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JADE LOGAN DESCANSABA DE AQUEL DÍA EN SU CASA, el día anterior y ese mismo no había ido ni a la escuela o a jugar a aquel preciado juego con sus amigos porque los dos día s se había sentido mal. No sabía de donde había salido ese malestar si antes había estado perfectamente bien, además, la última vez que se había sentido así todo había terminado muy mal y el causante de aquello había sido alguien quien no creía ver nunca más en su vida.
Pensando en las posibilidades de su repentino mal presentimiento se levantó de su cama y camino hasta la cocina, donde en esa hora de la noche no había nadie. Para ella, estar despierta a la una de la mañana era completamente normal. Sus padres sabían de aquello pero aún así no se atrevían a decir nada.
Sus padres. Padres adoptivos, dirían otros. Ella sabía que era adoptada y lo aceptaba, además de que prefería estar allí que en su antiguo hogar. Donde solo había sufrido más de lo que podía recordar.
Siguió parada en la cocina de la casa sin saber que hacer, estaba sintiendo un pequeño mareo de repente y sintió un sonido de goteo, miró hacia abajo y se dió cuenta de que era sangre. Su propia sangre. Dirigió su mano a su nariz y notó que de allí salía.
Oh no. Eso estaba muy mal. Si sangre salía de su nariz solo podía significar que ella estaba fuera de nuevo y Jade no creía que fuera para salir a jugar nada más. Significaba que seguramente ella había logrado escapar.
Después de cincuenta años al fin está aquí el primer capítulo xd.
