I love you a lo vio {Yoonmin- Chileno}

Capítulo 17 "pobre de mi wawita"

Yoongi POV

Me estaba acicalándome pa ir a ver al dueño de mis pajas, pa ir a buscar a mi pololo a la U, anoche me había dicho que me quería contarme una weá, así que estaba entero de perseguío, quizás que volá po, aunque dijo que no era ná malo, uno nunca sae, estoy preparao pa too, yo soy too terreno, reptiliano máximo po, iluminati.

Me vestí piola si, últimamente cada vez que salgo con mi wawa, trato de no verme tan cuma pa evitarle ataos y de pasaita evitarme que me digan weás de perro a mi po, si pa que con weás, su gente me tiene la terrible mala y yo no me voy a meterme con weones perkines que no tienen lleca, esos cuicos culiaos fachos chupa pico me tienen sin cuidao, el Jimin salva no má, mi potito rico.

Me fui en trome pa hacer su freestyle e invitarle un helaito o alguna cosa a mi rusio, demás que va tener el meo diente cuando salga de sus clases, así que pa sorprenderlo. Prendí mi parlantito con sus pistas bien dembow tirao pa reggaetón, he cachao que la gente lo vacila más y deja más moneas.

- Tú y yo tenemos la misma duda lo admito - le dije a un escolar piola que estaba afirmao del fierro y apunté a un haitiano al lao de él. - amigo, dime... ¿Es verdad el mito? - miré coqueto al negro y todos se rieron.

- Porque si eso es verdad... - seguí mirando al negrito con toos los weones atentos a mi. - ¿tú, me lo querrías demostrar? - le guiñé el ojo y hasta el negro se cagó de la risa.

- No mentira yo no soy gay, o tal vez... - seguí weando al negro culiao. - pero siempre, hay una primera vez... - le tiré un beso al weón, que ya estaba casi llorando de tanta risa, igual que todo el vagón.

Seguí weando gente un rato hasta que llegué a Santa Lucía, terminé la rutina con miles de aplausos a mi persona, estaba entero de emocionao weón, hace caleta no hacía metros solo, me daba la pera máxima, me gustaba más hacerlo con el Nam, tiramos tallas entre los do, era como más pulento si, pero ahora me había lucío. Pasé pidiendo la colaboración hasta llegar a la estación de los chunchos culiaos malayas, agradecí nuevamente y me bajé echándome las moneitas y unos cuantos billetes en los bolsillos. Conté la ganancia y me hice 4300 pesos en un puro vagón. Soy el más topulen están vios si oe.

Llegué hasta afuera de la U, a esperar a mi pololito más rico del mundo, lo echaba de meno, ahora como que lo quiero tener siempre a mi lao, es que estoy enamorao de este cuico culiao.

Lo vi acercarse a mi, con unos jeans rotos en las rodillas tan apretaos que sabía que ese poto se le ha de ver entero de rico, pa azotarselo a lo maldito contra la paré. Había estao ensayando culiones con mi almohada, le metía el pico simulando que era el hoyo del Jimin, la weá bizarra, pero de alguna forma hay que practicar po, no me iba a culiar al Ramón po weón, que weá, así que yo cacho que un tiempito más, le parto la raja a metías de tula.

- Hola, mi amor. - dijo mi príncipe precioso rico al llegar a mi. Se me colgó de mi cuello y me dio el sendo beso.

- Wena wawita mía. - lo agarré de la cintura, alzándolo a lo koala koala ya, respondiendo el tobesi. Me tiene loco este chuchetumare oh.

Nos comimos un ratito a besos homosexuales nivel ochenta y nos tomamos de la manito pa empezar a caminar, caché que iba medio cojo el Jimin, la weá rara si aún no me lo culeo pa que ande así. Lo dejé pasar pa preguntarle qué weá cuando estuviésemos sentaos piola.

Fuimos a este café de cuicos el estarbak, estarbaks, esbarkat o como se llame la mierda esta, nombre culiao raro weón, pa la otra lo llevo al Juan Gabriel, o sea Valdez, aaaa nombres culiaos complicaos weón mejor su Nescafe yera. Lo invité yo, porque andaba pudiente. El pidió un frappuchino de caramelo y como yo no funo estas weás, mi wawa me pidió un chocolate caliente. Lo fuimo a sentar a una mesita como afuera.