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Me encuentro sentada en el mostrador de la tienda 24/7 en la que he estado trabajando estos últimos meses, hace por lo menos una hora no entra nadie. No puedo evitar recordar los sucesos de esta mañana. Luego de que Luciel “amablemente” me diera el café el silencio se instalo en la sala y no fue hasta que la bibliotecaría nos anunció que nuestro tiempo en la sala se acabo que se volvío ruidoso de nuevo.

Al salir de la sala y alejarnos lo suficiente del otro grupo Hina me solto mil preguntas respecto a la extraña situación de allá adentro, pero yo no tenía las respuestas, pues estaba tan asombrada como ella.


¿Desde cuando tu y Luciel son amigos? – reprocha – te lo tenias bien guardadito he.

No hay tal amistad Hin, no tengo idea por que me dio un café.

No mientas te va a crecer la nariz como pinocho – dice de forma juguetona Apolo – si hasta consiguío tu sabor favorito de café.

Realmente no tengo idea chicos, pero ¿no les parece raro?  Nunca he conseguido más que un latte en esta universidad.

Tal ves lo agregaron al menú – agrega pensativa Hina – de todas formas ese chico quiere algo de ti, ¿tal vez debería ir y darle tu número de telefono?

Ni lo sueñes, no me da buena espina y esta lo del vierns pasado.

¿Hablas de que le tiro la comida ensima a Amelia? – interviene Aldo – la verdad yo creo que solo fue un accidente, hasta se disculpo, ademas ella comenzó a tironear la bandeja como la pegote que es. 

Amiga – dice Hina mientras enrosca su brazo en el mio – ¿de nuevo vas a comenzar con tus teorías conspirativas sobre ese pobre chico?, se supone que lo conspirativo es lo mio, digo, es simpatico, nunca lo he visto enojado, sus amigos y conocidos lo respetan y aprecían, no parece haber nada extraño en el, pero tu siempre señalas que es un mal tipo, si crees que lo es yo te creo pero debes tener pruebas si se lo dices al resto. 

Supongo que podemos dejarlo en que solo fue amable hoy – digo finalmente tran un suspiro – supongo que me voy a mi casa a descanzar y ustedes deberían ir a almorzar juntos – digo mientras sonrío a Apolo y le guiño discretamente un ojo.

Este capata la indirecta y toma la mano de Hina rapidamente para comenzar a tironearla rapidamente.

Si mi capitana, a sus ordenes.


Sonrío al recordar, realmente quiero que ellos esten juntos, no se que espera Hina, pero espero que la demora de esa historia valga la pena y se conviertan en una feliz pareja.  Apolo es un buen chico e Hina se lo merece.


El sensor de la puerta se enciende y comienza a sonar avisandome que un cliente llego, es Samuel, un chico que vive por aca cerca, es bastante timido, nunca me mira a los ojos directamente y siempre compra chatarra o platillos que se pueden calentar en el microondas, a pesar de eso es de complexion delgada, pelo negro y piel palida, a pesar de su timidez y de nunca haber visto sus ojos es muy educado y amable, casi tierno, viene cada noche a comprar su “cena” me parece que vive solo y debe tener por lo menos 2 años más que yo.

In the trapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora