijo encendiendo el televisor de la sala y tumbandose en el sofá - ¿Cuánto más te quedarás?-
-Hasta que me corras- dijo sentándose a su lado y recargando el brazo cerca de ella
Luanna retiro el brazo y se separó un poco, así se quedaron hasta que empezó a oscurecer
-Creo que es hora de que te vayas- dijo Luanna mirando el reloj
-Es verdad- dijo Alexander mientras se ponía de pie
El móvil de Luanna empezó a sonar y está atendió
-Hey ¿que pasa?, Ángela tranquilízate, no te entiendo, ¿estás bien?, Quédate dónde estás voy por ti- Tenía una expresión seria y preocupada -Mestizo, ocupo que me lleves a un lugar, te daré los detalles en el camino-
-Claro-
Luanna corrió al auto, Alexander la siguió condujo por dónde le indicaba mientras la veía ansiosa y preocupada
-¿Me dirás qué pasa?-
-Es Ángela, ella no suele tener cuidado con quienes sale y no había Sido un gran problema-
-¿Pero?-
-Conocio a un chico anoche mientras yo estaba en la presentación, dijo que era muy lindo y que saldrían hoy -
-¿Y que pasó?-
-Resulto no ser tan lindo, no pude entender bien estaba llorando, al parecer hizo una fiesta en su casa y la invitó, llegó y había varios chicos, pero no era una fiesta-
-¿Que era entonces?-
-¿Encerio aún no comprendes?- respondió mal humorada, sabía que no era su culpa y estaba preocupado por su amiga tanto como ella pero no podía evitar sentir esa culpabilidad de no estar cuando la necesitaba y necesitaba descargarla con alguien -Era la única chica ahí, se asustó y corrió al baño, se encerró y me llamo, me dijo que estaban intentando entrar-
-Tranquila, la sacaremos de ahí- Alexander aceleró y pronto llegaron a la casa.
Luanna ni siquiera espero a que se detuviera por completo y salió corriendo a la entrada de la casa, golpeó la puerta y un hombre de unos treinta años abrio
-Vaya, mi día de suerte- dijo mientras sonreia, era una sonrisa desagradable
-Vine por Ángela- dijo Luanna alzando la barbilla
- Pues pasa por ella- dijo haciéndose a un lado, era una trampa Luanna lo sabía, entro de todas formas y Alexander intento seguirla pero le cerraron la puerta en la cara, Luanna corrió al baño y llamo
- Ángela soy yo-
-Luanna- sollozo Ángela mientras abría la puerta -¿Haz traído a la policía?- Se arrojo a sus brazos
-No, pero tranquila saldremos de aquí- caminaron juntas, las estaban esperando en la entrada.
-Me parece niñas que no pueden irse aún- Luanna coloco a Ángela tras ella para protegerla, en ese mismo momento Alexander abrió la puerta de una patada
-Me parece que si- dijo Alexander
Uno de los tipos tomo a Luanna del brazo y la amenazo con un cuchillo
-Seria una pena que su rostro quedara marcado, pero todo depende de ti, muévete y veras-
-Tu problema mi amigo, es creer que ella necesita que yo la proteja-
Luanna le dió un codazo en el tórax dejándolo sin aire obligándolo a doblarse, después lo tomo del cuello
-Escuchame bien imbécil, si te vuelves a acercar a Ángela, si siquiera te veo cerca de donde ella esta, te juro que tú cadáver lo van a encontrar por partes- Lo arrojó al suelo y tomo a Ángela del brazo avanzando mientras los otros se apartaban -Lo mismo va para ustedes, a Ángela o a cualquier otra chica-
-Mas vale que se cuiden- agrego Alexander con una sonrisa peligrosa
Subieron al auto, Alexander empezó a conducir, Ángela se recostó en el hombro de Luanna y lloró, Luanna la abrazo
-Tranquila, ¿lograron hacerte algo?-
-No, gracias por venir por mi-
-Siempre que me necesites, yo estaré para ti-
-No debí confiar tan rápido en el-
-No es tu culpa, solo debes tener más cuidado, te dejaremos en tu casa ¿Está bien?-
-Gracias a los dos-
Alexander dejo a Ángela en su casa ya más tranquila y condujo a casa de Luanna
-Gracias mestizo-
-De nada-
-¿Puedo preguntarte algo?-
-Claro-
-¿Porque traes una maleta en la parte de atras?-
-Tengo cierto delirio de persecución gracias a mi nana, ella decía que siempre tenía que estar listo para huir de ser necesario, ahí están mis documentos, algo de dinero, algo de ropa y cosas que considero importantes para mi-
-¿Tu Nana era como nosotros?-
-No, era humana pero supongo que esa idea surgió porque ella huyó de su país-
-oh ya entiendo, parece que era muy sabia-
-Lo era y también muy agradable como tú tío Marcus, me abría gustado que la conocieras-
-A mi también- el auto ya se había detenido frente a casa de Luanna -Gracias por todo-
-No hice nada- dijo riendo
Luanna se fue, Alexander encendió el estéreo y condujo hasta su apartamento, era muy amplio para una sola persona y estaba en un segundo piso.
Encendió el televisor y se metió a duchar, cuando salió noto que algo andaba mal, había un muy leve sonido como las manecillas de un reloj, pero el solo tenía un reloj digital, hizo caso omiso y se asomó al balcón. Entonces el apartamento explotó y salió expulsado por la ventana, varios trozos de cristal se incrustaron en su espalda como pudo se levantó y corrió a su auto, tomo su llave de repuesto y condujo pasándose varios altos, freno de golpe y por la perdida de sangre se desmayó sobre el volante activando el claxon. Luanna se despertó y comenzó a bajar las escaleras, cruzó por la puerta dispuesta a moler a golpes a Alexander por hacer tanto escándalo. Pero se detuvo en seco, pudo oler la sangre antes de verla, tomo a Alexander y lo apoyo sobre ella
-TIO MARCUS- grito Luanna mientras lo llevaba hacia la casa, un miedo comenzó a invadirla y por primera vez no podía pensar en que hacer, Marcus corrió y ayudo a recostarlo boca abajo en el sofá
-Tenemos que quitarle los cristales o no sanará y seguirá perdiendo sangre hasta morir- Luanna no dijo nada estaba con la mirada fija en la cara de Alexander cada vez más pálida -LUANNA REACCIONA-
-Si, si, necesito unas pinzas, unos guantes, agua y algo para limpiarlo y mi aceite de hierva de San Juan, todo está en mis cajones-
Marcus regreso al poco tiempo y Luanna con cuidado retiro todos los cristales y limpio las heridas
-¿No le pondrás el aceite?-
-Primero necesito que empiece a sanar para que el aceite acelere lo que ya está en proceso-
-¿Quieres que me quedé con el?-
-No, yo lo haré, si llega a pasar algo tú no sabrías que hacer tío Marcus-
-Es verdad, pero si necesitas algo toca la puerta-
-si tio-

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