Do not stay [YoonMin]

Capítulo XVIII

Sus besos, sus besos eran el bendito cielo y el maldito infierno a la vez. Sus ojos eran el paraíso mismo y sus labios el fruto prohibido.

Jimin pecaba y no sólo contra Dios, si no contra si mismo.
Se lo había prometido así mismo, no iba a volver a besar el crudo y doloroso ser que era Min. Pero lo hacía, ignorando por completo todo su asqueroso mundo.

Jimin quería amarlo hasta que aquel chico se llevara todo, hasta que él se llevara el último aliento de su alma.
Jimin quería amarlo hasta que dijera basta, hasta que sus cuerpos se deshicieran por su propio amor. Solo quería amarlo y olvidar toda esa horrible pesadilla.
Solo quería amar y ser amado. Y Min quería lo mismo.

-Amemonos hasta que las estrellas dejen de brillar, hasta que el sol no salga más, hasta que nuestros corazones dejen de latir y hasta que dejemos de existir. Amemonos Jimin, amemonos una vez más.

-Hagámoslo