Paper Heart

Broken Heart

Mi nombre es Amaría, tengo 18 años, soy la típica adolescente antisocial y qué? , es mi personalidad, no hay muchas cosas importantes que contar acerca de mí, soy una estudiante promedio, mi familia está conformada por mi papá y abuela; creo que ya no hay nada más interesante que contar acerca de mí.

Oh!, claro que si hay algo, me han roto el corazón más de las veces que se puedan imaginar, ya estoy acostumbrada, a que no me quieran por lo que soy sino lo que tratan que sea, a que me engañen, a que me usen, todo esto me ha hecho creer que el amor es una basura y díganme si no tengo razón,  ahora pienso que el amor es solo necesidad una dependencia que necesitas para que te amen ya que tú no lo puedes hacer, y pues creo que es un arma de doble filo, la peor que pueden llegar a poseer.

Mientras me encontraba pensando en todas las veces que me han lastimado y las veces que yo lo he hecho, pienso que la venganza es dulce, maravillosa, me ha permitido quitarme el puñal del corazón y clavarlo en otro, es bastante divertido ver sufrir a la gente por algo tan efímero como lo es el amor; en esas llegó Rebekah, mi mejor amiga, se tiró encima mío, lo que hizo que perdiera el aire y le rogara para que se quitará, hasta que no le rogué más de 7 veces no se levantó, a ella le encantaba que le rogaran.

-Hola idiota

Le dije, mientras me levantaba de la cama, tratando de recuperar el aire

-Hola mi lonely heart, ¿Cómo estás?

El apodo ya se imaginan a causa de que y gracias a la canción Lonely Hearts Club  de Marina and the Diamonds

-Bien, ¿y tú?

-Muy bien, imagínate quien ya se dignó  a invitarme al baile de bienvenida, adivina

Me dijo, mientras saltaba y reía sobre la cama

-Okey, es Jack

Era muy fácil de adivinar, se trataba del chico sexy que la traía loca, enserio muy LOCA, el cual conoció en un bar.

-Sii!, el mismísimo Jack, la bomba sexy

-Hay, pero ni que fuera Ian Somerhalder, el si es una bomba de sensualidad

-No me arruines el momento, por eso estoy aquí

Qué?, no le entendía nada

-No te entiendo, habla que quieres

-Que grosera eres, es que quería que me acompañaras a comprar el vestido para el baile,  si?

Eso era…

-No puedo, recuerdas que estoy castigada, por  la vez que me escape contigo  la fiesta de Johan

Si era verdad, y todo por la chismosa vecina que le había dicho a Papá, era la mejor en destruir mis planes de escape, la odio

-Oh, no recordaba, gracias a esa vieja solitaria que no hace más sino jodernos la vida

-Si lo sé,  el castigo se termina hasta la próxima semana

Le dije mientras le mostraba un puchero

-Bueno mi lonely heart, tengo que irme, no tengo tiempo, adiós

Me dijo mientras me acariciaba el cabello

-Bueno, adiós cuídate

Se marchó y  recordé que había rechazado a todos los que me habían invitado al baile, era triste no poder asistir, en el fondo me dolía, pero bueno quien se muere por ir a un baile, de idiotas borrachos, chicas melodramáticas y el estúpido amor, pues yo no.

Salí a tomar aire fresco y me recosté en el césped, parecía que fuera a llover, todo esto del baile me traía amargos recuerdos, y lo recordé a él, mi primer amor que se encargó de destruirme el corazón, una lágrima rodó por mi mejilla y en ese momento empezó a llover, me alegro saber que el cielo se apiado de mí, pero ya era demasiado tarde…

Nunca había logrado superarlo, lo que más me duele es que nunca alcanzamos a terminar, aun lo amaba pero él había desaparecido, nunca me dijo adiós, ni yo lo pude hacer , los recuerdos de las estúpidas promesas que habíamos hecho, seguían en el aire, y muy en el fondo quería que regresara a mí, aunque sabía que es algo imposible, mientras la lluvia me consolaba ,sentí como una persona se acercaba  mí, no la distinguí así que me levante y era Stefan, el intenso, que nunca me dejaba en paz, me levanté de inmediato y decidí darle la espalda y me dispuse a caminar mientras me alejaba el no paraba de gritar

-ESPERA! PARA, DETENTE POR FAVOR

Al final era una súplica, que hizo que en el fondo me doliera por eso no quería escucharlo, corrí a mi casa, fui directo a mi habitación, cuando iba a cerrar las cortinas lo vi, seguía hay en medio de la lluvia, las cerré y me acosté en la cama, estaba toda mojada, pero no tenía ganas de cambiarme.

Cuando me desperté estaba en la completa oscuridad, me levanté torpemente y encendí la luz, me lastimaba los ojos hasta que me acostumbre a ella, enseguida revise mi ordenador y tenía un mensaje de Stefan, ni siquiera me tome la molestia de leerlo y lo elimine.

Stefan me odiaba y a la vez me amaba, yo había sido la primera que le rompió en corazón, recuerdo cuando me empezó a gustar de verdad, me dio miedo así que  le termine, lo utilice y disfrute en romperle en corazón como lo habían hecho conmigo;  pero él resultado no fue el esperado, él ya se había enamorado de mí, el no entendía que yo era como una rosa hermosa y fragante que le atraía, pero mientras el más se acerque a mí, más daño se hará, más espinas se le incrustaran en el corazón,  hasta que al final se dé cuenta que soy el peor y más doloroso error que pudo conocer.

Yo sabía que él tenía el corazón roto por mi culpa, pero él no sabía que yo estaba peor que él y además a nadie le importa como este, por qué ha de importarte a mí.

Me dirigí al baño y me relaje lo suficiente como para olvidar todo excepto a él, no podía mantenerme en ese estado de estúpida melancolía así que decidí ir a tomar un paseo.

Me arregle lo más simple posible, un pantalón negro, unas botas del mismo color y un saco blanco; baje las escaleras tratando de no hacer ruido y lo logre, me dispuse a caminar bajo la lluvia, cuando sentí que mis pies no daban más me relaje en  la acera de la calle, aun la lluvia no se había calmado al contrario era mucho más fuerte; dirigí mi mirada al cielo, oscuro e infinito que era el único testigo de todos mis desvelos ,no aguante más y grite una y otra vez

Sentía como me quebraba de nuevo, como volvía débil ante aquel horrible dolor tan intenso y amargo

-Por qué?, por qué? Dios dime por qué lo alejaste de mí, por qué me lo arrebataste? DIME MIERDA!!

No paraba de gritar hasta que sentí mi garganta seca y el dolor en esta, el cual es un fiel protagonista de mi vida se encargó de callarme, así triste y quebrada como era de costumbre me encamine a mi casa sintiendo desesperada por no poder estar al lado de mi primer amor, el que fue intenso, protector , apasionante y sobretodo verdadero.

El cual nunca podría olvidar, la cual era mi cruz día y noche…