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Ship: HyunJoo

Título: Soccer

+×=×+

Era la tercera vez que Hyunjin veía a sus compañeras de equipo fallar un gol sin poder hacer nada, estaba cansada de estar en la banca todos los partidos, ella era buena y quería jugar.

Pareciera que el universo la hubiera oído, porque una jugadora del equipo contrario empujó y pateó a una de su equipo, eran jugadoras agresivas.

Dos chicas ayudaron a llegar a la pobre Heejin, que había sido herida injustamente, ella ni siquiera tenía la pelota.

-Muy bien, ya vienen los doctores - el entrenador estaba que se le salía el humo por los oídos, tenía que meter a alguien pronto - Kim Hyunjin

-Sí señor

-Vaya, no me haga perder

-¡Sí señor!

Hyunjin se levantó y corrió a ponerse en posición, estaba lista para ganar el partido.

Al principio nadie le pasaba la pelota, y siempre se la quitaban sus compañeras. Pero una vez que por fin le pasaron la pelota, comenzó a dar lo mejor de sí.

La segunda vez, le arrebató la bola a una jugadora del otro equipo dándole una disimulada patada en el tobillo. Hyunjin corrió y pateo la pelota con confianza de que iba a ser un gol, y lo fue.

El silbato para el final del partido fue tocado por el arbitro, habían ganado 1 - 0

Las chicas del equipo cargaron a Hyunjin para celebrar su victoria, si no hubiera sido por ella, habrían quedado cero a cero, de nuevo.

Hyunjin estaba feliz, pero tenía que ir a cambiarse para su competencia de atletismo.

Los pasillos de la escuela en la que era el festival estaban completamente vacíos, al igual que los baños. Parecía que nadie había estado ahí desde la mañana.

Hyunjin iba a comenzar a cambiarse cuando escuchó pequeños sollozos y quejidos.

-¿Hola? - los baños tenían eco, y eso asustaba un poco a Hyunjin - ¿Hay alguien ahí? - los sollozos pararon inmediatamente cuando se escuchó la voz de Hyunjin

Tenía curiosidad, así que caminó por el pequeño pasillo que conducía a las duchas. Pasó por cada una de las duchas abriendo las cortinas, esperando no encontrar un fantasma que le robara el alma.

Estaba algo asustada cuando llegó a la última, tomó un respiro, y abrió la cortina con lentitud. No era un fantasma, era una chica de un equipo de fútbol, tenía el tobillo morado e hinchado.

-Wow - abrió los ojos como platos - ¿Estás bien?

-N-no

-¿Ya te pusiste hielo?

-No...

-¿Me dejas ver?

La chica asintió, intentando dejar de llorar, le daba vergüenza hacerlo frente a desconocidos.

LOONA ONE SHOTSೋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora