✧ 𝙢𝙤𝙣𝙨𝙩𝙚𝙧 ; 𝘬𝘢𝘬𝘦𝘨𝘶𝘳𝘶𝘪

𝓜𝔂 𝓛𝓲𝓽𝓽𝓵𝓮 𝓜𝓪𝓻𝔂

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mi pequeña mary:

¿cómo es eso de que no existo? tu papá no sabe lo que dice, no deberías creerle, no desde esa vez que viste por accidente el cuerpo golpeado de tu madre en la habitación de huéspedes. saotome-san es un mentiroso.

¿acaso no me inventaste tú misma el día de tu cumpleaños número siete? ¿acaso no platicabas conmigo todas las noches sobre tus días de escuela y luego te asustabas por los extraños ruidos de mis tripas?

todas las noches te observé desde el clóset y tú lo sabías... incluso dejabas expuestas algunas partes de tu lindo cuerpo para que yo me lamentase no comerte aún.

aunque nunca me viste, conocías de memoria mis ojos azules, mi larga lengua y mis colmillos; pues todas, todas, las noches me soñabas. decías temerme, pero entonces, ¿por qué esa costumbre de soñar conmigo? tal vez el temor se volvió en una necesidad de todos los días.

por eso cuando leí tu carta sentí tanto lamento y desesperación. esas malas emociones fueron el motivo por el que destrocé tus juguetes y me comí de un sólo bocado a tu delicioso osito robi.

tu cuarto está desordenado, pero no porque hayas jugado y olvidado recoger, yo lo arruiné.

lo juro, mary, tú ya estabas muerta. cuando salí de tu clóset, vi que tenías tus grandes ojos ámbar muy abiertos y cuando toqué tu blanca barriguita, me asusté, ya que estaba más fría que mi mano, tú ya no tenías esa calidez que tanto me gustaba.

quizá debí comerte antes, pero me encariñé tanto contigo que decidí ignorar los constantes regaños de kirari y seguir saboreándote en silencio. no lo supiste jamás, pero mi hermana visitó muchas veces a sayaka, sólo que ella tuvo que dejar de ir a su casa por algunos problemas.

kirari se comió tus lagartijas de plástico, no yo.

seguramente te mató el miedo, y yo desgraciadamente no pude comerte, pues no me gusta el sabor de los niños muertos. lo único que hice fue regresar al clóset y llorar de tristeza hasta quedarme dormida...

¡pobre mary! ¡pobre mary y pobre monstruo solitaria!

ahora tendré que salir de aquí, alejarme de esos adultos que cuidan tu pequeño ataúd y dejar ésta carta donde puedas encontrarla... necesito la risa de un niño y necesito el miedo de un niño para seguir viva, y no voy a morir aún, tú ya moriste y no fue mi culpa, así que  seguiré viviendo.

atentamente: ririka. "El monstruo"

PD: por cierto, mary, ¿dónde dices que vive tu amiga sayaka?

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