Don't Go

El comienzo.

Soñar...despertar...olvidar...así era cada día de mi vida. Uno cada vez más aburrido que el anterior, es horrible ser yo...no tengo muchos amigos, no hablo con mi familia, e incluso creo problemas innecesarios en mi cabeza solo porque el estrés es menos aburrido. Para algunas personas es muy fácil dar soluciones simples a problemas "sencillos", sólo debo ser valiente, hablar con otras personas, cantar una canción y ser muy feliz, pero...es diferente, a veces la vida no es un musical en el que todo se soluciona en un par de minutos, a veces simplemente debes lidiar con ello...y acostumbrarte.

- Biiip biip...Biip biip

Era el despertador, es sólo una alarma que tengo en mi celular...pero cada vez que la escucho sólo puedo pensar en una cosa; tirar el móvil por la ventana y volver a la cama. Pero era el último día del semestre, ya no tendría que ir a la escuela, todo estaban muy felices pero por alguna razón...no podía sentir nada.

- Agh...me duele la cabeza...parece que no hay nadie, genial...

Oh, olvidé presentarme...Me llamo Dean, tengo 15 años, obviamente soy un chico...un poco "pensativo", eso dicen las otras personas de mi. Soy muy bipolar, a veces despierto alegre y al final del día me acuesto en las noches con ganas de golpear a alguien con un palo, en otras ocasiones me siento tan mal conmigo mismo que incluso no llego a mirar mi reflejo en todo un día.

- . . .Tengo sed.

Un gusto conocerte por cierto.

- Good morning, Pedro. Mi inglés mejora, ¿no crees? eres sólo un gato, PERO, sé que en el fondo amas oírme cantar...o tal vez sólo pienses que necesito un terapeuta.

Pedro es mi mejor amigo, es más que sólo una mascota. La historia de Pedro es más interesante que la mía, así que la contaré rápidamente; un día cuando salí de mi escuela (estaba en primaria en ese momento) Había un gato muy lastimado cerca de un auto, al parecer un tipo creía que Pedro estaba muerto así que intentó llevárselo en una bolsa de basura, pero...por alguna razón algo dentro de mi me decía que debía salvarlo...así que solo me acerqué e hice como si fuera mi gato, e incluso le puse el primer nombre que se me vino a la cabeza: "Pedro". Al llegar a casa le supliqué a mi mamá que me dejara conservarlo...me dijo que "NO", pero aún así lo conservé, claro que ella se enojó pero al decir unas simples palabras hice que cambiara de opinión: "Santa ya no tendrá que darme regalos en navidad". Supongo que con eso ya sabía que yo tenía conocimiento de que ella era ya saben quien (no lean esto en voz alta al lado de un niño pequeño, no queremos que acabe como yo) en fin, ya no recibí más regalos de navidad, pero Pedro...era mejor que cualquier otro regalo que pudiera desear. Por cierto, todo esto pasó cuando tenía 7 años, no sé que relevancia tenga pero...era muy chiquito.

- Otra vez sin desayunar...bueno Pedro, hay atún, ¿quieres compartir atún con tu mejor amigo y compañero? -Entre los dos solo se oyeron los maullidos de Pedro, eran tan...malditamente controladores, no tenía otra opción que darle toda la lata a el- ¡OK! Ok, trágate todo el atún, ya veremos quién terminará obeso y sin novia, TRAGÓN.

Luego de darme una ducha y alistarme, me dispuse a caminar hacia la escuela...y de alguna forma un extraño sentimiento invadía mi pecho...ese sueño...no lo recuerdo, pero era tan importante. Todo era oscuro, estaba yo y alguien más...pero...no podía distinguir quien era...todo lo demás es borroso, y el final...ni siquiera sé si tenga uno.

- A la víbora, víbora, de la mar...

Pero como sea, cantando todo se soluciona, ¿no?