¿Porqué yo?

03. Secundaria.

Como ya mencioné anteriormente, me costó mucho trabajo dejar a mis compañeros de la primaria puesto que fueron mis primeros amigos, me negaba rotundamente a estar en la secundaria, más sin embargo tuve que caer en la realidad de que nada es para siempre y que tenía que disfrutar de esa nueva etapa de la vida.

El primer día de clases me topé con la sorpresa de que una de las niñas de mi segunda primaria (dónde me hacían bullying) sería mi compañera, para colmo me saludo como si me conociera de siempre y fuera mi amiga del alma, aún recuerdo que no me dio miedo, sino coraje, lo primero en lo que pensé fue que era una completa hipócrita y que era mi momento de vengarme, yo ya no tenía baja autoestima y era mi oportunidad de ser ahora yo, quién le haría probar su propias palabras y tratos [como en el capítulo anterior, al final de éste te contaré cómo me sentí con eso]. Además de ella, el primer día tuve otra amiga, la hija del director de la última primaria en la que estuve, al parecer ella también me conocía porque cuando le pregunté de cual escuela venía me respondió de la forma más chocante posible que de la misma que yo (ella era del otro grupo, así que su salón era rival del mío, patético, lo sé). A pesar de su mal humor decidí ser amigable con ella y pedirle que se juntara con nosotras, en parte porque la vi sola y en parte porque yo no quería estar sola con esa niña de mi antiguo colegio. Por amigos en común terminamos siendo como 8 niños en el receso, dos de ellos eran hombres, bastante latosos, agarraron confianza inmediatamente y no dejaban de hacer bromas de mal gusto, a uno de ellos lo tolere porque llevaba por nombre el mismo que mi mejor amigo de la primaria (otra cosa patética), al otro chico aprendí a tolerarlo porque se sentaba cerca de mí y como ya me tenía confianza me molestaba además de que le gustaba estar de encajoso, pero a él también con el tiempo aprendí a quererlo, tanto que ahora te puedo jurar que lo amo y que es de las personas que más significado le han dado a lo que soy ahora, pero claro yo no se lo dije en su momento porque mi orgullo y otras cosas no me lo permitían, pero bueno ya te saque un poco del tema. Mi grupo de amigas se hizo y se deshizo una infinidad de veces, pero había 3 de ellas y yo que éramos casi inseparables, sí nosotras cuatro también nos llegamos a pelear en algún momento de la vida.

Verás, después del receso de mi primer día de clases, a pesar de ser casi 8 personas, cada quien conectó más con ciertas personas, en mi caso fueron dos y una más que era muy amiga de una de las niñas con las que conecte, (la chica de la primaria dónde me hacían bullying) yo me negaba a quererla pero tampoco iba a ser grosera (por el momento). Nosotras cuatro juntas éramos tan fuertes y frágiles a la vez, que hicimos un pacto, en el salón había una niña que no encajaba en ningún grupo de amigos, o se aburría rápido de ellos o ponía a unos en contra de otros y destruía amistades, así que prometimos no dejarnos llevar por mentirás de ella ni de nadie, cosa que no pasó, mi mejor amiga y yo nos peleamos. Le lloré, no te estoy tomando el pelo, le lloré y rogué todos los días por aproximadamente dos o tres meses, me humille como nunca en la vida, claro, estaba alimentando su ego, así que cuando abrí los ojos y me di cuenta de lo que estaba haciendo, lo deje de hacer, fue ahí cuando ella me busco para arreglar las cosas con nuestra amistad, sí, volvió a ser mi amiga pero ya no tan cercana como antes.

Nada es para siempre.
Hay dos puntos que quiero tocar, el primero: Cuando dije que fue mi turno de molestarla a ella, de igual forma fue sin agresión física, sino con agresión moral, me burlaba de cosas que hacía o decía y como era la más influenciable en mi grupo de amigas, todas me seguían y también se burlaban de ella, o si me confiaba algo, lo decía. Eso está mal. El bullying en general está mal, ser bully o bulleado está mal. ¿Que si en su momento lo disfrute? Tal vez, pero el sentimiento de culpa siempre estuvo presente, hacer bullying no está bien, por más mínimo que sea, somos crueles con lo que decimos y hacemos, si pudiera cambiar eso, sin duda lo haría, porque yo sé, que se siente que te traten como un bicho raro, porque no debemos hacer justicia propia, el karma existe y hay que dejar que se la cobre solito. Unos están a favor de ser empaticos, otros no. Yo no te voy a decir que trates a los demás como te tratan a tí, porque si alguien te trata mal, tienes que mostrarle que está mal y que hay mejores formas de portarse con la gente, y aunque puedes ponerme el pretexto “¿Y yo porque?” entonces quédate con la frase, «trata a los demás, como merecen ser tratados», claro, tomando en cuenta que no cualquiera en este mundo merece ser tratado mal. En serio estoy arrepentida y si tú eres un bully, deja de serlo, quiero que te sientes y reflexiones, si hay alguien en este mundo a quién hayas herido a propósito, quiero que le ofrezcas una disculpa. No sabemos por qué cosas está pasando la gente como para ser un problema más en su vida. ¿Trato?.

El segundo punto que quiero tocar, es el problema que tuve con mi mejor amiga, las amistades existen, sí, pero también las pasajeras, ella ahora no es más que una conocida, una persona entrañable, sí que la quiero, pero no para llorarle como lo hice, en esta vida socializar es difícil. Y cuando nos encontramos con gente como ella que disfrutan del ego, lo más viable es mantenerse fuerte y llevarla tranquilos. Los amigos de verdad se cuentan con los dedos de una mano, hay que aprender a identificar a quien si se le puede entregar el alma y a quien sólo el tiempo. Yo no me arrepiento de los momentos que viví con ella, no me arrepiento de su amistad, pero si de haberle rogado tanto, porque solo estaba engrandeciendo algo que era mísero, pequeñito.

Selecciona bien a tus amistades y vive como nunca, ríe, llora, enojate, siente, pero todo con moderación, todo a su tiempo, porque si existe algo bonito en la vida es saber disfrutar a lo máximo las etapas que ésta nos da.