Kay (segunda parte)

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Era cierto que los gemelos y yo nos llevabamos bien, pero Ben estaba exagerando, no podia solo enviarme con Kay y ya, pero que más da, si quería ir, debia de obedecer sus órdenes.

-Kay- lo llamé gritando

-estoy aquí- lo escuché responderme desde su habitacion.

Subí lo más deprisa que pude y golpee solo una vez para que me sintiera y abrí la puerta, quería terminar con esto yá.

-¿Por qué entrás si no te he dicho que pasaras?- Kay estaba recién bañadito, olía a jabón y loción, que delicioso aroma lo mire embobada, lucia radiante, eean poco más de las 11 y el sol que estaba tan fuerte entraba por su ventana haciendo que sus perfectos y dorados cabellos resaltaran más. DIVINO.

-Lo siento- murmuro antes de salir, no me había dado cuenta de que tenía la mano apoyada en la pared entre el marco y la puerta, por lo que cuando intento cerrarla detrás de mi al salir, siento como mis dedos crujen ante la presión, grite de dolor y Kay abre mucho los ojos y viene junto a mi.

-¿Estás bien?- suena preocupado

-No, no lo estoy- digo mientrás siento unas cuantas lágrimas rozar mi mejilla

-¿Por qué eres tan torpe?-

-No soy torpe, no me había dado cuenta de que la tenía allí-

-Eso es ser torpe, idiot- dijo mientras sostenia y revisaba mis dedos

-Eres un idiota- dije sollozando ante el contanco de sus manos que hacian que me doliera más la zona lástimada -esto no hubiera pasado si me dejabas entrar sin problemas- Sonrió demasiado al escuchar lo que dije

-Esto no hubiera pasado si esperaras mis indicaciones- dijo soplando mis dedos, ay, eso sí se sentía bien, era... fresco- ¿a qué viniste?- preguntó.

-Ben dijo que me llevarías a conocer el mar- dije secándome las gotas ya secas de mi rostro

-¿Qué?-

-Dijo que confía mucho entí-

-Creí que quería que me mantuviera lejos de tí- estaba confundido, yo también -pero supongo que ahora que nos llevamos bien ya me tiene confianza- estiré mis manos de las suyas 

-Eso es lo que acabo de decir- ironicé.

-No es cierto, dijiste que me tiene confianzá, no que la tenga por que nos llevemos bien, son cosas distintas.- PERO QUE IDIOTA.

Una de las razones por las que NUNCA podría ser muy amiga de Kay era su arrogancia, él simpre quería ganar en todo, y eso no me gusta, por que claro, estoy acostumbrada a ganar siempre.

-Como sea, ¿irás?- le dije mientras lo seguía hacia su armario, en donde se puso a buscar algo que ponerse dándome la espalda, que aaaay, estaba tan marcada.

-¿Por qué no vas solo tú?- ojalá pudiera

-Ben me ha dicho que si tú no vas, yo tampoco iré- incliné la boca hacia un costado haciendo una mueca

-Entonces ¿depende de mi?- se giró hacia mi sonriendo de una forma tan, pícara. Carajo, no me habia puesto a pensarlo así

-Supongo.- estoy frita

-Bien, pero harás lo que yo te pida hasta que llegue el domingo.-

-¿Este domingo?- oh no

-Sip, ¿por?- dijo mientras seguía buscando algo que ponerse

-No puedo ir este domingo-

-¿por qué no?- Inventa una escusa YA

-saldré- esa ni tú te la crees Dariam

Try Again.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora