*Narra Andrea*
Muevo el cuerpo al ritmo de la música mientras me termino otra copa, sinceramente sin saber cuantas llevo ya. Me encanta salir de fiesta y evadirme del mundo, ser yo y solo yo sin importarme lo que piensan los demás, bailar y reír sin que nada distraiga mis pensamientos, ya me preocuparé al día siguiente de los problemas.
Veo como aparece a lo lejos Ali junto a Gem y Josh, lo que significaba que Pablo bajaría en unos cinco minutos. Me acerco a saludarlos y al mismo tiempo que yo aparece Elías para saludar a Ali, son muy monos, algunos incluso pensarían que son la pareja perfecta, pero a mí me faltaba algo.
-Hola chicos- Dije con una gran sonrisa acercándome a ellos, todos me respondieron al unísono, y efectivamente, al momento bajó Pablo, lo que no me esperaba era ver la figura de Juliet a su lado.
No debería haber actuado de esta manera tan infantil, pero es que en el momento me salió de manera impulsiva, no esperé a que acabaran de bajar las escaleras cuando yo empecé a subir, y le dí a él un golpe con el hombro, fuí hacia su cuarto. Genial Andrea eres una persona super madura.
Pablo vendría a mi encuentro en menos de 5 minutos, como hacía siempre, lo dejamos hace tiempo por Juliet, ella empezó a sentir demasiado interés por Pablo, más del que debía y yo no sabía manejar mis sentimientos hacia él. Estuvieron juntos duerantte un tiempo. pero él le puso los cuernos conmigo en una fiesta en la que nos encontramos y al día siguiente la dejó. No me siento orgullosa de ello y es que he de confesar que esa noche se me enterró entre ceja y ceja que quería terminarla con Pablo en su cama para luego, si te he visto no me acuedo. Realmente sé que Pablo sigue sintiendo por mí, y yo por él aunque mostremos lo contrario, yo no soy capaz de confesar que él me gusta de esta manera y que necesito sentir su contacto de esta forma tan directa. No sé en que momento me he convertido en esta persona, pero he aprendido a tenerlo dentro de mi cama sin que otro tipo de pensamientos ronden mi cabeza. Al fin y al cabo tenía que asumitlo, Pablo y yo somos dos personas que no vamos a estar bien nunca, tenemos personalidades demasiado parecidas y chocamos muchísimo, pero cuando bebemos no podemos evitar que pasen cosas, porque realmente, la atracción que surge de nosotros es muy fuerte, y hasta que uno de los dos no conozca a alguien que le haga sentir lo mismo que nos hacemos entre nosotros esta toxicidad no va a acabar.
Llego a su habitación y me tumbo en su cama, su corcha color rojo huele a él como siempre, miro por encima todo su cuarto, igual que siempre. Bueno igual tal vez no, parece ser que este día me pondría las cosas dificiles y lo supe en el momento en el que abrió la puerta con brusquedad.
-Andrea hoy no- Dijo Pablo al abrir la puerta
-¿Cómo? ¿No qué?- Dije desfiándole con la mirada mientras me acercaba, el cerró la puerta y se apartó.
-No a lo de siempre- dijo mientras se sentaba en la cama.
-Yo solo estaba aquí tumbada con tranquilidad y has aparecido tú- Genial actuación Andrea te mereces un Oscar a la persona más patética de la fiesta.
-En serio Andrea no es bueno- Mientras Pablo hablaba yo volvía hacia la cama para sentarme junto a él -Sé lo que sientes.- ¿que yo siento qué?
¿En serio se estaba atrevindo a decir que sabía como yo me siento? ¿está insinuando que yo quiero algo más a parte de esta relación sexo-enemistad que habíamos creado? No no, yo por ahí no paso, si aquí había alguien que podía confundir lo que fuera que pasa entre nosotros ese sería el. Al escuchar esas palabras lo único que hice fue reírme sin parar, ¿quién se había creído este que era?
-Pablo, cariño, si yo hago esto contigo es precisamente porque no me importas, quiero lo mismo que tu de esto, que es solo disfrutar- Le propongo mientras juego con el cuello de su camiseta acercándome a su boca, él volvió a quitarse -Quizás eres tú quién está comenzando a sentir algo.
Le susurré en el oído esas últimas palabras antes de ir lentamente hacia la puerta, le miré sutilmente antes de marcharme por la puerta.
Estaba bajando las escaleras cuando me agarró del brazo y me giró. Bién Pablo, has tardado más de lo esperado, casi me creo que no había funcionado.
-Ven conmigo- Me dijo Pablo a menos de 5 centímetros de mi boca y me llevó a su habitación.
Al entrar dió un portazo y me puso contra la puerta, me cogió los dos brazos por encima de la cabeza y comenzó a besarme el cuello lentamente. Sus labios todavía no habían tocado los míos y lo necesitaba muchísimo. Los besos en el cuello no hacían mas que provocarme más, necesitaba tocarlo, pero el agarre de mis brazos no me lo permitía.
-Necesito tocarte- Dije pausadamente entre jadeos, se separó un poco de mi cuerpo, me miró a los ojos y deslizó sus manos por mis brazos dejando un rastro de suaves caricias que llegaban hasta el final de mi corto vestido blanco, llegando hasta mis piernas poco antes de las rodillas.
Le rodeo con los brazos, y el me agarra las piernas y me levanta de el suelo, entonces se pega más a mí aprisionándome contra la pared, y le besé, le besé como nunca había besado antes a nadie, ni siquiera a él, nunca había necesitado sentirlo tanto conmigo y por lo que veía en él le pasaba exactamente lo mismo.
Besándome y tocándome me va separando de la pared, hasta llegar a la cama, me deja sobre ella y rápidamente me pongo de rodillas y le quito la camiseta torpemente y con ganas, Pablo se incorpora como para besarme, pero rápidamente le aparto, y me acerco hasta su pantalón y comienzo a bajárselos, haciendo lo mismo con su ropa interior. Podía verlo y sentirlo duro frente a mí vulnerable y puesto para que yo le hiciera todo lo que se me pasaba por la mente. Pablo hoy nos vamos a divertir mucho mucho...
Entre jadeos y gemidos volvía a disfrutar del contacto suave pero agresivo de Pablo, sentir otra vez que estaba a mis pies y que solo podía disfrutar conmigo era un placer visual y físico que solo él podía provocarme. Él estaba para mí, pero yo también estaba para él pero nunca lo admitiría. Estaba disfrutando concentrada mientras le daba el placer que me pedía cuando me agarró del pelo para levantarme la cabeza y que nuestros ojos se miraran directamente. Con ese mismo agarre me incorpora un poco quedando ambos a la misma altura.
-Esto que estamos haciendo- Su respiración era tan entrecortada y paciente que hacía que me acelerara aún más. -No va a acabar bien- Sus ojos no dejaban los míos y por un momento no le iba a responder, solo pensaba en lanzarme de nuevo a él y seguir con nuestra aventura.
-Pues disfrutemos todo lo que podamos- Y finalice la conversación atrapando su boca con la mía y volviendo a la cama.
Pablo me dejó bajo su cuerpo y volvió a secuestrar mi cuello con su boca dejando pequeños bocados y besos mientras yo le tiraba del pelo. De esta misma manera bajó hasta la entrada de mi ropa interioer pasando primero por mis pechos, mis costillas y mis caderas. Pasó sus panos por el borde del tanga negro de encaje que me había puesto esa noche y me lo quitó de una sentada. Empezó a rozar mi intimidad con su lengua mientras se ayudaba con sus dedos. Yo ya no podía más necesitaba sentirle. EL contacto con mi intimidad cada vez era más salvaje y menos suave, joder.
-Pablo- Le tiré aún más fuerte del pelo para captar su atención -Fóllame ya joder si no quieres que me muera.
Pablo sonrió entre mis piernas y se incorporó un poco, cogío un condón de la mesita de noche y se lo puso.
-Joder Andrea mira que hemos echado polvos- Dijo poniéndose a mi altura y mirándome a los ojos -Pero es que hoy te tengo más ganas que nunca.- Y acto seguido lo sentí dentro de mí.
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Y... ¿por qué?
Teen FictionEs la segunda parte de "Imbécil... Te quiero" donde continuaré las historias de Alison, Andrea y Teresa, ¿Que será de la relación de Alison y Eric? ¿volverá James para poner su mundo patas arriba? ¿Y Andrea y Pablo conseguirán superar sus problemas...