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Ese día Taehyung se sentía decaído. Trató de alejar cualquier pensamiento negativo de su cabeza y salió de su apartamento, se encaminó hacia las escaleras para bajar a la recepción de su edificio y así dirigirse a la estación Gangnam. Una vez que salió a la calle comenzó a andar. El cielo estaba lleno de nubes y unas cuantas gotas de lluvia comenzaban a caer. Miró al cielo y agradeció poder experimentar días así; le gustaba el clima del verano cuando llegaban las lluvias y los días calientes a su ciudad. Era algo que lo animaba bastante.

Había quedado con Namjoon y Jimin de verse en la estación Samseong para ir a la librería Starfield a comprar un par de libros y quizá algunas revistas, pero a él no podía importarle menos llegar un poco mojado; el día era muy agradable como para no disfrutarlo y le ayudaba a despejar su mente, así que no aceleró su pasó.

Luego de entrar a la estación fue directamente al andén, sacó su celular para revisar si tenía algún mensaje de sus amigos, pero no había nada, probablemente aún no llegaban a la estación así que no tenía problemas con esperar a que llegara el metro. Se sentó y revisó en uno de los relojes del andén cuanto tiempo tardaría en llegar el siguiente tren a la estación: tan solo cuatro minutos, bueno, no tendría que esperar demasiado.

Pasados unos cuantos minutos comenzó a sentirse observado y por instinto levantó su cabeza para ver quién (o quiénes lo miraban); se encontró con un grupo de tres chicas que le estaban observando intensamente mientras susurraban entre ellas. Se removió algo incómodo en su asiento; le daba la sensación de que estaban planeando acercarse a él o algo similar, pero quiso ignorar el pensamiento porque no le parecía correcto asumir de que podían estar hablando. Luego de un par de minutos incómodos, en los que intentó no pensar en que esas chicas podrían acercarse, llegó el metro y subió hasta el último vagón para así evitar las miradas y cuchicheos del pequeño grupo.

Cuando llegó a la estación Samseong bajó del vagón y se dirigió a los torniquetes para ir a la salida del metro y esperar ahí a sus amigos. Una vez salió del metro les envió un texto a sus amigos avisándoles que había llegado a la estación. Se paró a un lado de las escaleras y sin poder evitarlo comenzó a perderse en sus pensamientos; así se le pasó el tiempo, pensando en cosas absurdas que sin querer lo hacían sentir mal, hasta que sintió unas pequeñas manos frías cubriendo sus ojos.

- ¡Adivina quién soy! –dijo una suave voz detrás de él.

-Mmm... No sabía que los hobbits usaban el metro. –sintió un golpe en la nuca y soltó un ruido ahogado.

-Eres muy gracioso Tae, en serio, me matas de risa –soltó Jimin mordazmente; si había algo que no le gustaba al rubio era que se metieran con su estatura, aun si era en broma.

-Jajá, lo siento Jiminnie, no pude evitarlo.

-Bueno, la próxima vez que me llames hobbit yo no podré evitar golpear tu cara.

Alzó las manos en son de paz- Está bien, está bien, no volverá a suceder. Discúlpame.

-Más te vale, bueno, hay que movernos.

- ¿Qué?, ¿y Namjoon?

-Me llamó hace poco, me dijo que llegaría directo a la librería.

- ¿Y no me aviso? –soltó-, vaya amigo que tengo. – Soltó con molestia e inmediatamente se regañó mentalmente por enojarse por algo así.

-No seas dramático Tae, seguro olvido llamarte o quizá rompió su celular –comenzó a andar-. Cambiando de tema, invité a Jungkook. Espero no te moleste. –soltó atropelladamente mientras aceleraba su paso. Taehyung pensó que seguramente estaba muy nervioso por decirle aquello.

Just One DayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora