El agua golpeaba con fuerza el techo del automóvil. Faltaban minutos para llegar a su hogar. Encendió la pantalla de su celular. No tenía notificaciones, así que lo volvió a guardar. Suspiró. Reclinó su cabeza hacia atrás. Trató de relajarse. Esperaba que no hubiera goteras.
Había tenido un día largo. Sólo quería llegar a su casa y dormir. Luchaba por no quedarse dormido en el taxi, vaya que lo hacía. En serio trató. Pero no lo logró. Cuando llegó a su destino el conductor tuvo que despertarlo. Bajó con su paraguas y dió las gracias al taxista.
Hacía frío. Debía entrar rápido. Entró en el edificio y se dirigió hacia el elevador, presionando el número de su piso. Aún dentro, el ambiente seguía siendo fresco. Sintió escalofríos. Suspiró por enésima vez en el día. Ya estaba cerca, faltaba un poco para poder tumbarse en su cama y dormir todo el fin de semana. Lo sentía.
Cuando por fin llegó al departamento, ingresó el código con desesperación y por fin, entró.
Arrojó su abrigo y su paraguas a una esquina y se sacó los zapatos. Luego fue directo a su habitación.
— Ya llegué mi amor, todo va a estar bien. — Dijo con alivio, acariciando la superficie de su preciada cama. Se había estirado como una estrella de mar en ella.
Poco a poco fue cerrando sus ojos, cayendo en los brazos de Morfeo.
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Sólo despertó porque el sol le molestaba. Bostezó, sentándose en la cama. Se sobresaltó al encontrarse a una presencia a su lado. Estaba sentado cómodamente leyendo un pequeño libro, el cual recordaba haber dejado en su mesa de noche. Vestía ropa suelta de color negro.
— Oh, ya despertaste. — Dijo con una sonrisa.
Seokjin estaba desconcertado. ¿Qué hacía esa persona en su habitación? ¿Había dormido con alguien anoche y no lo recordaba? No podía ser posible, el no había bebido.
— ¿Qué? — Realmente no entendía nada.
— Debes de ser el de bienes raíces. No tenías que esperarme, yo podía instalarme solo. — Pronunció con simpleza, levantándose de ahí.— Puedes irte cuando estés listo.
Y se fue.
De nuevo, ¿qué? El no recordaba haberle vendido el departamento a alguien. Salió de su amada cama rápidamente. Tenía que averiguar porqué ese tipo estaba en su casa.
Al estar fuera de su habitación se encontró al tipo preparándose un chocolate con leche -su leche por cierto- usando su tasa favorita.
— ¿Vas a venir seguido? Necesito algo de privacidad, ya sabes. — Le volvió a hablar el desconocido que irrumpía en su casa mientras revolvía su bebida.
Seokjin al fin pudo formar una frase y responderle al hombre. — Ésta es mi maldita casa.
— ¿Qué?— Parecía haberlo sorprendido. —Mmm, yo creo que no. Me acaban de asignar este lugar. Mira.— El tipo sostenía unos papeles, y efectivamente, la casa le pertenecía.
¿Cómo había pasado aquello? El no había vendido su casa, debía tratarse de un error. Simplemente este tipo no podía llegar y apropiarse de ella.
—¿Quién eres?— Seokjin solo quería resolver esto de una vez por todas.
El intruso frunció el ceño. Parecía confundido.
—¿Cuál es tu nombre?
— Oh.
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𝙡𝙞𝙫𝙞𝙣𝙜 𝙬𝙞𝙩𝙝 𝙩𝙝𝙚 𝙙𝙚𝙖𝙩𝙝;; 𝘵𝘢𝘦𝘫𝘪𝘯
Fanficla parca kim ha sido asignado a un departamento en seúl. no contaba con que éste perteneciera a kim seokjin, un solitario bibliotecario de 27 años. ambos se embarcan en la aventura de vivir juntos, y, tal vez, encontrar el amor en el otro. ¿podrá ki...