TODO LO QUE QUIERO ES AMARTE

SÁNDALO Y LLUVIA

Era una noche lluviosa, Huang Zitao manejaba por la carretera B-068 hacia Beijing. Todas sus cosas empacadas en su Mercedes Benz blanco, modelo 2010, el mismo heredado de su padre hace unos años. Era un buen auto, su padre se había encargado de su mantenimiento, siendo ahora su única posesión, así como todas las cajas abarrotadas en la cajuela y el sillón trasero del mercedes. Después de graduarse de la Universidad en la carrera de marketing y comunicaciones, era un gran paso mudarse a aquella ciudad desconocida, a pesar de todo, su primer empleo como asistente de una productora de televisión, le emocionaba. Esta era una nueva aventura.

Sus padres lo despidieron con un beso y los mejores deseos, su madre era la más preocupada por su pequeño, siempre supo que Zitao era muy especial y por ello lo cuidaba con recelo, pero ahora tenía que aceptar que su hijo debía cuidarse por sí mismo.

Huang Zitao sonreía emocionado, faltaban algunas horas para llegar, 7 horas en total desde Qingdao hacia Beijing, la lluvia seguía cayendo a lo largo del camino, pero eso no le importaba. Acababa de pasar la segunda parada de descanso en la carretera, había pocos autos, paso a cargar gasolina, algo de comer y beber, continuando su camino. Sabia que no le seria posible llegar esa misma noche hasta su nuevo apartamento, así que debía parar en la carretera y pasar la noche en algún motel. Precisamente, leyó que había un motel a unos kilómetros.

Mientras manejaba, algunos autos le rebasaban, entre ellos un hermoso Porsche plateado, que había visto llegar a la parada de descanso cuando el se marchaba. No le molesto que incluso pasará salpicando agua sobre su parabrisas y ventanilla por lo rápido que iba, le preocupo que con esa lluvia era muy peligroso manejar tan rápido.

La lluvia parecía no tener clemencia con nadie, la misma se hacia mas fuerte y tormentosa, a Zitao no le gustaban los relámpagos, esperaba pronto llegar al motel y no tener que seguir conduciendo bajo la tormenta. La carretera empezaba a quedarse más solitaria, pasaron como 10 minutos sin ningún auto al frente, ni otro que viniese detrás. De pronto, vio luces rojas de emergencia, bajo la velocidad y vio que se trataba del Porsche plateado, parecía estar en la cuneta.

El conductor de este se había bajado y pateaba el neumático furioso, seguramente porque algo le había ocurrido a su carísimo auto.

Zitao, no tenía mal corazón y decidió acercarse para ver si podía ayudar a aquel hombre, no lo dejaría bajo la lluvia y con el auto descompuesto. Aquel hombre tenía puesto un trench coat beige, camisa de vestir blanca con un suéter de chachemira negro encima y pantalones negros. Era muy elegante, con el pelo castaño oscuro algo largo y amarrado hacia atrás con una coleta. Claramente, era el dueño de un auto tan lujoso y modelo del año.

"Necesitas ayuda?" le dijo Zitao bajando la ventanilla del lado del pasajero y con un tono amable.

"No, estoy bien" su respuesta fue cortante, el castaño sacó su móvil pero claramente en ese punto de la carretera y con la tormenta, apenas y tenia señal. Zitao no se marchó, entendía que el hombre estaba molesto por eso había rechazado su ayuda pero en realidad la necesitaba.

"Si no arranca tu auto y no tienes como llamar una grúa, lo mejor es que te lleve a la siguiente parada para poder buscar ayuda o llamar. La tormenta está cada vez más fuerte" el castaño tenso lo hombros, asintió de mala gana, echó llave al auto y subió al lado del pasajero del mercedes Benz de Zitao. Sacudiendo un poco su ropa, se quitó el abrigo beige odiaba estar empapado.

Dijo un "Gracias" masticado, el no estaba acostumbrado a decirlo.

"Me llamo Zitao, mucho gusto" dijo el pelinegro mientras ponía el auto en movimiento.

"Soy Yifan" dijo volviendo a ver el asiento trasero lleno de cajas, con una mirada un poco despectiva.

"Me estoy mudando de ciudad, por trabajo" le respondió, dándose cuenta que noto el desorden de cajas y ropa en el asiento trasero.