POV LAUREN
Estaba subiendo rumbo a mi habitación con una sonrisa de oreja a oreja, recordando el momento de hace un rato con Camila. Esa mujer me vuelve loca nose que clase de poder tiene sobre mí me hace querer desearla a cada momento es como si encendiera mis más privitimos pensamientos carnales. Pienso que quizás es sólo sexo la calentura del momento, Pero cuando esos ojos exquisitamente adictivos me miran como si fuera la única luz en un día de lluvia. Me derrite me quemo con dulzura y a la vez me sorprende como diablos puede ser tan caliente. Estoy duchandome pensando en ella, sólo en ella. Me enerva pensar que el gilipollas que tiene no la valora, ningún ser con suficiente razón la dejaría sola al merced de cualquiera, pero como dice el dicho la basura de unos es el tesoro de otros y eso es para mi Camila. La llama que me enciende y me apaga en un instante me provoca tantas cosas que no puedo manejarlo con claridad, de sólo pensarlo me marea. Estoy saliendo de la ducha secandome el cuerpo me dirijo a buscar mi ropa y empiezo a vestirme. Miró mi reloj son las 8 ya debiera estar la cena lista. Me aperfumo me miró al espejo y cruzó a la habitación fe enfrente para tocar la puerta. 2 toques y nada. hasta que aparece en esa bata blanca por el umbral de la puerta con el pelo mojado cayendo gotas. Estaba tan maravillosa con la imagen que no la escuche cuando habló.
- Te comieron la lenguas los ratones te estoy hablando Lauren.- fruncio las cejas y se cruzó de manos.
- no precisamente los ratones, pero si una chica muy traviesa.- pase mi mano por su cara hasta rozar sus labios.
- con que es eso, no me mires como si quisieras comerme denuevo me cohibes.- trata de taparse.
- Puedo y podría comerte todos los benditos días, si quisiera te tomaría aquí mismo para que todos te vieran mientras te follo.- me acerqué a ella hasta morder un poco su oreja.- muy duro.
Fui tajante vi como se tenso ahogó un jadeo involuntario, estaba consciente que cualquier momento que tenía con ella se sentía la tensión. Esas ganas de follarmela hasta que se me salieran los sesos.
- puedes parar necesito arreglarme y tu presencia aquí no me es de mucha ayuda.-me miró con esos ojos de gatita.
- esta bien no te demores mucho la cena estará lista, si no bajas vendré a buscarte y no seré gentil.- le guiñe un ojo y salí rumbo a las escaleras.
Me estaba acomodando el pantalón no puede ser que a mi amigo le de por pararse en todo momento. Será que Camila tiene algún poder o hechizo sobre mi. Estaba llegando a la cocina mi madre estaba poniendo los platos sólo estaba ella abajo. Lo cual me ponía un poco nerviosa ella tenía ese instinto de madre con esa mirada acusadora, como si supiera lo que estaba pasando mamá casi nunca se equivoca.
- Mamá te ayudo a poner los servicios.
- bueno esta bien, está todo encima de la mesa sólo tienes que ordenarlos.- estuve poniendo los servicios.
-quieres que te ayude en algo más?.
- Donde está camila y todos los demás?.
- Camila se estaba arreglando cuando pase por su habitación, Chris tenía una junta con sus amigos y Tay estaba con sus amigas.
- Entonces seremos los cuatro perfecto, sube a buscar a tu padre debe estar en el despachó.
- esta bien mamá.
Me dirigí a las escaleras hasta llegar al despacho, me pare afuera antes de tocar sonaba música de piano. Toque para entrar ahí estaba sentado fumandose un puro escuchando música clásica. Miles de recuerdos invadieron mi mente de cuando papá solía enseñarme a tocar el piano. Pero después de llegar a la cuidad deje de hacerlo perdí la emoción con la música.
