Akasuna No (Tn_), su madre es la única sobreviviente de su Clan y su padre un Akatsuki.
Llegara y se quedara en Konoha por ordenes de séptimo Hokage, Naruto Uzumaki, y aunque ella se niegue rotundamente e intente escapar, con el tiempo se dará cuent...
Esta es mi primera historia, espero que les guste.
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Me encontraba corriendo, en busca de un refugio para cubrirme de la tormenta de arena que se acerca; llevo 2 días caminando por el desierto, ya que por esta parte se encuentra una flor sumamente rara que solo crece en una parte exacta del desierto, para mas especifico dentro de cuevas, lo malo es que después de brotar solo duran máximo una semana ya que después de ese lapso de tiempo son inservibles, pocas personas han encontrado esta flor y se las han guardado para ellas misma ya que sus propiedades curativas son únicas.
Esta flor es excelentes para medicina anti venenos, pero no cualquier veneno sino esos que te pueden matar de un día a otro, y no es tan fácil de encontrar ya que se oculta muy bien.
Lo malo es que tendré que parar mi búsqueda porque justo ahora se le dio al desierto por hacer una de sus tormentas.
-¿Cuanto tardara esta tormenta?, no tengo tiempo.- digo aun buscando refugio de ella; al pasar unos minutos encuentro una no muy pequeña cueva- ¡Al fin!, ¡pensé que nunca encontraría ninguna jamas!- exclamó ya en la cueva, hay que ser sinceros esta tormenta no puede ser mas agresiva.
Y como por arte de magia empeora.
-Genial, yo y mi bocota, ahora tendré que esperar hasta mañana, rayos y yo que odio esperar - dije resignada.
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-Ya anocheció y la tormenta no cesa, ademas tengo hambre.-en eso gruñe mi estomago.-que bueno que aun me queda fruta- busque mi mochila, saque una manzana y le di un mordisco- bueno algo es algo.
Al terminar de comer me acomode para después de unos minutos caer en la tercera puerta del sueño.
[✿،⃗◌🌱]
Ya había amanecido, y la tormenta ya ceso, ahora en busca de la flor esa, no quiero estar en el desierto mas de lo necesario, no vaya a ser que pase un shinobi de casualidad y me vea, no quiero tener problemas con nadie.
-A ver, a ver, si yo fuera una flor importante en términos de medicina y que casi nadie me puede encontrar ¿en donde estaría?; ¡claro! Se supone que crecen en cuevas pero nadie dijo que no podían crecer en tierra y ser tapadas por la arena- digo; a unos metros de mi veo pequeños tumultos de arena-aquí deben estar-digo escarbando entre la arena, y ¡si! efectivamente ahí están, las cojo con sumo cuidado y las guardo en un pergamino- ¡bien! ya tengo la flor ahora a irme de este desierto
Me levanto de la arena y con mis hilos de chacra extiendo unas alas hechas por mi, me impulso y despego al aire.
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