ʟᴇsʙɪᴀɴ sʜɪᴛ. || ʏᴜʀɪ || ɪᴅᴇɴᴛɪᴛʏ ᴠ

ʟᴇsʙɪᴀɴ sʜɪᴛ.

En pleno siglo veintiuno,  cada quien puede hacer lo que se le de la gana con su cuerpo,  vida y sexualidad.  Helena Adams lo tenía bien claro y disfrutaba al máximo de ello.

Cada noche era una chica diferente ya fuera de su Universidad o de alguna otra,  siempre iban a su habitación y se las follaba sin problema alguno.  Nada mal para una ciega,  terca y ramera.

Era conciente de lo bella que era,  se lo decían a cada rato; Ojos azules,  cabello castaño caoba,  piel blanca y un cuerpo voluptuoso. Le era muy sencillo conseguir a cualquiera,  a pesar de no poder verlas siempre elegía a las chicas más ardientes. 

Tenía cierta fama,  odiada por muchos,  amada por muchas.  Ella en realidad no sentía nada por nadie,  ni aprecio,  ni cariño y mucho menos amor. Gozaba de no sentir remordimiento por herir a alguien,  y no tener que estar celosa las veinticuatro siete.

— ¿Quien eres tú?  - Una voz tan dulce y suavesuave,  era música para los oídos de Helena

— ¿Como que quien soy?  Yo duermo aquí ¿Quien eres tú?  - Escuchó sus pasos acercarse,  supuso que estaría frente a ella

— Entonces soy tu compañera de cuarto,  Soy Michiko Akiyama - Helena arqueó una ceja

Helena Odiaba los cambios semestrales.  Compañeros nuevos,  cambios en las habitaciones,  bla,  bla.  Era tan tedioso,  aunque siempre encontraba chicas con las que acostarse.

— Soy Helena Adams, y si vas a quedarte aquí hay unas cosas que debes saber:  Yo hago lo que sea de mi lado del cuarto, No toques mis cosas,  Yo puedo meter a quien se me pegue la regalada gana y hacer lo que yo quiera y tú.  Te quedas sin estorbar.

— ¿Y quien eres tú para poner las reglas aquí?  - Helena sonrió ladina

— Te diré quien soy. - Helena Rápidamente se abalanzó sobre MichikoMichiko tirándola al suelo, se puso sobre ella y apretó fuertemente sus senos haciéndola gritar de dolor.  — Soy la lesbiana del cuarto,  así si no sigues mis reglas te violo,  ¿te ubicas o te ubico? 

— Sisisi,  Suelta~ ME DUELEEEE - Helena se puso en pie dejando a Michiko retorciendose de dolor — Tú... ¡ESTAS DEMENTE! 

— Encantada de conocerte por cierto - Helena agarró su bolsa y se marchó de ahí. Sería sin lugar a dudas un semestre muuuy divertido....