La luna se encontraba en lo alto del firmamento cuando Shu se despertó en su cama con un amasijo de mantas colocadas de cualquier manera sobre el. Los recuerdos de la noche anterior se le clavaron en la mente como lo hicieron los colmillos de sus dos hermanos.
Se sentó echando a un lado las sabanas y se palpo el cuello. Alguien se lo había vendado cuidadosamente y había colocado de nuevo su mp3 sobre la venda para evitar que este rozara la zona dañada. Debió de ser Yuma ya que si lo hubiera echo Subaru de seguro habría acabado revuelto como las sabanas. Ayudándose de los pies las tiró al suelo y se volvió a recostar en la cama justo cuando un fuerte mareo le produjo vértigos.
¿Qué mierda les pasaba por la cabeza a esos dos? Todos aquí teníamos sed y hasta ahora no se nos ocurrió devorarnos entre nosotros. Suspiro en un inútil intento de aliviar su sed. Esos dos se la iban a pagar en cuanto tuviera la fuerza suficiente para levantarse.
Noto sus propios colmillos arañar sus labios queriendo salir y hundirse en un rio de sangre. Esperaría hasta el amanecer, cuando todos dormían para ir a reclamar venganza. Desconocía si Yuma todavía seguía en la mansión asi que su primera victima seria su querido hermanito. Y se lo haría pagar de una forma que jamás olvidara.
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Se volvió a despertar cuando el sol ya comenzaba a asomar por el horizonte. Se sorprendió al ver una botella de cristal sobre su mesilla junto con una nota. Se sentó de mala gana y leyó su contenido, las letra era mala y casi ilegible, aun así Shu pudo entenderla.
“Lamentamos lo que te hicimos. Toma esto como nuestra disculpa. Es sangre humana, no tan buena como la de Yui pero no encontramos nada mejor”
Eso decía o por lo menos eso fue lo que entendió el rubio. Era la letra de Subaru y su falta de expresividad confirmo al cien por cien de que lo había escrito el. Tiro la nota por hay y se levanto dirigiéndose hacia la puerta haciendo caso omiso a la botella de sangre. Si ese alvino y el tonto gigantosaurio se creían que con solo eso los iba a perdonar estaban muy equivocados.No se molesto siquiera en ponerse los zapatos o la camiseta, es mas ni siquiera se acordó de ellas cuando salió de su cuarto echo una furia y fue a la habitación del alvino. Entro sin hacer ruido y cero con llave la puerta para que nadie interrumpiera su venganza. Subaru se encontraba dormido en su ataúd con la puerta de este abierta de par en par. Llevaba una camiseta roja raída y unos vaqueros negros revueltos.
Shu sonrió al verle tan adorable y vulnerable. Le iba a pagar con la misma moneda lo que le hizo.—Subaru Sakamaki.— le llamo con tono calmado.
El alvino abrió mucho los ojos y salto de su ataúd como un gato al que le hubieras sorprendido por detrás.
—Shu…¿Cómo te encuentras?
El mayor alzo una ceja. ¿Enserio le estaba preguntando como se encontraba? Pues no muy bien, gracias por preguntar.
Pero en lugar de decirlo en voz alta prefirió comenzar con su venganza. Una que de seguro jamás olvidaría.
Su caminó lentamente hacia el. Subaru iba retrocediendo hasta que su espalda chocó contra la pared y quedo apresado por el rubio quien le sujeto las manos a ambos lados de la cabeza para que no pudiera escapar de el.
—No pensaras enserio que con una botella de sangre iba a perdonarte ¿verdad?— susurro en su oído. Noto como su hermano se estremecía e intentaba zafarse mas Shu lo tenia bien agarrado.
—¡Suéltame o lo lamentaras vago!— gritó mirando a su hermano con odio.
—Sshh. No querrás que nos oigan. Que vergonzoso seria si te encontraran aquí siendo mi presa.— sonrío el mayor acercándose cada vez mas al cuello del menor.
Lo mordió lo mas delicadamente que supo, aunque se mereciera todo lo contrario era su hermanito, por increíble que pareciera se preocupaba por el. Apenas lo oyó gruñir de dolor y mas tarde soltar algun que otro suspiro. El tambien era de pura sangre lo que significaba que le estaba ocurriendo lo mismo que sintió el cuando ambos devoraron su sangre. Había dejado de resistirse, ahora solo se retorcía y soltaba gruñidos y suspiros mientras Shu continuaba alimentándose de él.
Finalmente se alejo de el y contemplo el rostro sonrojado de su hermano. Habían jugado con el y ahora Shu jugaría con ellos.
El rubio lo soltó, ya no era necesario mantener sus manos apresadas, no tenia ni la fuerzas ni la claridad como para escapar de el. Saco una sonrisa burlona y se arrodilló ante el menor. Como esperaba su juego lo había excitado lo suficiente como para que su miembro se endureciese y presionara contra sus vaqueros queriendo liberarse de ellos.
Subaru pego un brinco cuando Shu coloco sus manos bajo sus caderas aferrándose con fuerza a su carne y como sus pulgares exploraban delineando los alrededores de su miembro sobre la ropa. Se pregunto porque no se apartaba, podía patearlo y largarse ahora que podía, pero su cuerpo se lo impedía al prestar atención tan solo a los movimientos Shu hacia sobre su parte baja. El alvino comenzó a temblar cuando el rubio acercó su rostro y lamio su miembro sobre la tela. Tembló aun mas al sentir ese ligero roce y todavía mas cuando comprendió que el mayor no se detendría ahí.Shu volvió a sonreír complacido ante la completa sumisión del menor. Había atacado justo en su punto débil y eso el alvino lo sabia y se había rendido ante el. Siguió estimulando la zona sobre la tela deleitándose con la voz que de vez en cuando dejaba salir su hermano. Este seria su dulce castigo, el problema seria que le gustara demasiado y quisiera repetir.
—..Shu…— gruñó extasiado rogando, aunque ni el mismo sabia si era por que parase o suplicando mas.—Lo se.— se limitó a decir alejándose unos centímetros de el y con unas avilés manos bajó la cremallera de los vaqueros del menor. No se los quitó solo libreo su miembro de las ataduras para que pudiera someterlo por completo. Era algo mayor de lo que se esperaba para ser el menor de la familia, no tenia nada que envidiar a nadie.
El rubio se acerco a el y lamio su punta observando atentamente la reacción del contrario. Subaru echo su cabeza hacia atrás y abrió mucho la boca aunque se contuvo y no se ollo nada mas que un suspiro. Realmente sabia como controlarse para que los demás no lo escuchasen.
Shu continuo su labor devorando al pequeño amigo de Subaru una y otra vez volviendo loco al menor. No dejaba de mirar su expresiones de placer y sentir todo su cuerpo temblar en un terremoto de placer para el menor. Llegó un punto en el que el autocontrol de Subaru se fue a la mierda y tomo de los cabellos a su hermano para embestir su boca con algo de salvajismo.
El rubio rio internamente ante la perdida de cordura del menor, ver sus expresiones era incluso mas divertido que fastidiar a Reiji. Aun mas si era el mismo quien había decidido tomar la iniciativa y destruir el juego de su hermano.
—Ahh… Shu.. —gimió alto llegando a su limite y corriéndose en la boca del rubio. Shu tardo unos instante en reaccionar ¿Acababa de gemir su nombre al mismo tiempo que le entregaba su esencia?
Sin queja alguna el mayor lo trago todo dejando tan solo un hilo que unía su lengua al miembro de Subaru. Este respiraba con dificultad y sus mechones de nieve quedaban pegados a su rostro. Tenia la camiseta roja levantada dejando vez su estomago bien marcado. Shu no recordaba habérsela levantado pero sin duda debió de haberlo hecho en algun punto ya que sus manos todavía continuaban explorando su abdomen y caderas.
Alguien toco la puerta sobresaltando a ambos vampiros y trato de abrirla pero no lo consiguió ya que Shu la había cerrado después de entrar.
—¿Subaru-kun estas bien? He oído gritos.—dijo Kanato detrás de la puerta.
Subaru miro temeroso a Shu quien le dijo con la mirada que respondiera algo.
—No es nada, tuve una pesadilla. Lamento haberte despertado.— logro decir con voz casi normal.
—Yo tambien tuve una, son horribles cuando no te puedes despertar.— la voz de Kanato pareció temblar ligeramente.
—Lo se.— admitió el alvino.— Buenas noches.
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La Sangre Del Vago (Yuma x Shu x Subaru)
FanfictionYuma sediento de sangre sigue a Subaru en su idea para ayudar al Mukami a saciar su sed. Pero al no poder disponer de la humana para ello escojen a la presa mas sencilla de cazar.