Prólogo

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¿Mi pequeño Yoshio?, ¿ Dónde estás? — cuestionaba con angustia el pelinegro mientras buscaba a su hijo de  2 años por la habitación.

El joven padre observa los peluches, juguetes que su Tía Cass había fabricado, y un peluche de Baymax, que era un robot creado y construido por él mismo.

— ¡¿Yoshio?! — tomó a su pequeño hijo en brazos, colocó su mano en la frente del niño y rápidamente notó que tenía alta fiebre.

El pelinegro sintió que su alma estaba afuera de su cuerpo, salió a toda prisa de aquella habitación llena de decoración de muñecos, colores pasteles e infantil que armoniza con las cortinas con diseños de león.
Estando en la sala del departamento, se percató que su ex esposa tomaba el frasco de "ahorros", donde él y ella guardaban cada día dinero para no dejar que el pequeño Yoshio sin alimento.

—¡¿Qué estás diciendo abigail?! — preguntó exaltado el joven  padre sosteniendo a su hijo en brazos.

— Ya firme el divorcio, esta sobre la mesa los papeles— respondió la castaña guardando el frasco de ahorros en su equipaje

— ¡Nuestro hijo está ardiendo en fiebre, y tú!— continuó soltando una lágrima de enojo— ¡Tan solo te estás largando!, ¡ y con el dinero que es para Yoshio!

— ¡Ya!, ¡Hamada, tu y yo no somos nada!, ¡quédate con ese niño!— exaltó abigail tomando su equipaje y cerró la puerta resonando en aquel departamento.

— Mi Yoshio— abrazo a su niño, tomo las llaves del departamento, y salio tan pronto como sus fuerzas le permitieron.

Tadashi, el joven padre llevaba a su niño en brazos, corrió por las calles para lograr llegar pronto a un hospital cercano.

— ¡Con permiso, disculpe déjeme pasar, mi niño está enfermo!.

Las personas al escuchar la voz de un desesperado padre se abrieron paso en las calles de la ciudad tecnológica y avanzada de San Fransokyo, el pelinegro ingreso por emergencias del Hospital, la enfermera regreso a ver como Tadashi llamaba a un doctor con angustia.

— ¡Por favor un doctor!, ¡Mi hijo está con fiebre alta!— replicó Tadashi con su  niño en brazos.

El menor seguía llorando por la fiebre, y una enfermera se acercó, se llevó al niño pelinegro en una camilla mientras se alejaba por los pasillos del blanco hospital.
Transcurrieron las horas, y el joven padre se quedó dormido en las bancas azules, la voz de un doctor lo despertó, y de prisa se puso en pie.

— ¿Cómo se encuentra mi hijo? — preguntó Tadashi con un rostro de preocupación, y ojeras por las lágrimas derramadas.

Señor Hamada, sin su pronta cercanía al hospital su hijo hubiera muerto, pero descuide, bajamos la fiebre, e inyectamos la medicina necesaria.

— Es un alivio — añadió Tadashi mientras soltaba un suspiro— muchas gracias.

— Podrá llevarse al niño está noche si desea, le enviaremos medicamentos y una lista de alimentos que deberá comer para su recuperación, la madre del pequeño acepta ?

— Soy padre del niño, su madre — dijo Tadashi pausando sus palabras— No se encuentra, yo me haré cargo de él sin ningún problema.

— Esta bien, deberá cancelar en la ventanilla y le otorgarán las medicinas.

— Muchas gracias

El doctor se despidió con amabilidad de Tadashi, el pelinegro se acercó a la ventanilla aliviado por escuchar buenas noticias de su pequeño hijo.

—¿Todo eso debo cancelar? — cuestionó Tadashi con preocupación.

—Así es, ¿ Va a cancelar con Tarjeta o efectivo?.

En ese momento Tadashi comenzó a preocuparse, ya que hasta el momento no obtenía el dinero necesario para poder pagar todo lo que debía en el hospital, sin más opción, accedió gastar lo último que tenía su cuenta del banco.

— Bien eso es todo, en la siguiente ventanilla le van a entregar los medicamentos y la lista de alimentos para el paciente.

— De acuerdo, muchas gracias.

Tras retirar todos los medicamentos, Tadashi comenzó a cuestionarse: ¿Cómo iba a lograr sobrevivir con 25 dólares que le sobraba en su cuenta del banco para toda una semana?, ¿ Cómo iba a comprar la comida de Yoshio?.
Muchos pensamientos de angustia venia a su mente, la enfermera lo llamó para poder retirar a su hijo que era tan solo un alma inocente, no tenía la culpa del abandono de su madre.

— ¡Yoshio!, mi pequeño estoy feliz que estés bien— abrazo a su dulce niño— vamos a casa.

— ¡Papi!

Tadashi lo tomo en brazos y con la mano izquierda llevaba la bolsa de los medicamentos, este arropó a su hijo y salió nuevamente a las calles de la Gran ciudad.
El padre soltero, que desde ese momento oficialmente ya lo era, tan solo observaba a su hijo dormir en sus brazos mientras iban en dirección a su hogar, ahora era Padre y Madre para su dulce Yoshio, lo iba a cuidar, a proteger y amar para que no le falte nada.

Al llegar a su hogar arropó a Yoshio en la habitación del infante, el pelinegro soltó lágrimas de alivio y cerró la habitación, tomo asiento en el sofá, volviendo nuevamente los pensamientos de angustia, no tenía más que 25 dolares, debía conseguir trabajo de inmediato, uno de tiempo completo sino el pequeño Yoshio no tendría que comer, ya que la madre de este se llevó hasta los ahorros que tenían.
Buscó su teléfono y marcó al profesor Callaghan.

Acepto el trabajo de maestro en la SFIT.

Tadashi haría todo para que no falte alimento para su hijo, así que aceptaría cualquier trabajo, ahora Yoshio era el pedacito de su vida que le otorgará fuerzas para salir adelante, ya que la familia tan solo eran ellos 2, no volvería a dejar en manos malvadas a su niño.
Sería muy difícil tener una vida amorosa nuevamente, así que el amor que tiene será para su hijo, su angelito y su compañero.
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Hola,¿ qué tal?
esta historia va a ser pequeñita así que prometo culminarla, espero y les agrade.

Izz_VaLAng

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Damons145

Dejo esto y me voy xd.

Papi,¿ Podría Ser Elsa Mi Mami?||Tadelsa|| Historia CortaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora