El chico pelirrojo caminaba en dirección al lugar que decía el panfleto, saco el papel arrugado de su bolsillo para chequearlo por última vez y quitar cualquier arrepentimiento que pudiese tener en su mente, se acercó al edificio y empujo la puerta de vidrio, entro a un estar iluminado donde un hombre mayor con un traje un par de tallas más grande lo saludo.
— Buenas noches — Le dijo el hombre a la vez que se arreglaba los lentes.
El muchacho asintió en dirección al hombre con una mueca que asemejaba una sonrisa, el chico camino hasta el elevador y marco el botón de subida, saco su celular del bolsillo por mera inercia para ver la hora, 7 y 12 de la noche, no tenía ninguna notificación o llamada perdida, devolvió el viejo iPhone 4 con la pantalla rota a su bolsillo y levanto la mirada para ver porque piso iba el ascensor, iba por el piso número 2, pocos segundos después las puertas se abrieron y el entro para marcar el piso número 4.
— ¡Espera! — Grito una voz justo cuando las puertas se cerraban.
Una mano se interpuso entre las puertas, estas se abrieron de nuevo y una chica que iba vestida toda de negro entro, se giró hacia donde estaban los botones del ascensor y volvió a marcar el 4 a pesar de que ya estaba marcado. El chico se detuvo a observarla por un momento, tenía cabello marrón largo y ondulado, jeans rotos que dejaban ver sus rodillas moradas y no levantaba la mirada de su celular, un teléfono mucho más nuevo y costoso que el del chico, sus manos eran muy blancas y el esmalte azul de sus uñas estaba casi ausente; el chico trato de distinguir su rostro, pero su cabello y el hecho de que llevaba puesta la capucha del suéter puesta se lo hicieron imposible.
Antes de que pudiera curiosear más a la chica las puertas se abrieron en el cuarto piso y ella salió, el muchacho volvió a sacar el arrugado papel de su bolsillo para chequear el número de aula, a pesar de que ya sabía cuál era y se dirigió hacia la puerta que era la última del pasillo hacia la derecha, paso frente a habitaciones cuyas luces estaban apagadas hasta que llego a su destino, el cuarto número 45B.
Al entrar a la habitación vio unas cuantas sillas en círculo, una mesa con termos de café y unas donas. Se acerco tímidamente al círculo en el que reconoció a la chica del ascensor, que ahora estaba sentada en una de las sillas y podía verse su rostro mejor, era blanca con unas cuantas pecas, sus ojos eran oscuros y su maquillaje estaba algo corrido; el chico tomo asiento en el circulo y observo a otras tres personas que se encontraban sentadas ahí también, una mujer de rasgos asiáticos, quizás japonesa o coreana se encontraba sentada a dos asientos de él, tenía su cartera sobre las piernas y miraba su reloj de muñeca compulsivamente, al lado de ella se encontraba un hombre de unos 40 años canoso que llevaba una camisa blanca de vestir remangada y veía su teléfono con poco interés, por ultimo estaba una chica de piel morena que llevaba un pañuelo en la cabeza.
— Hola a todos, buenas noches... — comenzó a hablar una mujer rubia que parecía ser la que guiaría el grupo, pero fue interrumpida por una serie de personas que entro a la habitación.
Al cabo de 20 minutos la habitación se había llenado, aparecieron 7 personas más, un chico negro con ropa holgada, un hombre de apariencia latina muy bien peinado, una mujer de cabello negro recogido en una coleta que llevaba tacones y vestido, una mujer morena que llevaba el cabello suelto y traje, un hombre blanco con pecas y tatuajes en los brazos, un hombre de cabello gris que llevaba una camisa de bolos y un hombre de cabello rubio que llevaba un bastón.
— De nuevo hola a todos y buenas noches, gracias a todos por venir, los felicito por venir esta noche, sé que estar aquí probablemente no sea algo fácil para ninguno, pero espero que todos se vayan de aquí sintiéndose mejor que cuando llegaron, el propósito de este grupo es brindarles el apoyo que necesitan para superar aquel evento traumático que sienten que no pueden hablar con nadie, sin más preámbulos porque no comenzamos presentándonos.
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Los Responsables
Mistério / SuspenseUn grupo de 12 desconocidos se reúne todos los jueves a las 7 y 15 de la noche, ¿Porqué?, algunos porque necesitan apoyo, otros porque se sienten solos y otros realmente no saben por que. Edades, razas, religiones, sexualidades y clases sociales dif...