Porn Star [KaiSoo/Traducción]

SHOOT FILM

Los dos días que pasaron después del accidente de Sehun fueron un infierno en la Tierra.

Sin medio término, Kyungsoo estaba en un proceso, terrible e interminable, de pasar todo su tiempo libre pensando en esa pequeña sonrisa y en la palabra "Cuidado" pronunciada por esos labios que fácilmente podrían desgarrar su cordura.

El mundo era realmente un lugar cruel. ¿Por qué tenía que encontrarse con él en una estación de metro? ¿Por qué tuvo que pasar por el doloroso proceso de constatar que realmente existía?

Que el actor porno existiera sólo detrás de la pantalla de su computadora era una cosa. Haberlo visto a menos de diez metros de él era otra. Creaba, inevitablemente, las ganas de intentar alcanzarlo, de correr detrás de él hasta que tuvieran un contacto real... Creaba el deseo de entregarse en cuerpo y alma, como siempre imaginó y creyó que nunca sucedería.

Mantener sus deseos homoafectivos dentro de él se estaba convirtiendo rápidamente en una tarea dolorosa.

Más de lo que siempre había sido.

Y cuando más lo pensaba, más le parecía atractiva la invitación entre sus dedos. ¿Sería perjudicial que, una vez en la vida, se rindiera a los placeres?

Pero si lo hiciera, no sería con Kai. ¿Aún así valdría la pena?

Sabía muy bien que haber creado un enamoramiento platónico por el chico que hacía películas eróticas podría ser ridículo... En realidad: era ridículo. Por el simple hecho de que no sabía nada de la persona en si. De acuerdo, si tuviera que poner las cartas sobre la mesa, se había enamorado de una creación que hizo sobre la imagen del moreno, lo que complicaba aún más las cosas, ya que en su mente perturbada él era perfecto. ¿Cuáles eran las posibilidades de que el Kai real cumpliera con todas esas expectativas?

De todos modos, ¿por qué Kyungsoo seguía pensando en eso? Era solo una fiesta, en caso de que realmente fuera, sería para encontrar a alguien que aceptara satisfacer sus necesidades y curiosidades físicas, ¿verdad? Esa persona no esperaría flores o llamadas telefónicas al día siguiente. Él sabía muy bien cómo sería. Y no estaba seguro de estar preparado para algo así.

Es decir, no es que pensara que vivía en una película romántica o algo así, pero era virgen... No quería tener relaciones sexuales con un completo extraño, pero al mismo tiempo sabía que no tenía ninguna posibilidad de establecer una relación sin que todos a su alrededor lo descubrieran; es decir, eso estaba fuera de cuestión.

Do suspiró por milésima vez. Todo en su vida era como una espada de doble filo. Ninguna opción era factible al cien por ciento y eso le molestaba.

Probablemente tomaría la decisión de ir o no a esa maldita fiesta solo cuando ya fuera demasiado tarde para ir. Y aún quedaban horas.

Cerró los ojos, repitiendo mentalmente la escena en la que casi se cayó sobre las rieles del metro y al moreno que lo notaba.

Podría vivir en ese flashback por el resto de su vida.

• •

La música llenaba toda la sala, con sus ritmos que hacían que los líquidos dentro de las copas de vidrio se agitarán debido a las ondas sonoras.

El aire olía a cigarrillo, bebida, sudor y libido. Los cuerpos se retorcían al ritmo de la música, el roce de los miembros y las expresiones sugerentes... Todo parecía crear un ambiente propenso para el buen uso de la sexualidad.

Hombres, mujeres... No importaba mucho. Los miembros del club no parecían tener restricciones de género; si no fuera por ellos mismos, no les importaría las preferencias de los demás. Do aún no podían entender bien cómo era estar en un ambiente en el cual las personas no se preocupaban por los demás a menos que estuvieran interesados ​​en ellos.