Quedate a mi lado III

|44|Solo Una Broma|

Capítulo 44

"Solo una broma"

Lya

—Yo también te amo —¿?

—¿Eh? —levante mi vista.

Pude observar fijamente el rostro de Taehyung el cual  al instante abrió los ojos y comenzó a cargarse se risa.

—Taehyung ¿estas vivo? —pregunté sorprendida.

Todos los chicos comenzaron a cargarse de risa, y yo solo los observaba.

—Chicos ¿que esta sucediendo aquí? —pregunté confundida y algo molesta.

—Ly, yo jamás morí, todo fue una broma —sonrio Taehyung.

—¿Que? significa que todo una broma pesada —dije molesta.

—Así es —sonrio Jungkook.

—¡Son unos idiotas! —grite —me las pagarán —grite.

Me subí a la camilla y rodie la cintura de Taehyung con mis piernas mientras le estaba dando de golpes en el pecho y todos lados.

—¡Son unos imbéciles todos, con estas cosas no se juegan! —grite con lágrimas en los ojos.

—Ly tranquila —sonrio Taehyung.

—¡COMO VOY A ESTAR TRANQUILA, MIENTRAS QUE TODOS ME MINTIERON, ME HIZIERON CREER QUE TU HABÍAS MUERTO, Y YO NO PODRÍA VIVIR SIN TI, SIN TUS BESOS, SIN TUS CARISIAS, SIN VER TU ROSTRO Y TU CABELLO DESPEINADO TODAS LAS MAÑANAS! —grite y comenze a llorar con fuerza.

—Esta bien Ly, lo siento, lo siento Ly —sonrio Taehyung.

—Taehyung, eres un —lo mire a los ojos.

—Yo también te amo Ly —sonrio.

Taehyung tomó mis mejillas, acercó mi rostro al suyo y me beso.

El beso comenzó a ser más sensual, como si no pudiéramos estar lejos el uno del otro.

—Ajam —toseo al drede Yoongi.

Nos separamos al instante Taehyung y yo, y miramos a los chicos sonrojados.

—Interumpimos algo —dijo Jungkook sonriendo.

—¿Eh? —dijimos Tae y yo sorprendidos.

—No no, por nosotros no se preocupen, continúen —sonrio Jimin.

—No, callate enano, esto da asco —se quejo Yoongi.

—Claro que no, esto es hermoso —dijo Jin.

—Emm, chicos, yo digo que mejor los dejemos solos —dijo Hoseok.

—Si, tienes razón —dijo Jin.

—Salgamos —dijo Nam.

Todos salieron y por último Jimin el cual nos miró por última vez.

—Los dejamos solos, entienden ¡solos! —Jimin nos giño el ojo y salió.

Jimin cerró la puerta y ambos nos quedamos en silencio, me gire hacia con el y desvíe la mirada.

—Ly —me miró.

—¿Si? —lo mire.

—Lo siento —dijo serio.

—Ya te perdone —dije.

—No, no es por la broma —dijo.

—Entonces ¿por qué? —pregunté confundida.

—Lamento no haber llego a tiempo por ti —dijo serio.

—Te refieres a cuando —me interrumpió.

—Si, debi a ver llegado más a tiempo, así el bebé no hubiera sufrido tanto —dijo tierno.

—No es tu culpa, además el bebé no sufrió tanto daño, el se encuentra bien —le sonreí.

—En verdad lo lamento —dijo tierno.

—Te perdono —le sonreí.

—Gracias —me sonrio.

—Tae ¿cuando podremos regresar? —pregunté.

—Hoy mismo, el doctor me dijo que no fue tan grave la herida —sonrio.

—En verdad, esa es una buen noticia.

—Sip —sonrio.

...

—Por fin en casa —sonreí.

—Si, dejame ayudarte a bajar —dijo Tae.

Taehyung me tomo la mano y me ayudó a bajar del auto, comenzamos a caminar a la entrada.

—Tae, estoy muy contenta de regresar —sonreí.

—Si, yo igual.

Taehyung me abrazo por detrás de la cintura y recargo su mentón en mi hombro derecho.

—Te extrañe demasiado —sonrio.

—Yo igual —sonrie.

—Sabes, extrañe todo de ti —sonrio.

Taehyung me apego más a él hasta el punto de sentir a su amiguito. Suspiro en oreja eso causó un escalofrío en mi, así eu gemi levemente.

—Extrañe ese sonido de ti —me sonrio.

—En serio —sonreí.

—Si, por eso haré esto —sonrio.

Taehyung acercó su boca a mi oreja y la mordio algo fuerte lo que causó que gimiera un poco más fuerte.

—Me encanta cuando gimes Ly —sonrio.

—Así, pues me escucharas más —sonreí.

—Eso mismo quiero Ly —sonrio pervertido.

Taehyung me giro para poder vernos, comenzó a besarme seximente.

Me levanto del piso y me cargo en sus brazos, comenzó a caminar hacia nuestra habitación. Entramos y cerró la puerta por detrás, camino hasta la cama y me recostó suavemente.

Comenzó a besar mi cuello suavemente mientras dejaba chupetones y besos húmedos. Comenze a gemir de la exitacion, pues hace tiempo que no había tenido intimidad con Taehyung.

Comenzó a besar mi sabios con más necesidad, pero se detuvo.

—Ly ¿puedo? —preguntó.

—¿A qué te refieres? —pregunté.

—¿No le hara daño al bebé? —preguntó tierno.

—No, supuestamente no —sonreí.

—En ese caso —sonrio.

Voten⭐

|07|Junio|19|