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[6:30 pm.]

Me encontraba nuevamente frente a mi cuaderno, sentado en el pupitre dentro de mi habitación, la idea era hacer mi trabajo para la universidad, pero no tenía las ganas o la inspiración suficiente, necesitaba despejar mi mente, tomar un respiro.

Miré la hora en mi celular y caminé hasta la salida, sin antes tomar un abrigo y algo de dinero. Caminaba por el parque cerca de mi apartamento, donde los niños jugaban y las abuelas pasaban la tarde mirando los arboles florales que ahí yacían.

Sentado en una banca decidí llamar a Minhee, mi novia, para saber si estaba ocupada y así invitarla a tomar un café.

— ¿Hola? — Respondió el teléfono y no pude evitar sonreír al instante.

— Hola cariño, ¿qué estás haciendo? — Mire el suelo unos segundos.

— Oh... por el momento estoy haciendo tarea y estudiando un poco, ya sabes... los exámenes. — dijo algo agotada.

— entiendo, ¿quisieras tomar un poco de aire? Estoy cerca de tu casa, podríamos vernos en el café de la vuelta — mentí al decir que estaba cerca, pero podía ir hasta donde ella estuviera sin problema alguno.

— no lo sé Youngjo, de verdad que tengo mucha tarea

— o bueno, podría ir hasta tu casa a ayudarte con los trabajos, ¿que dices? — me preocupaba que todo el tiempo estuviera metida en sus estudios, entiendo, es algo bueno, ya que quiere mantener su promedio, pero debido a eso hemos estado un poco distantes, nos vemos sólo algunas veces a la semana y casi no llamamos por celular.

— si quieres está bien — contestó con el mismo ánimo de la primera vez.

— estoy ahí en unos minutos — corté la llamada y me dirigí a su casa.

Antes de llegar fui por un helado, uno de sus favoritos, quería subirle el ánimo, hacerla sonreír, hacerla sentir bien en mi compañía.

Luego de tener el helado de chocolate con menta en mi posesión fui directo a su apartamento. Me arreglé un tanto el cabello en el camino, ya que igual me encontraba estresado por trabajos, no había tenido tiempo de peinarme o algo por el estilo antes de decidir salir.

Al llegar al edificio donde ella vivía subí inmediatamente hasta el piso donde yacía su apartamento, sin antes preguntarle al portero si podía subir sin decirle, tal vez sea buena idea darle una sorpresa, ya que al estar tan metida en lo suyo seguro había olvidado que estaba por llegar.

Estando frente a su puerta toqué dos veces y esperé a que abriera la puerta. Cuando lo hizo pude notar su figura delante mis ojos, lucía tierna, con el cabello atado en una coleta, las mejillas levemente rojas y los ojos grandes que la caracterizaban.

— cariño — dije cortamente y deposité un beso en su mejilla.

— pasa — se limitó a decir para hacerse a un lado y dejarme entrar.

Algo andaba mal, ella nunca había sido tan cortante conmigo, normalmente cuando le besaba las mejillas le daba algo de vergüenza y golpeaba mi brazo en forma de juego, pero lo dejé pasar y entré a su casa. Sostuve la bolsa con el helado delante ella esperando su reacción, lo único que hizo fue tomarla y depositarla en la mesa.

— ¿en qué puedo ayudarte? — como le había dicho, iba a ayudarla con su tarea, para que terminara rápido y así pudiéramos pasar un rato juntos acurrucados en su cama.

— bien, podrías pasar ese escrito a computadora por favor — señaló unas hojas recargadas en la mesa.

Asentí y me dirigí a un lugar cómodo con la computadora y el trabajo que tendría que pasar. Ella simplemente regresó al lugar, donde imagino, que se encontraba anteriormente haciendo su otro trabajo.

[...]

8:11 pm.

Había pasado casi una hora desde que llegué, había terminado el trabajo que me pidió y me encontraba sentado frente a ella, observando detenidamente lo que hacía. En repetidas ocasiones intenté buscar su mirada, pero fallé en el intento.

Se notaba apagada, agotada, melancólica, o por lo menos eso decía mi corazón, qué casi podía jurar que se había olvidado de mi presencia.

Tan solo unos minutos más bastaron y ella recibió una llamada.

— ¡hola! — respondió animada y con una sonrisa.

Extraño y lindo a la vez, en todo el rato que llevaba aquí con ella no había sonreído o por lo mínimo dirigido una sola palabra.

— ¿qué estoy haciendo? Mi trabajo de la universidad, ¿y tú?

Estaba feliz, podía notarlo desde mi posición, me había dolido el corazón de una manera extraña, se supone que la razón por la que vine a su casa fue para ayudarla y hacerla sentir mejor, pero se encontraba hablando animadamente con la otra persona del celular. Golpe bajo.

[...]

9:45 pm.

Había vuelto a casa luego de que Minhee me dijera que iba a dormir, sin mencionar que aún no había terminado de hablar con aquella otra persona. Algo me sabía mal, pero pretendí que solo era imaginación mía.

Tomé una larga ducha y me dispuse a dormir.

That's okay » Kim Youngjo / Ravn [ONEUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora