James, un joven con una vida como cualquier adolescente llegando a su nuevo país con un pasado que siempre recordara al afrontar y querer cambiar su manera de vida, verá que no es fácil.
Donde sus amigos demostraran su confianza, locura, gustos, ané...
Al entrar al edificio, podía notar que una señora recibía amablemente a mi madre, la señora tendrá una edad de 50 años debe ser.
- Señora Elizabeth, un gusto volver a verle. - Hablaba con ella como si ya la conocía desde hace años. -
- Ami también señora Doris, le presento ami hijo, James.
- Un gusto señora. - Sonrió y le extendería mi mano para poder saludarla, pero ella me da un abrazo como si fuera alguien querido.
- Tiene un hijo muy grande y fuerte, no pensaba que la vida en un lugar lejano le aya ido tan bien.
- La verdad tuve la suerte de tener a alguien como el en mi vida. - Mi madre me lo decía mientras me daba un abrazo para demostrar su cariño. -
- Bueno señora Elizabeth, el cuarto esta como usted lo dejo después de irse, espero que les gusto como ha quedado, también aliste un nuevo cuarto para James. - Le dijo a mi madre mientras le daba una llave, era de la habitación 105, rápidamente me di cuenta. -
De joven, yo tenia la habilidad de tener un gran instinto por así decirlo, me daba cuenta de las cosas rápidamente y tener memoria fotográfica, eso ayudaba en mis notas fácilmente, por eso creo que estar en España, me dará mas oportunidad de ganarme un futuro con todo mi esfuerzo mi bachillerato.
- Gracias señora Doris, se lo agradezco de verdad, James lleva las cosas a esta habitación, te alcanzo en un segundo y me olvidaba decirte que en el ascensor ve al piso 5.
- Esta bien mamá.- Recibí las llaves, llevaba las maletas aquella habitación.
Entrando al ascensor, presione el botón 5 como indico mi madre, mientras llegamos en el ascensor podría sentir que empezaba a recordar.
Sentía que estaba con Gabriel en un ascensor y íbamos a una fiesta con lo que me decía.
- J, es tu hora mi hermano, tienes que por fin tener sexo con ella.
- Tienes razón, ya hemos tenido tiempo y creo que en esa fiesta terminara en algo, deséame suerte.- Le doy mi mano para hacernos un saludo de buena suerte.
- Eres el hombre.- Mi amigo me entendería y haríamos el saludo. -
El ascensor se abrió haciendo el ruido típico cuando se detiene y volvería a estar en el presente, salí tranquilamente a buscar la habitación. Al encontrar y estar parado al frente la puerta 105, decidí meter las llaves, girar para poder abrir y darme cuenta de lo primero, quede sorprendido de vivir en un lugar así.
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Era la sala, me gustaba la decoración del techo con madera, un lindo color gris, la estructura de ladrillos, aun mas con el estante de libros, me encantaba leer. Al girar ala derecha...
