Epílogo

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El azabache se encontraba en la camilla de hospital con su madre a el lado. El no entendía lo que estaba pasando. El debería de estar muerto o eso creía. La mujer que se hace llamar su madre, estaba ya hace más de 3 horas con el. Luego de que despertara por completo y que lo revisaran para asegurarse de que todo estuviera bien, su madre le estaba intentando explicar lo que había sucedido desde el accidente, ya que el chico parecía no entender nada.

-Kian, yo soy tu madre- le decía la mujer- Mi pequeño, hace 8 años cuando tenías 17 tuvimos un accidente. Tú al intentar proteger a Kiany tu hermanita, llevaste el mayor impacto, y te dejó inconsiente- Explicaba la mayor- eso provocó que perdieras mucha sangre y quedaras en coma. Intentamos todo lo posible para que no te desconectaran. Cada año era una nueva pelea para que te dieran más tiempo a despertar, y por fin lo hiciste- Terminó de explicar la mujer con lágrimas en sus ojos y una gran sonrisa.

El azabache intentaba procesar lo que le había dicho su madre, aún no creía que estuviera viva.

¿8 años? ¿Ya no tenía 17? ¿Y su padre? ¿Tiene una hermana?

El chico no entendía nada, estaba muy confundido.

-¿Y-ya no tengo 17? ¿Tengo una hermana?- preguntó con dificultad el chico, ya que tenía su garganta reseca. La mujer al darse cuenta le tendió un vaso con agua, el cual el chico tomó y agradeció internamente.

-No Kian, ya no tienes 17, tienes 25. Y si, tienes una hermana llamada Kiany, ella tenía 10 cuando pasó lo de el accidente-

No lo creía, no entendía de el todo que había pasado. Pero había algo que lo estaba carcomiendo de la curiosidad.

-¿Y papá?- La mujer lo miró sorprendida, su hijo nunca se atrevió a decirle "papá" a su ex-esposo ya que el chico siempre pensó que su padre lo odiaría por no ser hijo legítimo de este. Nunca le dio la oportunidad de pasar tiempo juntos.

-E-Él no está aquí, creímos que no querrías verlo como siempre cariño-

-¿Por qué no querría verlo?-

-Bueno, tu relación con el no es la mejor. Nunca le permitiste acercarse por el miedo a que te rechazara por no ser de su misma sangre- respondió la mujer mientras hacía movimientos extraños con sus manos.

-No estás muerta- dijo en un pequeño susurro el azabache aún sorprendido.

La mujer confundida lo miró

-¡Claro que no lo estoy! ¿por que lo estaría?-

-En mi...¿Sueño? ¿Ilusión? Lo que fuera que era eso, no estabas....te extrañé tanto- decía el azabache con dificultad ya que le dolía, le dolía recordar cada cosa que creyó vivir.

Inmediatamente la mujer abrazó a su hijo al ver como sus ojos se aguaban cada vez más.

-Yo también te extrañé cariño- respondió su madre. Luego de separarse el chico preguntó.

-¿Puedes llamar a papá? Quiero verlo- La mujer asintió rápidamente, aunque estuviera divorciada de su ex-esposo eso no significaba que lo odiara, para nada, siempre mantuvieron una linda relación de amistad. Y que su hijo dijera que quería verlo era algo que creyó que nunca pasaría.

La mujer se alejó un momento para hablar por teléfono, mientras tanto el chico miraba a su alrededor e intentaba recordar algo de su pasado, pero todo lo que logró recordar fue su pasado falso, esa ilusión que se sintió tan real, pero ahora agradecía que hubiera sido un sueño. Por lo visto todo lo que creyó vivir fue parte de su imaginación, fueron sus miedos los que vivió una y otra vez.

¿Existirá Daniel fuera de el sueño?

¿Me odiará papá de verdad?   

En ese momento escucharon como la puerta se abría bruscamente dando paso a una chica de unos 17/18 años aproximadamente. La cual al abrir la puerta y ver a el chico despierto se tiró a el suelo de rodillas llorando.

-Es ella...-

-Oh gracias dios, muchas muchas gracias de verdad- decía la chica entre llantos.

-Ven acá mi amor- le dijo su madre sosteniendo a la chica para que se levantara e intentando que dejara de llorar-Kian, ella es Kiany tu hermana- dijo la mujer dejando ver mejor a la chica, la cual tenía los ojos un poco hinchados por las lagrimas que salían de ellos. Era bajita, de contextura delgada, su cabello azabache igual al de el chico, y sus ojos azules que la resaltaban con su tono claro de piel.

La chica corrió hasta la camilla y abrazó a su hermano. Este no sabía que hacer, aunque por alguna razón luego de unos segundo le devolvió el abrazo.

...

Ya cuando se habían calmado habían hablado un gran rato entre ellos. Ya el chico se había orientado un poco y les había contando un poco de lo que el "vivió" mientras estaba en coma, también les contó los pequeños flashes que tenía de su hermanita.

Estaban hablando muy tranquilamente hasta que escucharon la puerta abrirse una vez más.

Y ahí estaba el, el hombre que lo aborrecía, el hombre que lo miraba cada vez que podía con odio, y el hombre por el cual intentó quitarse la vida más de una vez. Pero lo que más le sorprendió fue la mirada de cariño que este tenía en sus ojos llenos de pequeñas lagrimas que contenían estos.

--Despertaste... lo hiciste...¡Al fin lo hiciste!- dijo el hombre liberando las lagrimas acumuladas en sus ojos, y acercándose lentamente a el azabache.

El chico también con lagrimas simplemente asintió y dijo en un pequeño susurro

-Si, al fin lo hice papá-

Luego se fundieron en un abrazo mientras se liberaban en el hombro de el otro. Sin duda agradecía que todo fuera un sueño.

Ahora todo estaba bien.

Creo que después de todo no quedó tan mal, voy a corregir el resto de capítulos y demás, pero fuera de eso creo que no quedó tan mal. Estoy satisfecha.

Tal vez, solo tal vez, subiré extras, pero no estoy segura.

~Dark

Para: PapáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora