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Taehyung estaba preparando su comida en la cocina como habitualmente, hacía tres años que vivía solo en aquel apartamento así que no se complicaba la vida.

Estaba removiendo sus verduras cuando de un momento a otro el sonido del timbre resonó por toda la casa, extrañado miró la hora en su móvil, 15:24, no esperaba a nadie.

- Quién será? - se secó las manos con un trapo que tiró al sofá al escuchar de nuevo el irritante sonido - Ya voy! - gritó, al abrir la puerta el aire se le salió de los pulmones, se quedó estático en su sitio. Seguía igual, tan sólo que su rostro tenía las facciones más marcadas que antes y el cuerpo un poco más musculado, sin duda ya no era un chico aniñado.

- Taehyung... - cerró la puerta sin siquiera creerlo y se apoyó en ella cerrando los ojos - Tae, sólo quería verte y...

- Ya me has visto, ahora lárgate - dijo con la voz temblorosa a través de la puerta

- Tae...

- Vete - su corazón seguía doliendo, después de tres años seguía haciéndolo.
Escuchó un golpecito en la superficie de madera y abrió la puerta cuando la ira lo invadió, de golpe, encontrando al pelinegro con la mano alzada para tocar la puerta de nuevo

- Jodidamente te atreves a aparecer por aquí tres años después?! Creí que tendrías un poco de sentido común Jeon! - había perdido los nervios

- Taehyung, cálmate porfavor yo...

- Que me calme? Que me calme! - rió sonoramente - Te atreves a aparecer por mi puta casa tres años después de que te fueras a tu queridísimo puesto en Manhattan? Me abandonaste Jungkook, me abandonaste por un puto ascenso de mierda - bajó la voz hasta un tono amenazante y frío.

- Tae, me he dado cuenta de que...

- Como me vengas con que te arrepientes vas a-

- Puedes dejarme hablar joder?! - gritó el más alto llevando su mano a despeinar su pelo hacia atrás haciendo que el pelirrojo se callase - Perdón, es que yo... - suspiró - He vuelto a Seúl y... Sólo quería verte, y si podíamos hablar un rato, pero ya veo que no es tan buena idea... Me... Me voy, siento molestarte Taehyung-ah, sigues igual de precioso - sonrió y se dió la vuelta dispuesto a irse.
El pelirrojo cerró la puerta suavemente y volvió a la cocina para sacar la comida del fuego, se estaba arrepintiendo... Oh no, no podía hacer eso...

- Jungkook! - cuando menos se dió cuenta estaba gritándole por la ventana que subiera, qué podía perder ya? Le abrió la puerta y se sentaron en los sofás enfrentados del salón mientras Taehyung comía sus fideos con verduras

- Y bien? Dijiste que querías hablar

- Uh... - rió - Si te digo la verdad me había preparado un discurso de disculpa por si algún casual no me gritabas...

- Creías en esa posibilidad?

- No tenía mucha fe, la verdad... - pasaron unos minutos hablando de cosas banales para romper el hielo, ambos estaban algo incómodos.

- Voy a fregar esto, ya vuelvo - se levantó y se dirigió a la cocina, rato después Jungkook se acercó a la habitación al no recibir señales de vida de su ex novio.
Se apoyó en el marco de la puerta y observó a Taehyung apoyado en la encimera con la cabeza gacha, no lo había escuchado. Se acercó a paso lento y lo abrazó por la espalda escondiendo la cara en su cuello

- J-Jungkook...

- Te he echado tanto de menos, joder... - el pequeño suspiró mordiendo su labio inferior cuando el pelinegro paso la punta de la nariz por su cuello suavemente, al parecer aún recordaba sus puntos débiles. Las manos del mayor bajaron hasta sus caderas pegando sus cuerpos y Taehyung jadeó

- Tú también me has echado de menos, bebé? - susurró, para después morder su lóbulo.

El rubio jodidamente no quería contestar a esa pregunta, porque si lo hacía, sabía cómo iban a acabar, sin embargo, se vió a sí mismo asintiendo con la cabeza inclinando su cabeza para dejar el cuello a la merced del contrario, quién lamió y mordió la superficie por un buen rato dejando algunas (bastantes) marcas. Cuando no pudo más, se giró a unir sus bocas y sin siquiera pedir permiso su lengua entró en la boca del pelinegro, que gruñó arrinconándolo contra el banco de la cocina.

Jungkook lo cogió por los muslos y lo subió a la encimera para estar más cómodos y no tener ninguna diferencia de altura. Sus manos fueron a parar a las nalgas de Taehyung dejando sus cuerpos más cerca, el pelirrojo gimió y se separó de su boca para quitarle la camiseta rápidamente, mientras que el contrario hacía lo mismo, volvió a besarlo, esta vez con ansias, desesperado y húmedo, sus lenguas se juntaron en la boca del pelinegro y comenzaron una batalla por el dominio del beso, aunque había que admitir que a veces la guerra era mucho mejor que la victoria. Tae sintió cómo el más alto lo cogía en brazos y lo levantava en el aire, oh... Iban a su habitación...

3 ყᥱᥲrs ᥣᥲtᥱr {𝘬𝘰𝘰𝘬𝘷 // 𝘵𝘸𝘰 𝘴𝘩𝘰𝘵}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora