Amor a segunda vista | MarAce

Capítulo único

Parecía ser un día como cualquier otro en cierta isla del East Blue. El cielo estaba despejado, la temperatura era agradable y una brisa pasajera complacía a los exhaustos muchachos que acababan de terminar su entrenamiento.

Ace había sido el vencedor, como era habitual, seguido por Sabo y, finalmente, Luffy. Este último no paraba de quejarse, argumentando que cuando tuviera diez años sería incluso más fuerte que sus amigos y los vencería sin problemas. Ace y Sabo no pudieron más que reír ante la amenaza del menor.

Mientras regresaban al pueblo, algo llamó su atención. Un gigantesco barco pirata había encallado en la arena y un gran número de hombres descendía de él. Los isleños se acercaron curiosos y desconfiados, mirando a los piratas con ojos chicos.

Luffy se alegró tanto que corrió hasta la costa, seguido por sus dos amigos. El menor tenía una obsesión con los piratas desde que había conocido a Shanks, era gracias a él que tenía el descabellado sueño de convertirse en el rey de los piratas.

Cuando llegaron a la costa, se sorprendieron al descubrir que aquel barco se trataba de nada más ni nada menos que del legendario Moby Dick. Los tres niños habían oído rumores acerca de su capitán Shirohige, el hombre más fuerte del mundo, también conocido por ser el eterno rival de Roger.

Al pensar en él, Ace frunció el ceño. Detestaba pensar en su padre y en la miserable vida que había llevado por su culpa. Sabo se percató de esto y miró a su amigo con pena, pero los gritos de exclamación de Luffy hicieron que fijara su atención en el menor.

—¡Mira eso! ¡Es un ave misteriosa! —exclamó el pequeño con euforia.

Sabo observó perplejo a aquel ser.

—¡Tienes razón! ¡Es genial! —coincidió maravillado.

Ace dejó de lado sus pensamientos para fijarse en lo que traía tan fascinados a sus amigos, y lo que vio lo dejó pasmado. Se trataba de un gran ave celeste que derrochaba llamas azules a su paso. Fue una sorpresa cuando el "ave" pisó tierra y se transformó en un hombre rubio y musculoso, con su marcado abdomen al descubierto y un gran tatuaje en el pecho.

—¡¡Increíble!! —corearon Sabo y Luffy corriendo en su dirección.

Ace los observó desde su lugar, sin moverse siquiera.

El hombre-Fénix le sonrió a ambos niños cuando estos se le acercaron con una expresión que irradiaba admiración en sus rostros.

—¡Eso fue asombroso! —exclamó Sabo.

—¡Increíble! —siguió el de cabello azabache—. ¿Qué eres?

El hombre rió ante aquella pregunta.

—Soy un usuario de una akuma no mi del tipo zoan mitológica-yoi —explicó el mayor con una sonrisa—. Mi nombre es Marco, y soy el comandante de la primera división de la tripulación de Shirohige.

—¿Primera división? ¡Debes ser muy fuerte! —observó con admiración el niño de cabellos rubios.

—¡Yo también soy un usuario! —le dijo un orgulloso Luffy.

A continuación, le demostró su habilidad estirando su brazo hasta una de las velas del Moby Dick. Por un mal cálculo, al atraer su brazo de vuelta, este lo golpeó en la cara.

Marco rió divertido.

—¿Estás bien-yoi? —le preguntó.

—¡Por supuesto! ¡Soy fuerte y por eso me convertiré en el rey de los piratas! —exclamó Luffy con determinación.

Marco lo observó con seriedad durante escasos segundos hasta dedicarle una sonrisa amable y respetuosa.

—Entonces me temo que seremos enemigos, pues mi deber es convertir a mi capitán en el próximo rey de los piratas —dijo.