*****Perfectamente imperfecto*****

Capítulo 1: EL INICIO.

Un fuerte dolor palpito en mis sienes, sangre, gritos, perdida, eso fue lo que sentí, ese día todo cambio, perdí mis sueños, y mi pierna. Un destello capto mi vista en aquel horrible desastre, una luz tan calurosa, un tacto que me hizo estremecer, un destello que llego muy temprano para salvarme, pero tarde para mi pierna, sueno algo desagradecida, pero lo único que me quedaba en este mundo era mi pierna, y ya no está. Se preguntarán porque nombro tanto a mi pierna, pero mi sueño era ser la mejor bailarina, pero como ya sabrán esa persona o esa cosa me salvo y me arruino.

-Vas a morir-Dijo él.

-No exactamente, tal vez me desintegren o me obliguen a pasar la vida contigo, y es probable que si me obligan a estar contigo preferiría que me desintegren-Dije.

Creo que salvarla fue el peor error que he cometido en mi vida, lo que hace que probablemente mi futuro este en peligro ya que soy un perfecto, como el resto de personas que viven en esta dimensión, pero tenía que hacerlo, y aunque sea estúpido, cuando la vi, sentí algo raro, extraño, creo que los imperfectos lo llamas empatía o cariño, no lo sé, no soy un imperfecto, bueno con la tremenda estupidez que cometí hace unos remios, estoy dudando mi origen.

-Chelen Chiare Lightlune, pase por favor-

-Bueno, dale un saludo a mis compañeros y a mi familia, diles que no me extrañen... bueno, no pueden sentir nada, así que diles que si pudiera sentir algo, sería odio, aunque no sé muy bien de que se trata, pero los imperfectos siempre hablan de que es algo aterrador, así que no piensen que me va temblar la mano en hacerlos sufrir a cada uno por haberme robado el bocadillo que había dejado en la mesa del comedor... ahora, me despido- Le dije a Relium.

- Chelen -

- ¿Qué? –

- ¿Tienes problemas? – preguntó el.

- No es algo que te pueda interesar en lo más poco -

Camine sin parar, cruzando puertas, recordando lo que pasó ese día, pero no puedo hacer nada, solo recibir un maldito castigo sin haber podido comer mi último bocadillo... que miserable es mi vida, pero en algún momento me voy a vengar, como dicen los imperfectos.

Crucé la ultima puerta, se iba a decidir mi final, lo peor de todo, es que me veo guapo en el espejo, bueno, siempre me veo guapo, pero que le voy a hacer, además eso no importa en estos momentos.

-Chelen Chiare- dijo el jurado

- Ese mismo –

- Tenemos su castigo –

- ¿Qué es esto? ¿La primaria? –

- Lamentablemente... NO – dijo esta resaltando irritación en sus palabras.

- Pues perdoné mi ignorancia – dije.

- ¿Sabía usted que altero el orden de las dimensiones? –

- Vaya cosas interesantes hice, ¿No lo cree así? –

- Al parecer si-

- Y dígame ¿Silla eléctrica? ¿Rondar por el intermedio por el resto de mi vida?

- Por desgracia, no, su castigo decidirá el futuro de la estabilidad de las dos dimensiones-

- ¿Perdón? –

-Será enviado a la dimensión imperfecta para encontrar y regresar a la Srta. Kendalya Rosebeelh Lune, que hace exactamente tres remios y cuatro remiones fue salvada por Chelen Chiare, ósea, usted - Dijo el juez.

- Me niego- expresé.

- No le estoy pidiendo un favor, señor Chelen – dijo la jueza exaltada.

-Ella que tiene que ver en este asunto- Dije.

-La Srta. Rosebeelh pertenece a el gremio Lebhiumelio, hace dieciocho ruvbubiones fue expulsada de la dimensión perfecta. El resto de información es confidencial- Dijo el juez.

- ¿Y qué se supone que voy a hacer? –

- Simplemente lo que tenga que hacer- dijo en un tono algo elegante.

Después de eso, todo fue confuso. Me sacaron de ese apestoso lugar, con muy poco estilo, lleno de ancianos amargados, me inyectaron una diminuta capsula de identificación perfecta y momentos después fui enviado a el otro mundo.    

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Espero que le haya gustado esta primera parte.

La verdad soy nueva en esta por lo que estaría agradecida de recibir sus críticas constructivas e ir mejorando poco a poco.

Hasta la próxima PERFECTOS.